DESDE LA RAYA
La última del año
Hacer y deshacer maletas, recibir con amor a los que llegaron y despedir también con amor a los que se han ido, estrellas que nos iluminan el camino
![La Escuela de Artes de Zamora](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/29/fachadazamora-RsN2HyMgb5L4RzBCA2HFPXK-350x624@abc.jpg)
En la frontera de diciembre resulta imposible no detenerse y hacer balance de lo vivido, lo aprendido, lo ganado y lo perdido en estos doce meses que en nada serán historia. Dicen que la última copa nunca se toma, pero sí existe una última columna, ... esta última de 2023, que produce cierto vértigo al mirar hacia atrás.
Hacer y deshacer maletas, recibir con amor a los que llegaron y despedir también con amor a los que se han ido, estrellas que nos iluminan el camino. Este año tan convulso en el que los pequeños pueblos de esta Raya Oeste son más pequeños en una España más desigual en manos de mercaderes del templo.
Año sangriento en el que la población inocente muere bajo las bombas, que no distinguen, no separan a los buenos de los malos; inocentes niños en las matanzas del siglo XXI mientras el mundo celebra al Dios del Amor en medio del odio. Año en el que la ruta por el agua hacia las Canarias se ha convertido en una travesía de muerte cobrándose la vida de quienes nada más tienen que perder. Migrantes, refugiados, parias de la tierra, que nos recuerdan cada día lo afortunados que somos.
La Escuela de Artes de Zamora luce en su fachada una flecha apuntando al cielo en memoria de Ricardo Flecha, Ricardo eterno, que ya contempla al Dios a quien tantas veces dio forma en la madera. Nuestra Belén, periodista, luchadora incansable, siempre al lado de las gentes del mundo rural, ya canturrea el «Ay, Campanera» por celestiales; la gran matriarca Esperanza cumplió los cien ahí arriba, inundando todo de amor y música, y aún me parece imposible que mi primo Manolo nos espere al otro lado para nuevos abrazos, brindis nuevos, tan temprano.
A los que se apearon de mi vida o dejé ir les deseo buen camino por lo bueno que dejaron; a los que siguen a mi lado les doy las gracias por tanto mientras descuento los días, las horas, en que el bebé de María -amiga, compañera, hermana pequeña- desanda el camino de sus entrañas para asomarse al mundo y cumplir el ciclo de la vida, que siempre se impone, y adivino la sonrisa de Dios en ese niño que llega, que es la alegría, el futuro, tanto por escribir.
Sé bienvenido, 2024.
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