Las clarisas de Burgos rompen su silencio en Instagram: «Paciencia, lo iremos explicando»
Las monjas del monasterio burgalés aseguran que «no se van de la Iglesia» e inciden en su «deseo de ser fieles a Cristo»
Sorpresa en el pueblo burgalés de las monjas rebeldes: «Es casi un sacrilegio»
A través de las redes sociales, donde ya se manejaban desde hace tiempo para mostrar su labor en su afamado obrador de chocolates, las clarisas de Belorado han roto su silencio. Ha sido a través de una fotografía y de un vídeo compartido en las conocidas como 'stories', esas publicaciones efímeras que apenas duran 24 horas.
Al filo de la medianoche de este martes, unas 48 horas después de que se desatase la «sorpresa» tras su llamativa carta y Manifiesto católico en el que anunciaban que renegaba del Papa y daban portazo a la Iglesia, se han vuelto a manifestar.
En un vídeo grabado por una de ellas, de las más activas hasta ahora en las redes sociales, captado en modo autorretrato, la hermana da sus explicaciones. «Estamos bien», arranca la grabación a lo 'selfie'. «No estamos secuestradas», subraya la monja del cenobio burgalés, quien asegura que su intención con esta maniobra es su «deseo de ser fieles a Cristo».
«No nos vamos de la Iglesia», sostiene la religiosa en su nuevo perfil de Insgram, @tehagoluz, cuya primera publicación fue hace cinco días. «Paciencia. Lo iremos explicando», añade la religiosa, cuya intención es que se entienda su decisión «por las preocupaciones que están surgiendo y que nos llegan». «Iremos compartiendo poco a poco con vosotros nuestra experiencia, nuestro deseo de ser fieles a la verdad de Cristo que hemos recibido, a la fidelidad de la fe, a la doctrina de la Iglesia católica», añade la monja sobre el movimiento dado, con el que se unen a la línea del excomulgado Pablo de Rojas en su «deseo de la verdad» y del «abrazo con Cristo». «Queremos poder mostraros lo que nosotros hemos ido descubriendo», sostiene.
Además, lo acompañan de una fotografía también publicada, en la que ironizan con que ahí están las «hermanas cismáticas secuestradas». Sonrientes, en la imagen, además de las monjas del convento de Belorado -que el lunes vieron salir a la primera, una de las mayores, trasladada a otro convento- también algún familiar y José Ceacero, el que se considera su «asesor espiritual», de la rama Pía.
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