Una plantilla policial que vale su peso en medallas y profesionalidad
Cuatro agentes locales de Casarrubios del Monte, su jefe por partida doble, serán condecorados por la Junta de Comunidades reconociendo méritos profesionales
Buscando cultivos de marihuana con 'Palomo' y 'Tábano'
![Juan García, en primer término y de espaldas, será condecorado el año que se jubila](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/05/02/juan-RVdwQrITAvcHp48z5mYEluJ-1200x840@diario_abc.jpg)
Podría ser el once titular de un equipo de fútbol, porque diez agentes más uno en comisión de servicio forman la plantilla de la Policía local de Casarrubios del Monte, una localidad toledana que linda con Madrid. O podría ser el once titular del Real Madrid porque «el 90 por ciento» son 'merengues', asegura su jefe, José Javier Silva, quien podría hacer las veces de entrenador y jugador. «Salvo uno, que es del Athletic Club», suelta inmediatamente.
Pero si por algo destaca este equipo este año es por el número de medallas que varios de sus agentes podrán lucir a partir del próximo lunes. Ese día, cuatro de ellos serán condecorados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha con un total de cinco preseas.
Dos colgarán del pecho de José Javier Silva: una, al mérito profesional en su categoría de oro por su trayectoria y su colaboración con la Policía Nacional y la Guardia Civil en operaciones contra unos delincuentes muy peligrosos dedicados a robos; y la otra, plata, por sus 20 años como agente en Castilla-La Mancha.
También plata, pero al mérito policial, será la que reciban el lunes sus compañeros Juan García, José Fernando Ramírez y Mario Molina. Los tres serán condecorados por la misma intervención el verano pasado: detuvieron a un individuo con bastantes antecedentes que raptaba a unas menores en este pueblo con 6.800 habitantes censados. «Fue un hecho puntual», aclara rápidamente Silva para que no se piense que Casarrubios del Monte es un municipio sin ley.
Juan García trabaja como policía desde hace tres décadas, la mitad en Almorox (Toledo) y la otra mitad en Casarrubios, donde se jubilará en agosto al cumplir 60 años. «Es un agente de los de quitarse el sombrero», subraya su jefe, quien tiene palabras de admiración hacia él: «Su trayectoria profesional es ejemplar».
No es la primera vez que se reconoce su valía, tanto por la Junta como por el ayuntamiento de su pueblo. Una vez fue por su actuación en un incendio acompañado de su jefe y otra, cuando él y un compañero salvaron la vida a un crío con una parada cardiorrespiratoria al caer a una piscina en 2020. «Estaban en uno de los controles que se hacían por la pandemia, lo dejaron cuando recibieron el aviso y llegaron a tiempo», resume Silva.
Veinte años uniformado lleva José Fernando Ramírez -los primeros cinco en Ugena (Toledo) y después en Casarrubios-, mientras que Mario Molina suma ya ocho años como policía, los primeros en Villarta de San Juan (Ciudad Real) antes de llegar a la localidad toledana hace dos y medio. «Mario fue condecorado por el ayuntamiento por sacar de un incendio en una vivienda a una persona que estaba durmiendo», recuerda su superior.
Silva deja bien claro que el pueblo no quedará desprotegido el lunes cuando cuatro de sus policías vayan a recoger sus distinciones. «Ya está todo organizado y todo se ha cuadrado sin problemas», afirma el responsable del equipo, la mayoría condecorado por su propio consistorio. De ellos, el jefe es quien más medallas suma, con siete, y está a la espera de otra de la Guardia Civil por colaborar en una operación. Será con distintivo blanco, pero nada que ver por ser casi toda la plantilla del Real Madrid.
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