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Cae en un pueblo de Toledo de 2.000 habitantes un presunto traficante de drogas húngaro que buscaba su país

sucesos

La Policía Nacional encontró en el sótano de su vivienda en San Román de los Montes un cultivo ilegal con 1.124 plantas de marihuana. El fugitivo, de 40 años, usaba documentación falsificada como ciudadano de Rumanía. También fue detenida su pareja sentimental, una compatriota de 27 años

En un armario tenían cientos de medicamentos para el aumento del rendimiento deportivo

El sospechoso que fue delatado por vecinos de Gálvez: detenido por tráfico de drogas, lo buscaba un juzgado a 500 kilómetros

Parte de la plantación policía nacional
Manuel Moreno

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Estaba a 2.500 kilómetros por carretera de su país, que lo buscaba por un presunto delito de tráfico de drogas. Este húngaro de 40 años, que se movía con documentación falsificada, fue detenido el pasado viernes por la Policía Nacional en San Román de los Montes, un pequeño pueblo toledano de 2.000 habitantes a quince kilómetros de Talavera de la Reina.

Su arresto y el de su pareja sentimental, una compatriota de 27 años, se han conocido este jueves, después de que las pesquisas de los agentes de la comisaría de la Ciudad de la Cerámica y del Grupo de Localización de Fugitivos los condujeran hasta allí.

Residían en una vivienda unifamiliar, cuyo sótano habían convertido en un cultivo ilegal de marihuana a gran escala. Así lo constata el hallazgo policial durante un registro del día 19: repartidas por cuatro estancias, encontraron 1.124 plantas en un avanzado estado de crecimiento.

Pero no sólo eso. La pareja guardaba también 4.450 euros en efectivo y, dentro del armario de un dormitorio, había cientos de medicamentos para el aumento del rendimiento deportivo: esteroides anabólicos (versiones sintéticas de testosterona), hormonas de crecimiento y estimulantes, que supuestamente vendían para el dopaje deportivo.

Sobre el fugitivo pesaba una orden de detención europea por parte de Hungría, su país natal, como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. Pero, como usaba documentación falsificada para hacerse pasar como rumano, logró burlar a las autoridades policiales hasta la pasada semana.

Con todo, fue detenido por tres supuestos delitos: falsedad documental, contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. A su pareja le atribuyeron los dos últimos.

Ambos pasaron a disposición del Juzgado de Primera e Instrucción número 4 de Talavera, pero no ha trascendido su situación procesal por esta operación. Es la segunda a gran escala que la comisaría local de la Policía Nacional realiza en lo que va de año, con un total de 6.000 plantas incautadas.

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