VÍA PULCHRITUDINIS
Feijoó mató a Manolete
Abascal no debe haberle contado a su invitado que aquí las cosas funcionan de otra manera
Protocolos
No hace falta el lunes
![Feijoó mató a Manolete](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/05/20/feijoo-Rg31acT5jIFMTYREW0WrUaJ-1200x840@diario_abc.jpg)
La pasada de Milei llamando «calaña» a Sánchez y «corrupta» a su mujer es de aurora boreal. Ni pies ni cabeza. Al argentino se le ha ido la mano por mucho que a él le hubiera puesto de cuello vuelto el coro completo del consejo ... de ministros. Al final, ha entrado en un juego en el que tiene todas las de perder. Milei no es consciente de que en España más que un consejo de ministros tenemos un remedo de Paco Lobatón y no para buscar desaparecidos sino responsables de todo cuanto acontece y de lo que curiosamente su Gobierno nunca es responsable.
Este es el único país en el que el culpable de la gestión, de la no gestión, del mal tiempo y hasta de la muerte de Manolete es la oposición. Feijoó cuando se levanta por la mañana piensa en los tropiezos de todos los españoles porque sabe que al caer la noche alguien le habrá culpado de ellos. Resulta esperpéntico ver cómo la verborrea del líder argentino se funde en un abrazo con la de Óscar Puente y, al final, el responsable es el líder de los populares al que los días impares atizan sin piedad desde Vox reservándose los pares el PSOE. Algo debe de estar haciendo bien porque que en el mismo día te critiquen Sánchez y Abascal es el refrendo de que, por fortuna, no se parece a ninguno de los dos.
Abascal no debe haberle contado a su invitado que aquí las cosas funcionan de otra manera. Aquí si el Gobierno te llama yonqui porque lo pareces el culpable eres tú aunque inducido por el PP y si tú llamas corrupto al Gobierno porque lo parece, el culpable es directamente Feijoó. Sánchez tiene a un ejército de ministros capaces de decir eso y lo contrario sin despeinarse porque 'ellos lo valen' y así, la ministra de Sanidad reclama concordia y paz desde la cabecera de una manifestación contra la sanidad madrileña. Dios me perdone pero es como si el verdugo hiciera un soneto a la soga en casa del ahorcado y pidiera derechos de autor. Sánchez reclama una política libre de excesos mientras paradójicamente culpa a Feijoó en exclusiva del declive de España. Este país debe de ser el primero en el que la oposición tiene la responsabilidad de gobernar y en el que el ejecutivo sólo tiene la de buscar culpables.
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