La alargada huella de dos años de una pandemia «horrible»
Profesionales sociosanitarios que han trabajado en primera línea desde la llegada del Covid cuentan su experiencia y sus reflexiones sobre lo vivido
Más de 667.000 casos y 13.442 fallecidos en Castilla y León es el trágico balance que ha dejado el Covid cuando se cumplen dos años desde que la OMS lo declaro pandemia y el país se parase por el primer estado ... de alarma declarado para frenar una enfermedad de la que poco o nada se conocía hasta ese momento . Tras meses de duro trabajo, el cansancio físico y psicológico se acumula en unos sanitarios que empiezan a ver algo de luz aún con incertidumbre sobre si la sexta ola será por fin la última.
Noticias relacionadas
1
![José Ramón Casal, presidente de honor de la Sociedad de Médicos de Urgencias y Emergencias y jefe de ese servicio en el Hospital de El Bierzo](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2022/03/12/emergencias-bierzo-k12E--510x287@abc.jpeg)
«Lo más duro ha sido ver pacientes que han fallecido solos, sin ver a su familia»
Difícil era creer en un principio que una enfermedad que se había originado en China podría impactar en Castilla y León, pero fue «llegando» y se convirtió en el momento «más duro» que han tenido que padecer los sanitarios. «Recuerdo que salí de la primera reunión del comité de expertos asustado. Se hablaba de comprar millones de mascarillas, cientos de respiradores... Hasta el momento eso era impensable», explica el presidente de honor de la Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias de Castilla y León y jefe de ese servicio en el Hospital del Bierzo, José Ramón Casal, que, además, forma parte del comité asesor en esta materia. Precisamente, fueron las urgencias las que se pusieron «al frente» de la atención por ser la vía de entrada de los pacientes. Hubo, entonces, que establecer dobles circuitos de entrada a los hospitales y carpas exteriores de triaje . Casal recuerda especialmente la «incertidumbre», el no saber a qué se estaban enfrentando y que «los protocolos cambiaban muchísimo».
Lo más duro, «los pacientes que han fallecido solos» , que «las familias no pudieron despedirse» ni darles la mano en ese último momento. «Ha sido terrorífico» , pero también lo ha sido perder a compañeros afectados por el Covid y ya, en el terreno más profesional, tener que trabajar «entre 6 y 8 horas»con un EPI de los pies a la cabeza en pleno verano.
Cansancio psicológico
Al echar la vista atrás a estos dos últimos años, revive lo atravesado como un«reto asistencial, organizativo y personal» en el que los sanitarios han dado todo de sí mismos. «Hicimos lo que pudimos y creemos que, en general, salió bien» , relata. «En la primera ola fue muy duro y se te caía el alma a los pies cuando llegaba otra onda». Y es que el agotamiento es mucho y empieza a aflorar. «Estamos muy cansados psicológicamente. Siempre pensamos que seremos capaces de aguantar otra ola más, pero ya van seis », expresa con la confianza de que «ésta sea la última» porque han visto ya «varias luces al final del túnel» .
El aluvión de enfermos con Covid en urgencias del inicio ha pasado a ser actualmente un goteo —un 1 ó 2 por ciento–, pero a la vista de lo sucedido en otras ocasiones, Casal apuesta por «no eliminar»todas las restricciones «en dos días» para evitar que una nueva oleada sacuda otra vez a un sistema «que ha demostrado estar a la altura » en todo este tiempo. Por ello, pidió al Gobierno que «tome notay lo proteja».
2
![Pedro Enríquez, jefe de servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Río Hortega de Valladolid](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2022/03/12/roberto-uci1-k12E--510x287@abc.jpg)
«Tenemos muy buenos profesionales que se pusieron al frente sin preguntar»
Como «un choque tremendo» vivieron en las unidades de cuidados intensivos la llegada del Covid. Desde los primeros días de marzo de 2020 vieron como se llenaban sus camas de enfermos que empeoraban en muy poco tiempo a consecuencia de un virus desconocido para unos profesionales sanitarios que no habían visto hasta ahora tal «sobrecarga». Además, de pacientes con una «mortalidad muy alta» , sobre todo en la primera ola. Las plazas de las UCI tuvieron que ampliarse ante una demanda disparada y una permanencia «muy larga», atípica hasta entonces.
«Hasta 33 días, cuando en otras patologías suele ser 6 ó 7» , asegura el jefe de servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Río Hortega de Valladolid, Pedro Enríquez. «Llegaban enfermos muy graves y los que venían precisaban ventilación mecánica en un 90 por ciento de los casos», explica al recordar una situación que califica de «muy límite», agravada por tener que trabajar durante largas horas con los equipos de protección.
«El principio fue un shock para todo el sistema sanitario, algo que no habíamos vivido nunca», insiste, al que siguieron olas que pudieron ya «contenerse más» y en las que los enfermos no «llegaban tan en bloque». Y dos años después, todo lo vivido «debería hacernos reflexionar para mejorar» . «Volver a lo que teníamos en 2019 sería un error, hay muchos aspectos que han cambiado», asegura, antes defender que se debe «tender a más camas»de críticos.
Más camas de UCI
Otra de las enseñanzas que, a su juicio, se pude extraer de estos duros meses de trabajo es que «la gestión clínica debe estar descentralizada». «Se ha demostrado que el sistema sanitario ha respondido y eso es un valor», por lo que «debería confiar en sus profesionales».
La «sobrecarga de pacientes graves en un periodo corto de tiempo», «muchos meses trabajando con una ocupación muy alta», «la sensación de miedo» y «el temor a no tener camas suficientes» generó sensación de «ansiedad»en un colectivo «lleno de buenos profesionales que, cuando hubo cosas difíciles, se pusieron al frente sin saber nada y sin preguntar». A día de hoy, la UCI del Río Hortega de Valladolid sigue viendo casos con Covid y, pese a que a nivel social «se ve la luz al final del túnel», sigue con una ocupación bastante elevada, ahora ya con más pacientes sin el virus. «No sé qué va a deparar el futuro, pero creo que está enfermedad persistirá y, con una vacunación amplia, afectará sobre todo a personas con enfermedades debilitantes, a lo que habrá que dar respuesta», concluye
3
![Isabel Gutiérrez, médico de Atención Primaria y vicepresidenta de la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria en Castilla y León](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2022/03/12/centro-salud-isabel-k12E--510x287@abc.jpg)
«Nos hemos esforzado todos mucho, pero debemos tener un poco más de paciencia»
La Atención Primaria también ha cargado sobre sus espaldas el peso de la pandemia. Primera vía de entrada de pacientes menos graves, seguimiento de los enfermos, pruebas de detección y trámites burocráticos para bajas laborales han hecho mella en una especialidad que «ya venía sobrecargada de antes». «No sé de dónde hemos sacado las fuerzas, pero lo hemos hecho y muy bien», considera Isabel Gutiérrez, médico en el Centro de Salud Delicias de Valladolid y vicepresidenta de la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria de Castilla y León.
En especial, han sentido el temblor de la sexta ola como un «desbordamiento absoluto , con Covid solapado con gripe y otras infecciones» y «compañeros que han llegado a ver 70 pacientes al día», un nivel que «afortunadamente» ya ha descendido.
«Ahora estamos más tranquilos, pero la sensación es de agotamiento», indica una profesional que al principio de la epidemia, cuando existía un«miedo generalizado»y la población estaba confinada y «muy asustada»ante una situación desconocida hasta la fecha, continúo con las visitas presenciales al centro de menores donde también presta servicio.
«No sabías que te ibas a encontrar y te protegías como podías. Mi obligación era trabajar y así lo hice, aunque miedo hemos tenido todos», expresa Gutiérrez, que, pese a tener un cupo reducido de pacientes, sí ha tenido, como muchos de sus compañeros, que asumir la sustituciones de personal que iba cayendo contagiado.
