VÍA PULCHRITUDINIS

Pobre Europa

No es que la Europa de Bruselas se haya quedado sin Navidad, es que nos hemos quedado sin interior

Feliz Navidad

Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara ABC

Ya nos habíamos acostumbrado a esas pseudofelicitaciones de Navidad con frases grandilocuentes de afamados literatos o que recuperan el solsticio de invierno para deleite de progres y alternativos. La vida es así y la Navidad inocula su catecismo con recursos, a veces, sorprendentes. Dios escribe ... con renglones torcidos y, al final, el nacimiento del Niño logra lo que siempre buscó, una tregua, un poco de paz.

Me imagino a Roberta Metsola en el mes de noviembre ante el muestrario de mensajes con las que el Parlamento Europeo podría felicitarnos esta Navidad. Seguro que fueron muchas las opciones y que diseñadores y creadores de contenido ofrecieron todo lo que de sus privilegiadas cabezas podía brotar. Metsola sólo tenía que decir «esa» y el caso es que lo hizo. El spot navideño comienza con un plagio de la Princesa Prometida -hay quien prefiere ver Love Actually- cuando Westley va pasando mensajes en una tablilla a Buttercup porque no podía hablar. Hasta ese momento piensas que nada puede fallar y que, al final, el Parlamento Europeo va a entonar un laico pero sin duda emotivo homenaje al Amor Verdadero. Pero sí, efectivamente, la cosa se tuerce y acaban vendiéndote que en 2025 los europeos tendremos un enchufe homologado para cargar el móvil. Sí, como lo oyen, desaprovechan la oportunidad de ensalzar el nacimiento de Dios, el solsticio de invierno o el Amor Verdadero para vendernos sus logros en el pequeño electrodoméstico.

Estoy seguro de que Metsola despachó a los creativos satisfecha y con un giro de cabeza y una sonrisa Profident de las que hace gala sistemáticamente vengan al caso o no. Europa ha quedado para eso, para gente guapa (no sólo Metsola) que se creen por encima del bien y del mal por vestir esos trajes impolutos por los que ahora se paga para que no se vea la marca, como los de Rivera en España cuando se creyó que Europa era eso, ir de guapos. Qué fue de aquellos liberales y socialdemócratas grises y de raídas chaquetas que entendían que debíamos vender nuestro acero mejor que los 'yankees' pero con la impronta de Europa en las letras de cambio. Las Metsola y compañía podían ver las fotos de Palme o, sin ir tan lejos, de Merkel con pinta de rancios pero que hablaban de derechos y luchaban por la justicia aunque les fuera la vida en ello. Aquellos fueron los padres de estos pero así va a ser difícil que la empresa sobreviva a la tercera generación.

No es que la Europa de Bruselas se haya quedado sin Navidad, es que nos hemos quedado sin interior. No es que hayamos cambiado a los Reyes Magos por el Olentzero es que sin darnos cuenta hemos cambiado la Vida por un enchufe universal.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 20€
110€ 20€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios