SOS de Yunclillos: los vecinos con pozos de agua ofrecen sus casas a otros para asearse
El alcalde ha pedido la presencia de la UME y treinta militares voluntarios de la base militar El Goloso están ayudando en las labores de desescombro y limpieza
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![Militares voluntarios en Yunclillos para colaborar en las tareas de limpieza](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/06/yunclillos-R1Spshw9vqWW92SMq4ICSnI-1200x840@abc.jpg)
La noche del domingo, la riada provocada por la DANA atravesó y arrasó Yunclillos, un pueblo toledano de unos 850 vecinos que sigue sumido en el fango después de casi tres días. «El arroyo con un caudal de unos 60 metros de anchura se encontró con una canalización subterránea de apenas dos metros y medio, con lo que reventó todo y el agua subió en la plaza más de dos metros», explica a ABC su alcalde, Manuel Zamarreño.
Decenas de casas bajas y de dos plantas inundadas en una plaza de un kilómetro de largo por cincuenta metros de ancho. «La mitad del pueblo es la plaza», dice gráficamente el edil de un municipio donde la farmacia, el consultorio médico, la tienda de alimentación y los dos bares han quedado devastados. «Nos hemos quedado sin nada», resume Zamarreño. «Tuvimos un río Tajo cruzando el pueblo, con cerca de 700 metros cúbicos por segundo», dibuja Joaquín Romera, concejal del Ayuntamiento y vicepresidente de la Diputación de Toledo.
No hay que lamentar daños personales «porque fuimos sacando a mucha gente, sobre todo mayor, la primera noche y un chico con una casa rural acogió de manera altruista a algunas personas», relata Zamarreño.
Hay vecinos, la mayor parte de edad avanzada, que se han marchado del pueblo a casas de familiares, como en Madrid, Getafe o Leganés, mientras otros permanecen en Yunclillos acogidos por otros parientes.
Este pueblo es uno de los afectados por la falta de suministro de agua desde el embalse de Picadas. Como no tienen ni para ducharse, vecinos con pozos están ofreciendo sus casas a otros para que vayan a asearse, cuenta el alcalde por teléfono mientras ayuda en el reparto de agua potable. «El restaurante El Bohío de Illescas y Aqualia nos han traído agua para beber», continúa Zamarreño, quien también ha abierto sus puertas a las personas que necesiten asearse porque su casa tiene pozo. «Todo es muy triste, pero no queda otra. Y todos los vecinos se están volcando», añade orgulloso el alcalde.
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Los ciudadanos de los alrededores también están respondiendo, como Pablo Fontelos, un ganadero de Lominchar que ha llevado maquinaria para retirar el barro y los escombros. Pero en Yunclillos faltan contenedores para llevar a puntos limpios los muebles inservibles que la gente está sacando a la calle, algo que están aprovechando también los chatarreros.
Desde el Ayuntamiento se ha pedido auxilio a todas las instituciones posibles y al Ejército. «Hemos solicitado ayuda a la UME [Unidad Militar de Emergencias] y estamos a la espera de que la Delegación del Gobierno [de Castilla-La Mancha] lo autorice o no. Necesitamos toda la mano de obra posible», ruega Zamarreño.
De momento, treinta militares del acuartelamiento madrileño de El Goloso, compañeros de un vecino de Yunclillos, se han personado voluntariamente este miércoles en el pueblo para ayudar en las tareas de limpieza. «Fue llamar y venir», dice el alcalde.
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