Víctor Ullate se despide antes de dirigir la Compañía Nacional
FÉLIX IGLESIAS
VALLADOLID. Ullate recordó ayer con cierta amargura el despido «fulminante y atroz» cuando a principios de los ochenta tras crearla fue destituido de la dirección de la primera compañía nacional de ballet clásico de este país. Quizá, y falto preguntárselo en la rueda de prensa que ofreció ayer en el Teatro Calderón de Valladolid, si tras casi tres décadas aquel revés le permitió finalmente crecer como bailarín y coreógrafo, tal como se dedujo cuando afirmó que tras su salida «me propuse demostrar que también podía crear y dirigir».
De aquel reto nació una escuela y luego el Víctor Ullate Ballet, del que en sus 20 años de existencia ha formado a bailarines como Tamara Rojo o Ángel Corella.
Hoy y mañana en el coliseo vallisoletano esta compañía presenta «2 you Maestro», que conmemora sus 20 años de trayectoria con 17 piezas de otras tantas coreografías que jalonan el recorrido del Víctor Ullate Ballet. Además, tras 25 años sin subirse al escenario, el propio Ullate participa en el espectáculo aunque como hilo conductor de las coreografías.
Espectáculo dinámico
Tal como señaló el director artístico de la obra, Eduardo Lao, «2 you Maestro» es un espectáculo dinámico gracias a la variedad de estilos con los que se se presentan los bailarines de la compañía, lo que relativiza las tres horas de duración de la propuesta. Para encajar todas las coreografías seleccionadas, que «mantienen la frescura inicial», el trabajo de producción ha sido más costoso del habitual de una coreografía única.
En cuanto a su futura responsabilidad de crear y dirigir la Compañía Nacional de Danza Clásica, promovida por el Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid, Ullate no quiso desvelar los pormenores del proyecto, ahora en la mesa del ministro César Antonio Molina, aunque recalcó que no será una compañía de autor sino que la abrirá a los coreógrafos y bailarines, especialmente a aquellos que se han visto obligados a emigrar fuera de España, donde la disciplina del baile ha sufrido la incomprensión durante décadas de las autoridades políticas, a pesar de que «España da muchos y grandes bailarines», subrayó Víctor Ullate
El coreógrafo expresó su propósito de «dejarse la vida», si es necesario, para que la Compañía Nacional de Danza Clásica sea «una de las mejores del mundo» y para que «España esté orgullosa de ella».
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