Arte que invita a tolerar
El Herreriano permite adentrarse en el particular mundo artístico de Gabarrón y su empeño en «remover» conciencias
![Instalación «El mar que yo conozco» entre esculturas monolíticas](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/11/02/Imagengabarron10-kGN--1248x698@abc.jpg)
¿Qué le aconsejarías al secretario de Estado de la Organización de Naciones Unidas para lograr un mundo mejor y más justo en 2045 -fecha en la que el organismo cumplirá su primer centenario-? Esta pregunta, lanzada al espectador desde un vídeo en la ... exposición sobre Cristóbal Gabarrón que alberga parte del Museo Patio Herreriano de Valladolid , es a la vez una de las reflexiones a las que invita el trabajo de este artista vinculado a la ONU desde que en el año 1986 diseñara el sello que celebraba el Año Internacional de la Paz. Precisamente, la relación que ha mantenido el pintor y escultor de origen murciano con la organización internacional y su defensa de los Derechos Humanos es uno de los ejes de esta particular retrospectiva que reúne cerca de un centenar de piezas del creador, algunas de las cuales se ven por primera vez. El otro eje del programa expositivo tiene que ver con las raíces del artista, indisolublemente unidas a sus obras.
«Lo esencial visible 2», una de sus características tallas monolíticas de granito policromado, recibe al visitante antes de cruzar las puertas del Patio Herreriano, preludio de lo que se encontrará en el patio principal del museo junto a la gran escultura de los Reyes de Antonio López. También de lo que podrá ver en la Sala 9, que el comisario de la exhibición, Miguel Ángel Zalama, ha bautizado «Entre la tierra y el mar», haciendo alusión a la relación del trabajo del creador con Murcia, su tierra de origen, y también con Castilla y León, a donde emigró desde muy temprana edad y donde ha estado vinculado a lo largo de toda una trayectoria en la que, confiesa ABC, siempre ha estado «muy interesado en indagar nuevos materiales: pintura, escultura, cerámica...» a través de los cuales ha buscado «manejar los espacios».
De esa experimentación con los materiales dan cuenta los trabajos de esta sala en la que varios collages en tela sobre lienzo y la obra «Mar adentro», realizada en aluminio, envuelven seis esculturas monolíticas de granito y la más espectacular de las obras ubicadas en este espacio, «El mar que yo conozco», una instalación formada por varias barcas de distintos tamaños.
«Remover»
Dice el creador que su arte no tiene otra pretensión que la de «remover» y es el poso que le gustaría dejar con la exhibición, con la idea de contribuir a «formar mejor personas, con más tolerancia». «No hay ninguna presunción. Con que el espectador pueda hacerse alguna pregunta...». Y desde luego, si hay un trabajo que no deja indiferente en este breve pero intenso recorrido por su obra es el gran mural «Retablo de Caín» ubicado en el corredor norte, próximo a la capilla, ocupada también por creaciones suyas. En él, Gabarrón recurre a representar la práctica aún desgraciadamente común de colgar a los perros que ya no son útiles para la caza como alegoría de la violación de los Derechos Humanos. Quiere denunciar así «la barbarie de la incomprensión» y «ese cainismo que tenemos en la humanidad». En él plasma las figuras humanas en tonos azules y las de los animales en rojizos sobre un fondo oscuro, frío, en el que se vislumbran una especie de llamaradas. Para el artista, el manejo del color, al igual que le ocurre con la luz, «es un tema muy complejo» por su «información plástica y visual» pero también «conceptual» y por ello confiesa que sus más de 50 años de trayectoria artística «nunca» ha dejado de investigar sobre ello: «Esos estudios del color unidos a la luz y a los vacíos es lo que produce que mi obra actual sea así». Acompaña al mural poemas de Carlos Aganzo en los que el escritor y periodista hace alusión a artículos de la Declaración de los Derechos Humanos como la libertad de pensamiento, a manifestar una opinión o creencia o el derecho a nacer en igualdad, entre otros.
Precisamente las ilustraciones que Gabarrón realizó para los 30 artículos del citado documento son algunas de las piezas incluidas en la Sala 0, dedicada a la relación que el creador ha mantenido con la ONU. Envuelven las treinta obras uno de los sus últimos trabajos, encargado por el Gobierno indio para conmemorar el 150 aniversario del nacimiento de Gandhi y que lleva por nombre «La cabeza del gigante». Entre las obras de este espacio se pueden ver también el diseño que hizo para el mencionado Año Internacional de la Paz , parte de la cartelería para los Objetivos del Milenio y bocetos realizados para el «Universo de la Luz», su obra más monumental que se exhibe junto a la Iglesia de San Pablo y que conmemora los 75 años de la ONU.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete