Deportes / Atletismo
Abderrahmane Aferdi, de la fábrica a correr con los mejores
«Voy a llegar muy lejos», dice convencido
El atleta marroquí pagó 500 euros a un mánager para venir a España. En Novés (Toledo) le dieron cariño, legalizaron su situación y esta temporada ha explotado en el cross
![Aferdi, en el último cross de Elgóibar, donde fue cuarto y solo le superaron tres estrellas: Barega, Balew y Mechaal](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/02/09/aferdi-elgoibar-R4KPyL8CJmaqBDbQIrF9dtJ-1200x840@abc.jpg)
Abderrahmane Aferdi, marroquí de 27 años, nunca ha ido a la discoteca ni al cine. Musulmán practicante, realiza sus cinco rezos diarios y cumple el Ramadán de forma estricta, «pero es muy buena gente». «No hace mal a nadie. Los niños le quieren un ... montón y nos ayuda como monitor, aunque todavía le cuesta hablar español», afirma Amador Hernández, del Club Atletismo Novés (Toledo). «Es un chico muy introvertido, solo le gusta correr», añade. No se le da mal. Su temporada de cross ha resultado sobresaliente, tratando de tú a tú a los mejores siendo un total desconocido. Fue segundo en Sonseca y cuarto en Cantimpalos, Venta de Baños y Elgóibar, donde los tres atletas que le superaron son tres estrellas: Selemon Barega (campeón olímpico), Birhanu Balew y Adel Mechaal (ambos finalistas en unos Juegos).
«A 'Abdo' le veo un techo muy alto porque tiene una cabeza privilegiada, vive para el atletismo», insiste Hernández. «Es un talento en bruto, con un potencial de nivel internacional. A él le gusta correr siempre en cabeza, dando la cara. Eso a veces es bueno y a veces no. Es algo que tenemos ir puliendo», explica Antonio Núñez, exatleta profesional y su entrenador desde hace cuatro meses.
Nacido en una aldea en las montañas del Atlas, cerca del municipio de Tazenakht, no se inició en el atletismo hasta los 18 años. Entonces ya vivía en Casablanca, empleado en una tienda de ultramarinos. A través de un mánager de los Países Bajos, consiguió un visado para participar en una carrera en este país. Abdo cuenta a ABC que pagó unos 500 euros, que viajó en barco hasta allí y que después vino en tren a España, su verdadero objetivo, en el otoño de 2017.
Se asentó en Fuensalida, meca del calzado en la provincia de Toledo, gracias a un conocido, también marroquí. Los primeros tiempos fueron muy duros. Nadie le echaba una mano. En situación irregular, bastante tenía con sobrevivir. Además, como no podía disponer de ficha federativa, sus únicas competiciones eran las carreras populares de los pueblos de la zona.
Todo cambió cuando buscó «en Instagram» un club próximo y encontró el de Novés, a diez minutos en coche de su casa. Pese a que allí no hay pista de atletismo, le dieron lo importante: cariño, algo parecido a una familia y el auxilio necesario para legalizar su situación en España. «Amador me ha ayudado mucho, es como mi padre», destaca Abdo.
De momento, acredita 29:07 en 10.000 metros y una hora y cinco minutos pelados en medio maratón. Marcas respetables que adquieren otra dimensión al haberlas conseguido mientras trabaja en una fábrica de productos químicos para el tratamiento de aguas potables, de piscinas e industriales de siete de la mañana a tres de la tarde. «Se merece una oportunidad y dedicar el cien por cien de su tiempo al deporte. Es un paso que más pronto que tarde habrá que dar», considera su entrenador. Al menos, ha encontrado un representante y ahora está empezando a ganar un poco de dinero por quemar zapatilla.
«Este año no vamos a tocar la pista. El objetivo es hacer una buena marca en ruta, que se vaya fajando con los mejores atletas y que aprenda a gestionar los últimos kilómetros de las carreras», avanza Núñez. Si bien todavía no se han planteado el tema de la nacionalización, Abdo expresa un deseo: «Ojalá un día pueda correr con la selección española». Y avisa: «Voy a llegar muy lejos».
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