'El tío Zacarías', listo para moler este mes

«Este trabajo es parte de un esfuerzo para preservar y revitalizar elementos únicos del patrimonio local como este símbolo histórico situado arriba en el monte, en un enclave muy singular,«, confiesa el alcalde.

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Cuando esté terminada la restauración, la idea del alcalde es comenzar de nuevo con el calendario de moliendas «para poner en valor uno de los atractivos turísticos más importantes de Los Yébenes y reforzar su posición como destino turístico de referencia en la comarca de los Montes de Toledo, combinando historia, naturaleza y patrimonio para atraer a visitantes; es algo inherente al pueblo».

El molino del tío Zacarías, uno de los pocos de Castilla-La Mancha que cuenta con la maquinaria para la molienda, permitirá continuar un legado cultural propio del municipio y se programarán moliendas para finales del invierno todos los sábados y domingos. «Es muy llamativo, curioso y emocionante estar dentro. Tiene la maquinaria de molienda completa, contando con la rueda catalina, la linterna, y las piedras de moler volandera y solera«, añade Jesús Pérez.

El molino cuenta con un eje que sostiene cuatro aspas rectangulares, conformadas a su vez por cuatro o seis listones longitudinales y quince o más travesaños.

Es una construcción cilíndrica de mampostería trabada con argamasa blanqueada en cal. La cubierta es de madera, y la puerta de acceso, incrustada en la pared, presenta una ventana rectangular, a la altura de la camareta interior, así como otras ventanas superiores del moledero para comprobar el viento. En la planta baja o silo se guardaban aperos y el hito y los costales de trigo. De la derecha del silo parte la escalera de caracol de acceso a las dos plantas superiores: la camareta y el moledero. La camareta aloja la instalación del limpiado del grano y una alacena para guardar herramientas. El moledero alberga la maquinaria base del funcionamiento del molino. En el exterior se encuentran el palo de gobierno y las aspas.

El municipio de Los Yébenes cuenta con otros dos molinos. El Torrecilla, con una estructura similar al anterior aunque en peor estado de conservación. Construido en mampostería y enfoscado y enlucido en mortero de cal. Su palo de gobierno no está completo. Las dos aspas que quedaron a salvo en el molino del tío Zacarías, se aprovecharán para El Torecilla, lo que variará al alza el presupuesto de la restauración.

A unos 50 metros se aprecian los restos de un tercer molino parcialmente derruido que aún conserva parte del muro de su estructura. Podría recuperarse en los próximos años, reconoce el alcalde.