Desolación en las cofradías de Castilla y León que se preparan para una Semana Santa a cubierto
Advierten de que no hay alternativas a una procesión que se suspende por la lluvia y que echa por tierra «un año de trabajo y de muchas ilusiones»
Así será el tiempo en Semana Santa en Castilla y León: el calor dará paso al frío y la lluvia
![La jornada de ayer se pudo salvar en casi toda la Comunidad. En la imagen, la procesión del Santísimo Rosario del Dolor en Valladolid](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/03/25/semana-santa-valladolid-RP7QMFGvJQvDCqSzT16hmjI-1200x840@diario_abc.jpg)
«El plan 'A' es salir y el 'B' no hacerlo», aseguraban ayer presidentes de las Juntas de Cofradías de Castilla y León para quienes la única opción válida en sus celebraciones de Semana Santa es salir en procesión. Sin embargo, conscientes de que la ... temida lluvia puede impedirlo, las hermandades se preparan para el consuelo que dan pequeños actos en sus penitenciales que al menos sirvan para venerar a sus imágenes.
Las previsiones meteorológicas a partir de mañana dejan poco lugar para la esperanza. Hoy aún se confía en que el agua pueda dar un respiro en algunos municipios, pero el mapa de nubes no deja claros en las siguientes jornadas, así que las hermandades tienen más que asumido que será difícil salir a la calle.
En Zamora, la presidenta de la Junta Pro Semana Santa, Isabel García Prieto, no oculta su desolación por las «preocupantes previsiones». «Tanto trabajo, tantas ilusiones...Es una fatalidad», lamenta. Aunque cada cofradía es autónoma y decide a la hora de realizar actos en el interior de los templos, donde no hay alternativa es para algunos de los grandes momentos de la Pasión zamorana, como el Juramento del Silencio, del Miércoles Santo, que se celebra en el atrio de la Catedral. Isabel García asegura que, con la participación de más de 2.800 cofrades, no es posible trasladarlo al interior.
También se suspendería, sin alternativa, la procesión del Yacente y el Canto del Miserere del Jueves Santo por la noche. Advierte, además, de que las cancelaciones tiene otras consecuencias porque «de nuestra Semana Santa dependen muchas familias, muchos oficios, así que se nos cae el alma a los pies». En la Junta de Cofradías de Valladolid ayer preferían esperar a que el tiempo decida y no había plan 'B' sobre la mesa, según señalaron fuentes de la Presidencia. En las hermandades, en cambio, ya trabajaban con la posibilidad de que actos tan queridos en la ciudad como el Vía Crucis que organiza mañana la Cofradía del Nazareno se suspenda y se traslade la celebración a la iglesia.
Para el Viernes Santo se baraja que el Sermón de las Siete Palabras, que se pronuncia en la Plaza Mayor ante autoridades y cofradías, se lleve a la Catedral. Es más, el propio Ayuntamiento estudia una alternativa para las autoridades que ese día han confirmado su presencia en Valladolid (de momento doce embajadores) para los que se prepara un programa con visitas a las iglesias si no puede salir la procesión.
En otra localidad con una Pasión de Interés Turístico Internacional, como es Medina de Rioseco (Valladolid), también se mira al cielo en la confianza de que las nubes den una tregua de un par de horas, así que hasta las ocho de la tarde del Jueves y del Viernes Santo se mantiene la esperanza. «Si no llueve, salimos y si empieza a caer metemos los pasos en los templos más cercanos», señala el presidente de la Junta de Cofradías, Antonio Herrera, quien reconoce lo difícil que resulta suspender una procesión y no ver salir al 'Longinos' y 'La Escalera' de la Capilla de los Pasos Grandes. Si eso sucede, se cantará la Salve en Santiago y en Santa María.
Los papones de la capital leonesa aspiran a un pequeño claro en el cielo les permita salir y si no, al interior de los templos, señala la presidenta de las hermandades, Diana García, quien lamenta que «el tiempo es lo único que no podemos controlar». Para lo que no hay opción es para el acto del Encuentro en la Plaza Mayor que organizan los Nazarenos y que, si llueve, se suspenderá.
El turismo rural, tranquilo
Mientras en las ciudades, hoteles y restaurantes son conscientes del daño que la lluvia puede hacer, en el sector del turismo rural se muestran más tranquilos y no creen que las previsiones nada halagüeñas supongan una cascada de cancelaciones. «Si fuera turismo de fin de semana sería probable, pero al ser una festividad como la Semana Santa, con cuatro días, la gente no va a cancelar. Lo que hará es venir y disfrutar más del alojamiento, dejar a un lado las actividades al aire libre y optar por el turismo religioso, de gastronomía...», opina Luis Chico, presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural, recordando que es una comunidad con «alternativas importantes» como las visitas a museos, castillos... Sostiene, por ello, que la ocupación en los días centrales se mantendrá «entre un 85-90 por ciento».
En la misma línea se manifiesta el vicepresidente de Turalbur (Turismo Rural de Burgos), Domingo Hernández, recordando que el visitante sabe que el tiempo se puede estropear, y que esto puede tener alguna repercusión en hoteles rurales pero no en las casas de alquiler completo, algunas buscadas con «hasta tres meses de antelación». Lo que harán sus inquilinos, piensa, es «disfrutar más del alojamiento».
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