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Los hermanos Rubio, escudo y alma de la Unión Balompédica Conquense
Reportaje
Iván y Héctor, hijos del árbitro Rubio Iniesta, que pitó ocho temporadas en Segunda, son la esencia de un equipo que va como un tiro: líder destacado de Tercera, apenas ha encajado seis goles y no ha perdido ninguno de los 18 partidos disputados
![Iván Rubio celebra un gol en una imagen de hace unos años. A la derecha, su hermano Héctor y a la izquierda, Pablo Coscolín](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/02/03/hermanos-rubio-conquense-RzIr31zo5EONZvLR6e5pnaJ-1200x840@abc.jpg)
El padre de Iván y Héctor es Emilio José Rubio Iniesta, colegiado con más de 150 partidos en Segunda entre 1996 y 2004 y también con experiencia como asistente en Primera. Mientras Héctor, de 31 años, dice que vieron «poco» de pitar a su padre, si acaso «alguna vez por la tele», Iván, un año más mayor, recuerda «ir al 'Calderón' cuando el Atleti estaba en Segunda». Y añade, ahora que el colectivo está tan cuestionado: «Tendemos a ver al árbitro como a una persona a la que le da igual fallar, pero mi padre cuando lo hacía no dormía bien y lo pasaba mal. Al final, respetas mucho más su trabajo».
Iván Rubio es el capitán de la Unión Balompédica Conquense, que va como un tiro. Líder destacado del grupo XVIII de Tercera RFEF, apenas ha encajado seis goles y no ha perdido ninguno de los 18 partidos que ha jugado (doce y victorias y seis empates). Por poner los datos en contexto, entre los 324 equipos de toda España que compiten en esta categoría sólo hay otro que tampoco ha sido derrotado (el Coria extremeño) y sólo son tres los que han recibido menos goles (Real Ávila, Ibiza Pitiusas y Poblense).
«Son números que no hubiésemos pensado en verano. El trabajo está siendo muy bueno desde el primer día y va a ser difícil mantenerlo en la segunda vuelta. Después de unos años en los que no cumplimos los objetivos, el primero era entrar en 'play off'. Sin embargo, yo conocía a todos los fichajes que fueron llegando, más las renovaciones, y sí que creía que podíamos aspirar al primer puesto», admite Iván, que lleva en el Conquense desde 2016, ocho temporadas consecutivas.
«En el vestuario no hay que frenar la euforia porque sabemos que queda mucho y que hay rivales que nos van a pelear hasta el final. Sabemos que esto es muy largo y que nada es definitivo. La situación es inmejorable, pero pierdes dos partidos y cambia totalmente», expresa Héctor Rubio, que aterrizó igual en 2016, aunque hubo una temporada que se marchó al Villarrubia (la 2018-2019).
El Conquense manda en Tercera con 42 puntos, cuatro más que el Cazalegas y doce más que el Toledo, precisamente sus dos próximos rivales. Este domingo, a las 12:00, visitan al Cazalegas y el siguiente reciben al Toledo en 'La Fuensanta'. Por tanto, es la hora de jugarse las habichuelas. «Creo que tenemos mucho que ganar y menos que perder», considera Iván, consciente de la ventaja en la tabla de su equipo.
«Somos el mejor vestuario de Castilla-La Mancha»
El entrenador Rober Gutiérrez se hizo cargo de la Balompédica en el verano de 2022 y, desde entonces, el conjunto blanquinegro sobresale por su fiabilidad defensiva. Ya la temporada pasada encajaron 15 goles en 30 partidos, pero como también convirtieron muy pocos (26, ni siquiera uno de media por choque) se quedaron fuera del 'play off'.
«Este verano se dio un salto de calidad, se apostó por tres o cuatro jugadores que encima conocen el grupo de Castilla-La Mancha y eso nos está ayudando a marcar más», explica Iván. «Seguramente esa sea la diferencia. Creo que hay más nivel, aunque son dinámicas. Si el año pasado hubieran entrado al principio pues igual habríamos acabado más arriba», agrega Héctor. Ambos coinciden al mencionar a los jugadores que han dado ese «salto de calidad»: Coba da Costa, Yuya Yoshimura, Javi Heranz, Antonio Fernández o Jairo Cárcaba.
En todo caso, Iván ofrece otro detalle que puede parecer menor y no lo es: «Este es el mejor vestuario a nivel humano en el que he estado, eso seguro. Eso te da seis o siete puntos a final de temporada. Somos una familia. Ya le digo que somos el mejor vestuario de Castilla-La Mancha».
Resulta curioso que los dos hermanos, centrocampistas, hayan coincidido muy poco esta temporada sobre el césped. Héctor se operó el año pasado de un ligamento en el tobillo y estuvo todo el verano recuperándose, con la mala suerte de que en ese tiempo sufrió un esguince en el otro tobillo. Ahora se encuentra en su mejor momento. En cambio, Iván empezó como lateral derecho, «una posición que no es la más natural para mí». Luego tuvo «fuertes dolores de cuello y, a través de una resonancia, me detectaron una hernia en las cervicales». Le recomendaron no operarse y ya lleva sin jugar tres meses y medio. Poco a poco trata de reincorporarse al grupo.
Al margen de lo deportivo, el capitán del Conquense presume de que el club vive un ciclo «bastante bueno». «El tema de la sociedad anónima está paralizado. Hay una junta gestora en la cual Alberto Asensi es el portavoz. La deuda que había se ha reducido mucho gracias a la anterior junta directiva, dirigida por Ángel Mayordomo, que fue un presidente con el que estábamos encantados y dejó el nombre de Cuenca bien alto», afirma.
El compañero de habitación de Isco en el Valencia
Iván fue internacional con la selección española sub-16, sub-17, sub-18 y sub-19, «una etapa de la que guardo muy buen recuerdo». Allí estaban jugadores como Thiago Alcántara, Sergio Canales, Rubén Rochina, Marc Bartra o Martín Montoya. Entre los once y los 21 años estuvo en la cantera del Valencia, donde compartió habitación en la residencia del club con Isco y llegó a debutar con el primer equipo en un partido de Copa del Rey contra el Logroñés gracias a Unai Emery. Graduado en Pedagogía, el capitán del Conquense ejerce a su vez de coordinador de la cantera, del juvenil y del filial.
Por su parte, Héctor, que es graduado en Información y Documentación, tiene un trabajo «curioso» además del fútbol: archivero en la diócesis de Cuenca. «Es duro porque estás todo el día liado, pero lo llevo bien», asegura. Y sueña con el que sería su séptimo ascenso. Consiguió uno con el juvenil del Conquense a División de Honor, dos con el Torre Levante y el Requena a la Tercera valenciana, un cuarto con el San José Obrero a la Tercera de Castilla-La Mancha y un quinto y un sexto con el Conquense y el Villarubia a Segunda B. Si esto no es un récord...
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