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El acusado por celebrar la Nochevieja a tiros: «Señoría, estaba borrachillo y pensé que era un arma de fogueo»

La Fiscalía solicita diez años de prisión por un delito de tenencia y depósito de armas de guerra por los hechos ocurridos en Valladolid en 2018

El acusado por celebrar a tiros la Nochevieja en Valladolid durante el juicio en la Audiencia Provincial EFE

ABC

«¡Señoría, esa noche estaba borrachillo y pensé que se trataba de un arma de fogueo!». Con estas palabras se ha justificado este martes ante el juez Rafael R.L, del clan conocido como «Los Monchines», al ser preguntado durante el juicio que se sigue contra él en Valladolid sobre por qué festejó con una ráfaga de tiros la Nochevieja de 2018 blandiendo lo que parece tratarse de u n subfusil semiautomático , algo que podría llevarle a pasar la próxima década entre rejas.

El juicio por tales hechos ha quedado visto para sentencia en la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial, donde la acusación pública ha mantenido invariable su petición de diez años de cárcel por delito de tenencia y depósito de armas de guerra , con la agravante de reincidencia , junto con la prohibición para el derecho a la tenencia y porte de armas por espacio de 13 años, frente a la absolución solicitada por la defensa -alega que no se ha intervenido el arma y que ésta era de fogueo- y que, alternativamente, en caso de condena se aplique la atenuante de intoxicación etílica.

El encausado ha relatado al tribunal que celebró la Nochevieja de 2018 con sus seis hijos y demás familiares mediante la ingesta de todo tipo de bebidas alcohólicas, entre cerveza, vino y whisky, y que al término de la cena salió a la calle y alguien que andaba por allí le cedió gustosamente una «pistola de fogueo» que utilizó para disparar al aire una ráfaga.

«Esa noche nos pusimos de esa manera. Yo estaba muy a gustito, borrachillo, me pasaron la pistola, la utilicé y luego la devolví », ha alegado el «Monchín», quien, en declaraciones recogidas por Ep, ha asegurado que el arma, que él creyó de fogueo, la tuvo luego unos segundos y acto seguido la entregó de nuevo a su propietario, de quien asegura que no era miembro de su familia y al que no conocía.

Rafael, que ha incidido en los problemas de alcoholismo que tenía y que aún le acompañan, ha enmarcado lo ocurrido aquella noche en lo que ha calificado de «tradición», en referencia al rito de celebrar a tiros el cambio de año que por aquellos días generó la alarma en Valladolid al registrarse varios incidentes de este tipo en los barrios de las Viudas y Pajarillos.

«No controlaba»

Uno de sus hijos, José Enrique R.R. («Boni»), quien aparece en las imágenes disparando con una pistola y que se encuentra inmerso en otro procedimiento distinto, se ha acogido a su derecho de no declarar, mientras que otros familiares, su sobrino Israel y su nuera Desiré, han tratado de «echar un cable» al acusado al incidir en su grave problema de alcoholismo.

Así, el primero de ellos ha ratificado la versión de que aquel día su tío se había pasado con el alcohol. «Ya saben como somos los gitanos. Nos desfasamos bebiendo esa tarde y luego bebimos más en la cena. El más borracho de todos era el Rafa, que, la verdad, no controlaba », ha remarcado el también integrante del clan de los «Monchines».

Aunque la defensa y el propio encausado sostienen que era de fogueo el arma que aparece en las imágenes, con cuyo visionado se ha iniciado el juicio, el jefe de la Brigada de Homicidios, que actuó de instructor del atestado, tiene claro que el subfusil Ingram MAC 10 utilizado por Rafael era d e fuego real, algo que luego han venido a ratificar dos peritos de la Brigada de Policía Científica .

«La valoración profesional es que era de fuego real por el retroceso del arma. Si fuera de fogueo el retroceso es menor. Yo he disparado subfusiles y no tengo duda de lo que digo » , ha enfatizado el agente de la Policía Nacional.

El agente también ha explicado que la detención del procesado se produjo a raíz de que en los primeros días del recién estrenado 2019 empezaran a circular por redes sociales imágenes de varios tiroteos en Valladolid , entre ellos el protagonizado por Rafael y su hijo «Boni».

En dicha grabación, de escasos 18 segundos en dos secuencias distintas pero concatenadas, se ve primero al acusado disparar desde la ventana de su vivienda y luego, ya en la calle, al hijo utilizar tres veces una pistola y acto seguido al padre hacer lo propio con el subsfusil con el que dispara una ráfaga.

El agente ha identificado, sin duda alguna, la vivienda de Rafael, situada en la calle Duero, en el barrio de Las Viudas , puesto que, como así ha precisado, no es la primera vez que ha tenido que ir por motivos profesionales.

El funcionario sostiene que la persona que aparece inicialmente disparando desde dentro del piso con el subfusil, en concreto desde una de sus ventanas, la que da a la calle Adaja, no es otra que el procesado. Incluso ha precisado que en las imágenes se ve cómo uno de los cartuchos percutidos queda depositado en el alféizar de la ventana.

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