«Ojalá la Mesa de Salomón se pueda encontrar en algún momento»
El historiador toledano Antonio Casado Poyales presenta su libro «La Mesa de Salomón, de Oriente a Toledo», donde aporta novedades de este legendario objeto
A Antonio Casado Poyales (Toledo, 1968) —historiador, bibliotecario e investigador— siempre le ha llamado la atención la Mesa de Salomón , quizás atraido por los poderes que emanan de este legendario objeto. Ahora, lo que empezó como un encargo se ha convertido en un libro, «La Mesa de Salomón, de Oriente a Toledo», que se presentó este viernes.
¿Qué le atrajo de la Mesa de Salomón?
Esta es una tradición toledana muy antigua. Yo la tenía en la recámara y el invierno pasado me pidieron un artículo académico para una revista de Historia sobre la época tardoantigua y altomedieval, y yo escogí el tema de la Mesa de Salomón. Lo que en principio iban a ser 10 o 12 páginas, como mucho, se convirtió en un libro porque había muchas cosas que se me quedaban en el tintero.
Según la leyenda, ¿qué secreto esconde?
Hay que distinguir, por un lado, el concepto esotérico del elemento histórico propiamente dicho. El objeto real es al que yo trato de seguir la pista desde su primera mención en un texto escrito, como es en el libro del Éxodo en la Biblia, pasando de siglo a siglo y por diferentes lugares del mundo tardoantiguo y altomedieval. Lo llamativo es que se trata de un objeto que aparece mencionado desde de su aparición, durante casi 2.000 años.
¿Qué importancia tiene este objeto?
Se trata un objeto ritual que usaba el pueblo judío en sus ceremonias. Lo que pasa es que en un momento determinado se tiende a asociar con una serie de poderes o conocimientos trascendentes a los que el rey Salomón accedía a través de esta mesa o era la mesa la que se los daba. De una u otra forma, hay una serie de textos que hablan de la importancia de la Mesa de Salomón incluso para conocer el nombre secreto de Dios, lo que los judíos llamaban el «Shem ha-meforash».
¿Cuál es la primera mención que la relaciona con Toledo?
La primera referencia de la Mesa de Salomón relacionada con la ciudad de Toledo se produce a principios del siglo VI, cuando el rey visigodo Amalarico se vio obligado a abandonar su reino en las Galias, con capital en Tolosa, perseguido por los francos, y puso rumbo al sur con todo el tesoro sagrado que sus atencesores acumulaban tras el saqueo de Roma en 410. Entre esos objetos, viajaría la Mesa de Salomón que el emperador romano Tito sustrajo después de destruir el Templo de Jerusalén en el año 70, que llegaría a Toledo después de pasar un tiempo en la Barcelona de la época.
La leyenda más extendida es una musulmana que sitúa a la Mesa de Salomón con unas cuevas en Toledo. ¿Qué hay de cierto en ello?
Esto es curioso, porque es una leyenda que aparece tanto en las fuentes musulmanas como en las cristianas. No se sabe exactamente cuándo surge, pero en un momento determinado empieza a narrarse la leyenda de la casa acerrojada de Toledo, que estaría clausurada con una serie de candados hasta que llegó el rey Don Rodrigo y los rompió, encontrándose una inscripción con el siguiente mensaje: «El que estos candados rompiera y profanara el secreto de esta cueva verá caer su reino en manos de un pueblo de Oriente». Esta leyenda se mezcla con la de la Mesa de Salomón, y hay textos musulmanes de la Alta Edad Media que cuentan que en esas cuevas secretas y misteriosas de Toledo estaba también guardado este objeto sagrado.
![Interior de Santa María de Melque, en San Martín de Montalbán (Toledo)](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2018/10/18/melque-kZVG--510x349@abc.jpg)
Otra hipótesis es la del investigador y escritor toledano José Ignacio Carmona, que habla de Santa María de Melque, en San Martín de Montalbán (Toledo). ¿Qué opinión le merece?
Esto entra también más dentro del ámbito esotérico que del real. Yo no sé si Carmona tendrá algún documento o alguna referencia de un texto antiguo que cite este objeto sagrado en este paraje, pero es cierto que sí se la relaciona con una larga lista de lugares de España: Torija (Guadalajara), Guadamur o Ajofrín (Toledo), Jaén o el norte de Castilla y León. Por eso, lo que yo he intentado, en cualquier caso, es cribar las fuentes y mencionar como media docena de localidades en las cuales se dice que en un momento determinado estuvo presente la Mesa de Salomón.
¿Qué otras teorías existen?
Hay también historiadores cristianos que cuentan la misma historia o leyenda, y en paralelo a los otros historiadores musulmanes que narran la conquista de Al-Andalus por estar aquí o manejar fuentes próximas, hay también una recopilación de cuentos persas del siglo IX-X en la que aparece también la misma historia y una narración árabe de una embajada que el rey de Serendib (en la actual isla de Ceilán) envía al califa Harún al-Rashid, que le manda otra embajada de vuelta con una réplica de la Mesa de Salomón, lo cual nos permite conocer que en aquellos tiempos tan posteriores a la conquista de Toledo el objeto original se encontraba en Bagdad (capital del califato). Esto desmentiría la hipótesis de que nunca salió de Toledo o de que desapareció y nunca más se volvió a saber de ella.
¿Qué aporta usted de nuevo en su libro?
La novedad que yo aporto con mi libro es, por un lado, una contextualización histórica de los orígenes del pueblo judío, ya que la Mesa de Salomón ya estaba circulando por Oriente Medio tres siglos antes del rey Salomón, por lo que no debería llamarse así, aunque luego se asocia a la sabiduría de este monarca hebreo. Con ello, hago una recopilación de los distintos investigadores que han hablado de ella, de los distintos lugares en los cuales se ha dicho que estuvo. Hasta ahora se había contado, en el ámbito local, que los musulmanes en la conquista de la Península Ibérica, en el año 711, nunca la encontraron y sigue escondida todavía, o bien que sí la localizaron, pero alguien la robó antes de que se la pudieran entregar al califa.
¿Cuál cree que puede ser su ubicación? ¿Hay visos de encontrarla?
Yo, con los textos posteriores que he encontrado, creo que se puede afirmar categóricamente que las cosas que se han contado hasta ahora son leyendas sin más y que la Mesa de Salomón acabó regresando a su lugar de origen inicial, que es Oriente Medio. Como curiosidad, hay dos fuentes árabes distintas: unas las literarias que hablan de la copia que se envía a Serendib, y otras distintas, las que hablan de la mesa original, que es robada en el saqueo de Bagdad por un caudillo turco y llevada a otra ciudad, y más tarde es nuevamente robada por un señor de la guerra sirio y llevada, de nuevo, a otra ciudad diferente, muy poco antes de que la ciudad de Toledo sea reconquistada por Alfonso VI. Las referencias, fechas y lugares aparecen detalladas en el libro. Ojalá la Mesa de Salomón se pueda encontrar en algún momento, vamos a ser optimistas.
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