Javier, el policía que detuvo al atracador que robó 67.000 euros de un banco en Cabañas de la Sagra: «Me dijo que venía de fiesta»
El agente relata a ABC cómo fue el arresto, el mismo día que se incorporó al trabajo después de sus vacaciones de verano. El delincuente, de 51 años y sin antecedentes policiales, había vuelto cinco días después para atracar otra vez en la misma sucursal
La Guardia Civil encontró en el domicilio del presunto ladrón armas de fuego simuladas, numerosas máscaras y pelucas. Ahora duerme en prisión
Detienen al autor de un atraco a punta de pistola en un banco en Cabañas de la Sagra
Javier es el policía local de Cabañas de la Sagra que ha puesto fin a las andanzas de un presunto atracador de 51 años sin antecedentes policiales, que duerme ahora en prisión y cuya detención, la mañana del lunes 28 de agosto, se ha conocido este jueves.
Era su primer día de trabajo después de las vacaciones de verano y sabía, por los compañeros de la Guardia Civil, que había habido un atraco cinco días antes en la sucursal de Liberbank en esta población toledana de unos 2000 habitantes. Contaba además con una descripción del delincuente y del vehículo con el que había cometido el golpe el 23 por la mañana.
Ese día, el delincuente había entrado armado con una pistola, ocultando su rostro con una mascarilla y unas gafas de sol. Había amenazado a la única empleada de la oficina, a la que obligó a abrir la caja fuerte para llevarse 67.000 euros y también a limpiar con un trapo y amoníaco los muebles donde él había tocado. Quería eliminar posibles huellas.
Con la Operación Wigto en marcha, el atracador volvió a intentarlo la mañana del 28. Intentó acceder nuevamente a la sucursal, situada en la plaza de España, pero desde el interior el personal le indicó que no estaba abierta al público. Desistió y, cuando se marchaba, en su camino se cruzó Javier, quien se encontraba de patrulla en un vehículo oficial.
El agente relata a ABC que le llamó la atención una persona con una peluca puesta, unas gafas de sol y una mochila. Iba andando hacia una calle paralela a la del Liberbank, donde había aparcado un turismo que coincidía con la descripción que le había facilitado la Guardia Civil. Al ver que el hombre entraba en el coche, Javier decidió actuar y lo identificó. Le pidió su DNI y le preguntó por la mochila, lo que provocó nerviosismo en el sospechoso. «También le pregunté por la peluca que llevaba puesta y me dijo que venía de fiesta; le pregunté por qué vestía ropa de trabajo y me dijo que iba a trabajar...».
Extrañado por esas respuestas, el policía comprobó el interior de la mochila y encontró un arma de fuego con apariencia de ser real. «Entonces la tensión aumentó, creí que podía ser el atracador y procedí a engrilletarlo y a registrarlo». El sujeto forcejeó e intentó marcharse, sin conseguirlo. Encima llevaba mucho dinero: en la cartera, numerosos billetes de 50 euros, y en los bolsillos del pantalón, de 10. Tenía además entre sus ropas unas bridas, un cúter, una mascarilla y cinta americana.
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Con todo, el policía avisó a la Guardia Civil: «Llamé a los compañeros de investigación, con los que tenemos muy buena relación, y les dije que tenía a ese señor. No se lo creían. Finalmente llegaron y se pudo registrar el vehículo, porque al estar yo solo únicamente podía estar pendiente del hombre». En el turismo, un Toyota Aris de color gris, había más dinero y tenía más útiles para enmascararse.
En el posterior registro de su domicilio, se localizaron otras tres armas de fuego simuladas, 25.000 euros en efectivo, así como numerosas máscaras, gafas -algunas de sol- y pelucas para ocultar su identidad en los robos. Ahora, el presunto atracador, español y de Fuenlabrada (Madrid), duerme entre rejas.
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