Los bancos de alimentos temen que las tarjetas excluyan al 80% de vulnerables
Encaran 2024 con «incertidumbre» debido al modelo impuesto por el Gobierno con el que dejarán de gestionar unos 900.000 kilos de productos básicos
Las tarjetas monedero excluyen a 350.000 familias necesitadas
![El presidente de la Federación Regional de Bancos de Alimentos, Juan Mediavilla, en la nave de Valladolid](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/03/16/banco-alimentos-ivan-tome-RED1sl2UD9IzcEvzxxf0VzJ-1200x840@diario_abc.jpg)
Oscuro ven el panorama en los bancos de alimentos de Castilla y León. Se avecinan tiempos complejos después de que el Gobierno central haya modificado el sistema de reparto de ayudas para bienes básicos impulsando unas tarjetas monedero que harán que las instituciones ... que se han dedicado históricamente al reparto de productos dejen de recibir una buena cantidad de víveres procedentes del Fondo de Ayuda Europea a los Más Necesitados (FEAD). Así que el presidente de la Federación regional, Jesús Mediavilla, que da voz a los diez bancos de la Comunidad, asegura que encaran 2024 con «incertidumbre» y con la previsión de que llegarán «dificultades» ante unos cambios cuyo funcionamiento aún desconocen.
Sus previsiones son que las nuevas tarjetas monedero –un sistema en el que se cargará una cantidad y las familias podrán adquirir directamente los productos en los supermercados– excluirán a alrededor del 80 por ciento de los 60.000 beneficiarios que las organizaciones provinciales atienden anualmente. Eso teniendo en cuenta los requisitos marcados por el Ejecutivo central, que, según dijo, ha buscado eliminar el «estigma» de los más necesitados de acudir a las organizaciones en busca de los productos. La información aportada por el Ministerio de Asuntos Sociales es que los destinatarios de esos nuevos dispositivos, que gestionará inicialmente Cruz Roja, serán las familias con menores de 14 años a su cargo cuyos ingresos sean menores al 40 por ciento de la renta mediana española.
Ni aceite ni leche
Es decir, que quedan fuera aquellos padres con hijos mayores, quienes no los tienen o los ancianos que vivan solos, entre otros, explica Mediavilla, al frente también del Banco de Alimentos de Valladolid. Ya en los últimos años, las entidades en Castilla y León habían visto disminuir las aportaciones de bienes esenciales –de doce tipos, mientras que desde los bancos se reparten 29 productos básicos– del FEAD. «Antes de la pandemia recibíamos dos millones de kilos y en 2023 fueron 906.000», asegura. La explicación está en el incremento de los precios, indica. «Con el mismo dinero, se puede comprar menor cantidad», detalla, y cuenta que el año pasado ya no llegó a los almacenes ni aceite ni leche, «dos de los productos más esenciales». Así que los bancos autonómicos tuvieron que afrontar esos gastos con fondos propios y la «solidaridad» de las aportaciones. «En Castilla y León repartimos unos 150.000 litros al mes», especifica Mediavilla.
Pero este 2024 dejarán de percibir esos miles de kilos sufragados por Europa. Con el anterior sistema, el FEAD destinaba unos fondos económicos a los estados y éstos se encargaban de adquirir los alimentos directamente a los productores. Eran esos víveres los que distribuía el Ministerio de Agricultura entre los 54 bancos de alimentos españoles y de ahí pasaban a las entidades sociales que los hacían llegar a las familias.
Las condiciones de compra eran mejores de lo que serán ahora, considera, porque con el nuevo mecanismo la adquisición se hace directamente en los supermercados y «se podrá tener un 40 por ciento menos de alimentos con el mismo dinero». Pero, además, se «excluyen» algunos productos, como los «platos preparados» o algunos tipos de bebidas, indica. También deberá abonarse con las nuevas tarjetas todo lo vinculado a la higiene y limpieza, por lo que Mediavilla augura que del montante recibido tan solo «el 50 por ciento» se destinará a alimentación.
Y a partir de ahí todo son «incertidumbres». «Estamos en el marzo y aún no hay tarjetas ni se sabe cómo se va a desarrollar» una medida que ha sido «precipitada», señala antes de defender la trayectoria de los bancos en esta materia para poder gestionar el reparto de alimentos. «Mientras tanto, tendremos que atenderlos nosotros», asume, a la vez que augura «problemas» para el medio rural, donde no están presentes las grandes cadenas de supermercados. También la «burocracia» para presentar las solicitudes se prevé un lastre.
Así que con estas incógnitas los bancos están inmersos en un 2024 en el que algunas provincias ya han tenido que bajar las cantidades entregadas por no disponer de capacidad económica suficiente. Con lo que sí cuentan es con grandes instalaciones de almacenaje, que siguen recibiendo facturas de alquiler o luz. «Esto quizá obligue también a una reestructuración», aunque por el momento prefieren esperar y ver qué ocurre a partir de 2025, cuando serán las comunidades autónomas las que tendrán que gestionar el nuevo sistema de ayuda.
Lo que está claro es que desde ahora las diez entidades deberán subsistir con la aportación de las administraciones, las entregas de empresas y particulares y fondos propios para ayudar a unos beneficiarios que «se han estabilizado» en los últimos tiempos. En 2023, fueron 57.000 y el año precedente, unos 62.000, indica Mediavilla. «En 2024 están también estabilizados», dice, y perciben que quienes permanecen recibiendo apoyo se están «cronificando», pese a que «deberían haber bajado» por la mejora de la economía. Pero la inflación sigue golpeando más a quienes menos tienen, considera.
Más colaboración
«Ahora más que nunca necesitaremos del apoyo y la solidaridad que la sociedad siempre nos ha demostrado», concluye el presidente de la Federación regional. Un discurso que coincide con el del presidente del Banco de Alimentos de Ávila, Fernando Gutiérrez, que hace unos días auguró que este año sería «conflictivo» como consecuencia de las nuevas tarjetas monedero.
En su caso, indicó que la «necesidad aumenta» y que ante el desconocimiento de «cuándo y cómo llegarán» los dispositivos para que las familias compren directamente en los supermercados, la entidad abulense prepara una ayuda suplementaria de leche, azúcar, cacao y conservas que se distribuirán a los ayuntamientos de manera que se distribuya a los que lo requieran hasta que se pongan en marcha las tarjetas, informa Ep. Gutiérrez hizo estas declaraciones en el acto de la firma de un convenio con la Diputación, a través del cual el banco recibirá una ayuda de 15.000 euros para sus gastos generales –también podrán ir para alimentos, una vez sufragados los costes de luz, energía, alquileres o vehículos–.
La Junta de Castilla y León ya ha trasladado a las entidades que podrán contar con el mismo importe de subvención que recibieron el pasado año, señala el presidente de la Federación regional, aunque, anteriormente eso se utilizaba para gastos corrientes y para la contratación de al menos una persona para cada una de las entidades, que, fundamentalmente, realizan su labor a través los voluntarios.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, manifestó en su día que el Gobierno regional seguirá prestando su colaboración como garantía para la labor de los bancos en la atención a las necesidades. Se mostró también crítica con el nuevo sistema de tarjetas monedero, ya que, a su juicio «dejan fuera» a muchas personas «necesitadas» y tendrán «dificultades» para llegar al mundo rural.
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