Aprender de lo ocurrido
«Lo más duro ha sido perder a gente, personas que tenían nombres y apellidos y familiares y amigos que les quería », lamenta. Cree, además, que es importante «aprender» de lo ocurrido y que algunas cosas han venido para quedarse y pueden aportar. Como ejemplo, cita las consultas telemáticas, teniendo siempre presente que la presencialidad y el examen del paciente deben estar muy presentes porque es «la razón de ser» de su profesión. «Puede tener valor limitado, para asuntos como dar resultados o determinadas interacciones, si lo valoran tanto el médico como el paciente», expresa.
Pero, antes de hablar ya del fin de la pandemia, aboga por ser aún prudentes. «Nos hemos esforzado todos bastante, pero hay que tener un poco más de paciencia», señala para defender que retirar todas las medidas de protección de un plumazo provocaría un nuevo incremento de los casos. «Aún sigue muriendo gente» , recuerda.
4
![Elena Gordo, enfermera de UCI](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2022/03/12/elena-enfernera-k12E--510x287@abc.jpeg)
«Al principio fue un horror. Con el tiempo hemos normalizado más la situación»
Un horror». Con esas palabras define como fue la llegada del Covid la enfermera Elena Gordo, que ha atravesado los dos años de pandemia en las UCI de los dos hospitales de la ciudad de Valladolid. « El desconocimiento y el miedo eran brutales» , relata al recordar que no sabían cómo actuaba el virus, cómo podían infectarse...
El temor era «indescriptible, horrible», rememora. «Al llegar a casa te duchabas, lavabas toda la ropa y yo me iba a otras habitaciones. Quería estar sola por si contagiaba a los demás», indica para narrar lo que ha vivido como parte del colectivo sanitario que ha asumido más contagios desde el inicio de la epidemia.
«Éramos las que entrábamos con los pacientes y en muchos casos nos sentimos desamparadas, abandonadas a nuestra suerte», lamenta, porque cuando sobrevino la epidemia los medios de protección escaseaban y hubo que doblar turnos por el volumen de enfermos que debían atender.
«Ha habido muchos momentos muy duros. Se me pone la piel de gallina de recordarlos », expresa, como cuando tenían que sedar a pacientes y les preguntaban si se iban a despertar. «El paso del tiempo ha hecho que normalicemos más la situación»y que «ahora se trate un Covid como cuando se atiende una neumonía o un traumatismo craneoencefálico». «Hoy estamos mucho más tranquilos», pero lo cierto es que en las UCI por las que Elena ha pasado no han dejado de tratar casos de Covid y ya «hay mucho cansancio».
5
![Xoan González, trabajador de la Residencia de Mayores Cardenal Marcelo de Valladolid](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2022/03/12/xoan-residencia-k12E--510x287@abc.jpeg)
«A los mayores les costó ponerse la mascarilla, pero ahora no se la quieren quitar»
El Covid borró las actividades en grupo y las acciones colectivas en las residencias de ancianos. La vida se transformó en estos centros, muy golpeados durante las primeras olas de la pandemia, y obligó a los profesionales a «reinventar»su trabajo.
Así lo asegura Xoan Manuel González, el responsable de esas actividades en la Residencia Cardenal Marcelo, dependiente de la Diputación de Valladolid, que, durante los meses iniciales, vio como se contagiaban casi todos los residentes, aunque la mayoría sin síntomas. Todos tuvieron que confinarse en sus habitaciones y «fue una decisión valiente restringir los movimientos» para evitar más contagios.
Entonces, Xoan se encargó de transmitir información a los familiares. «Íbamos con la tablet para ir haciendo videollamadas» , recuerda. Poco a poco, pudieron volver a salir al jardín y con la mejoría de la situación, tras sucesivas olas, se recuperaron con prudencia las visitas. Pero su trabajo «sigue siendo diferente al que hacía en 2019», ha «reorientado»su labor porque aún siguen sin hacerse grandes actividades conjuntas.
«Hemos tenido que multiplicar los estímulos », explica, para que los mayores no se vieran privados del estímulo social y cultural. Y se han acostumbrado a la nueva normalidad. «Les costó ponerse la mascarilla, pero ahora no se la quieren quitar. Actúan con mucha responsabilidad», resume.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete