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TOLEDO

Los comerciantes del Mercado de Abastos de Toledo reclaman más información antes de las obras

OBRAS

Incertidumbre y enfado es lo que provoca esta remodelación que dejará a los vecinos del Casco sin el supermercado y los locales externos durante cinco o seis meses. La Divergente se irá de este edificio

Sale a licitación la obra de remodelación del Mercado de Abastos de Toledo

Las obras en el Mercado de Abastos de Toledo provocarán el cierre de todo el edificio HUERTAS FRAILE
Francisca Ramírez

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La remodelación del Mercado de Abastos, emplazado entre el Teatro de Rojas, la catedral y la plaza Mayor, en pleno Casco histórico de Toledo, está causando informaciones contradictorias y poco claras en torno a este proyecto, una de las grandes apuestas del actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento, que va a invertir 1.569.704,52 euros procedentes de los fondos europeos Next Generation y con un plazo de ejecución de seis meses.

Lo que se supone debía ser una buena noticia para la ciudad, se ha convertido en estas últimas semanas en el quebradero de cabeza para los vecinos, que no logran asumir que se cierre por tanto tiempo este mercado, los comerciantes de los cinco puestos externos que mantienen su actividad y que a pocas semanas de comenzar las obras no saben qué va a pasar con ellos y, lo más importante, qué va a representar para este barrio que el supermercado Unide cierre sus puertas. La incertidumbre es aún mayor al intentar hablar ABC con todos los implicados. La respuesta ofrecida: es que desconocen cuándo van a comenzar las obras y qué va a pasar con cada uno de ellos y de sus negocios. Aunque matizan que al ser dinero de la UE habrá que cumplir los plazos establecidos.

Reforma necesaria

Desde el Ayuntamiento de Toledo, el concejal de Promoción Económica y Empleo, Juan Marín, explica que en estos momentos se están manteniendo una serie de reuniones con todos los implicados para intentar llegar a un acuerdo, «pero todavía no hay nada cerrado», aunque se muestra dispuesto a continuar con las negociaciones.

Juan Marín indica que el proyecto es muy importante y «necesario dado el actual estado de edificio» -declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1998- y puesto que la remodelación prevista incluye, entre otros, el aislamiento térmico en fachadas y cubiertas, la remodelación de las carpinterías y lucernarios, así como aislar los forjados existentes entre la planta de acceso y la planta sótano.

Igualmente, está previsto eliminar el actual sistema de climatización y los conductos que en la actualidad cuelgan de la subestructura decorativa de color amarillo para instalar un Roof-Top (un equipo de climatización que se instala en los tejados) que ayudará a mejorar considerablemente el rendimiento técnico y energético.

Imagen principal - En la imagen superior, el concejal Juan Marín conversa con una de las clientas de la pescadería. Abajo a la izquierda, Manolo, el charcutero atiende a un cliente. A la derecha, entrada al mercado municipal
Imagen secundaria 1 - En la imagen superior, el concejal Juan Marín conversa con una de las clientas de la pescadería. Abajo a la izquierda, Manolo, el charcutero atiende a un cliente. A la derecha, entrada al mercado municipal
Imagen secundaria 2 - En la imagen superior, el concejal Juan Marín conversa con una de las clientas de la pescadería. Abajo a la izquierda, Manolo, el charcutero atiende a un cliente. A la derecha, entrada al mercado municipal
Remodelación en el mercado del Casco En la imagen superior, el concejal Juan Marín conversa con una de las clientas de la pescadería. Abajo a la izquierda, Manolo, el charcutero atiende a un cliente. A la derecha, entrada al mercado municipal HUERTAS FRAILE

Durante la reforma se van a renovar los solados y acabados, así como poder mejorar los aseos y vestuarios. Según recoge el proyecto elaborado por Vértice Estudio, también se contempla la instalación de una nueva azulejaría cerámica de diseños geométricos, y la renovación de la red de saneamiento.

El concejal de Promoción Económica y Empleo afirma que por estas circunstancias en algún momento habrá que cerrar, pero desde el consistorio se está intentando simultanear, «en la medida de lo posible, las obras con la actividad comercial». Insiste Juan Marín en que lo primero es garantizar la seguridad de todos y lamenta que los vecinos se puedan sentir afectados. «Los responsables del supermercado me han dicho que en la medida de sus posibilidades van a seguir prestando este servicio», remarca el edil.

Finalmente, el concejal aclara que esta semana seguirá reuniéndose con cada uno de los comerciantes para hablar también de posibles indemnizaciones en el caso de que el cierre sea prolongado. «No hay nada cerrado y, repito, la idea es llegar a acuerdos».

Por su parte, el responsable de la concesión del mercado y que está al frente del supermercado Unide -ha declinado hacer declaraciones a ABC- y que sería uno de los más afectados por la reforma, ha respondido que «no sabe nada» del inicio de las obras, aunque diversas fuentes apuntan a que el dueño (Fernando Rodríguez) del súper podría traspasarlo a otra empresa y en estos momentos estaría negociando si esa empresa asume a las 15 personas que trabajan en su establecimiento.

«Nos están mareando»

La visión que tiene Manolo -que regenta una de las carnicerías del mercado desde hace 46 años- es bien distinta. Afirma que en reuniones mantenidas se habló de que la reforma se realizaría por tramos, «pero vino un técnico y nos dijo que el ayuntamiento no quería», responde a ABC, mientras coloca las piezas de carne en el mostrador. «No sabemos nada y desde el ayuntamiento nos dicen que nos podremos quedar un mes más, pero todo dependerá por dónde comiencen las obras y aquí seguimos, sin saber nada. Nos están mareando», señala.

Manolo, un apasionado del fútbol y los toros, se muestra preocupado por la actual situación de incertidumbre y no renuncia a negociar y «a reunirse con quien haga falta». «Si se cierra nos tendrán que dar una indemnización, porque lo único que tengo claro es que nos están mareando y las facturas seguirán llegando y hay que pagarlas. Deben hablarnos claro y plantear las cosas como son», repite este comerciante.

En uno de los laterales se encuentra la charcutería de Manolo, un hombre afable y educado que conversa con una clienta. Señala que de momento ellos se van a mantener en sus puestos el tiempo de la obra. «La última vez que acometieron obras (se realizaron en los años 80) pusieron unos tablones y paneles para separar los espacios y no cerrarlo todo. Creo que eso es lo que están estudiando los técnicos del ayuntamiento, los responsables de las obras, y los de Unide», responde el charcutero.

Mientras corta con cuchillo el jamón, Manolo enumera algunas de las mejoras que van a llevar a cabo en todo el mercado. El suelo, el tejado, las cubiertas y el tejado... Aunque comparte la opinión de los demás comerciantes, se muestra abierto al diálogo. «No sabemos nada y nadie nos habla cuando sabemos que el proyecto va a comenzar».

«El jueves pasado tuvimos una reunión en el ayuntamiento y esta semana nos están llamando a uno por uno para pedirnos el recibo del local y saber cuánto pagamos», confiesa Manolo. «Hemos hablado de indemnizaciones porque si se cierra un mes, no pasa nada. Pero si van a ser cinco meses, eso ya es mucho».

Además, insiste en que él ha hablado muy claro con todas las personas con las que se ha reunido. «Si van a ser tantos meses tenemos un problema porque hay que pagar a Hacienda, a autónomos y los demás gastos que genera un negocio como éste», puntualiza.

«Como le dije al concejal, en mi casa tenemos la sana costumbre de comer y eso vale dinero. Si hay que cerrar un mes, vale, pero más de cinco, es mucho tiempo para tener cerrado mi local. Eso me genera dudas. Creo que se debía haber planificado con más tiempo y llegar a acuerdos», confiesa.

Finalmente, Raquel -que regenta la pescadería- reconoce que han mantenido reuniones en las que ellos han manifestado su preocupación por dejar a los vecinos del casco desabastecidos. «Al ser mayores no pueden desplazarse a comprar a otro sitio. Nosotros tenemos muchas quejas, y el ayuntamiento también, por el cierre del mercado y porque a día de hoy no tenemos fecha concreta del inicio de las obras», lamenta la empresaria.

Explica que los responsables del supermercado Unide lo que quieren es que se reagrupen los cinco locales externos, «pero es un tema que tenemos que hablar para conocer las condiciones que tendremos para poder cambiarnos. Por nuestra parte, no tenemos ningún problema, pero hay que negociarlo todo y que no nos engañen», afirma Raquel, que se muestra dispuesta a la negociación, aunque pide «honestidad y seriedad» a la hora de abordar este tema que afectara a su futuro y sus negocios.

Finalmente, fuentes de la La Divergente Cooperativa Mixta integral, un espacio comunitario y bar de copas que genera diferentes actividades culturales, explican que a ellos se les ha ofrecido salir del edificio del Mercado de Abastos a un espacio que se encuentra en la Bajada del Barco, aunque inciden en que esta decisión la tienen que abordar con Fernando Rodríguez, responsable del supermercado Unide.

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