«José María, césame pero no me quemes»

La vicepresidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha le espetó la frase después de que el presidente regional estuviera a punto de provocar un accidente al lanzar un cohete en la romería del Valle

«José María, césame pero no me quemes» LUNA REVENGA

manuel moreno

Un cohete mal lanzado por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, estuvo a punto de provocar este domingo un accidente entre el público que asistía a la popular romería del Valle, en Toledo. El incidente ocurrió sobre el mediodía, después de atender a los medios de comunicación. Barreda había acudido a la ermita para recibir el nombramiento de Mayordomo de Honor de la Virgen del Valle, que para él significaba «un honor y una gran responsabilidad».

Tras la misa, el presidente de Castilla-La Mancha se animó a lanzar un cohete ayudándose del dispositivo que se emplea para ello. Alguien le advirtió de que tenía mal orientado el cohete, lo que corrigió de inmediato cuando el artefacto ya iba a salir despedido. Sin embargo, y al parecer debido a que el petardo estaba húmedo, no salió con la fuerza suficiente, lo que provocó que el cohete se dirigiera, ante la sorpresa general, hacia el porche de la ermita. Allí se encontraban numerosas personas, entre ellas la vicepresidenta del Gobierno regional y compañera de partido, María Luisa Araújo.

Afortunadamente, el petardo estalló en el suelo sin herir a nadie de gravedad. Eso sí, el susto por el estruendo debido al eco en esa zona cerrada fue mayúsculo. Hasta tal punto que Araújo, quien precisamente se había cobijado en el porche por el miedo que dijo tener a los cohetes, exclamó expontáneamente: «José María, césame pero no me quemes». La frase provocó una carcajada generalizada entre el público.

A continuación le tomó el relevo con toda la prudencia el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que tiene algo más de experiencia en el lanzamiento de este tipo de artefactos. Y salvó el trámite sin problemas. Sin embargo, cuando parecía que el acto llegaba a su fin sin más incidentes, ocurrió que el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Toledo, Javier Nicolás, relevó al alcalde en el lanzamiento de chupinazos. Cuando el petardo ya estaba colocado en el soporte, le advirtieron de que lo arrojara inmediatamente para que no le explotara en la mano, porque la varilla del cohete se había atascado. El artefacto salió disparado hacia los rodaderos del Valle sin causar ningún herido.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios