entrevista a josé maría tarjuelo
«Me preocupan los agricultores con cultivos de verano. Hay zonas críticas de agua»
director del centro de estudios del agua de la uclm
Castilla-La Mancha arrastra un déficit en materia de agua. El pasado año fue hidrológicamente seco, con una distribución anómala de las lluvias
Ordenan el desembalse del Torcón por exceso de agua tras las intensas lluvias
![José María Tarjuelo, director del Centro Regional de Estudios del Agua (CREA)](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/01/28/CREA-Rj2BnVTwtzWa1jxafFWAUlN-1200x840@abc.jpg)
José María Tarjuelo, catedrático de Ingeniería Agroforestal y director del CREA de la Universidad de Castilla-La Mancha, avisa: tenemos que acostumbrarnos a las DANA, sequías e inundaciones, ya que serán cada vez más habituales como consecuencia del cambio climático. Lleva más de treinta años dedicado a la docencia e investigación en la problemática general del uso del agua y la energía en el regadío. Su experiencia profesional invita a poner el foco en la importancia de su adecuada gestión y uso. «El cambio climático ha llegado para quedarse», asegura.
—La concienciación es el primer paso, ¿qué medidas toma en casa para un buen aprovechamiento del agua?
—Trato de minimizar el gasto a la hora de fregar, de la ducha, procuro tener siempre los grifos sin averías para que no tengan fugas. Y cuento a los vecinos la importancia de hacer un uso racional, aunque le puedo asegurar que hay una altísima concienciación de esta necesidad de utilizar el agua como recurso fundamental para nuestra vida.
—¿Le quita el sueño esta situación?
—Me quita el sueño el cambio climático y lo poco que estamos haciendo para evitarlo. Cada vez está más acentuada la distribución anómala de las lluvias; tenemos sequías, inundaciones y un calor por encima de lo normal por el cambio climático.
—Usted es profesor de Hidráulica de Riego en la Universidad de Castilla-La Mancha, pero también es agricultor por herencia. ¿Cómo está afectando este cambio climático al mundo rural?
—Les está afectando muy negativamente. Hay una gran desilusión, sobre todo en la parte de secano, y eso está haciendo un poco más de presión para la poca agua que hay para el regadío. El problema es que el 95% del agua que utilizamos en Castilla-La Mancha proviene de acuíferos. Si no llueve, no se recargan; y, si echamos la mirada atrás, donde menos llovío el pasado año hidrológico fue en la zona sudeste de Castilla-La Mancha; es decir, en Albacete, con un déficit del 65% por debajo de la media de los últimos 23 años. En Guadalajara, en cambio, hay el doble de lluvia de la medida de estos 23 años, y en Toledo, hay un 50% más. Pero, en definitiva y como siempre decimos, nunca llueve a gusto de todos, aunque en este caso podemos decir que la parte occidental de Castilla-La Mancha, y más cuanto más al norte, está razonablemente bien, se están cargando acuíferos, embalses... Pero la parte de Albacete y también un poco la de Ciudad Real están al 25% por debajo de la media de lo que tenía que haber caído en este año hidrológico. Eso quiere decir que se están cargando los acuíferos y los embalses por unas zonas, pero por otras hay un altísimo déficit.
«Me quita el sueño el cambio climático y lo poco que hacemos para evitarlo»
—Las lluvias caídas en los últimos días, ¿nos permitirán estar un poco más tranquilos de cara a los próximos meses de primavera-verano?
—Tranquilos, no desde luego, porque venimos de un año hidrológico seco. El año pasado no llovió en primavera y tan solo en algunas zonas en verano. En definitiva, ya arrastramos un déficit del año pasado tanto en los acuíferos como en la parte superficial. Es verdad que la parte de los embalses, en general, está más asignada a las regiones limítrofes; el Júcar a Valencia, el Segura a Murcia, el Guadiana a Extremadura y el Guadalquivir prácticamente no nos pilla nada y también es una cuenca deficitaria. Entonces, la que peor está en estos momentos es la del Segura. El Guadiana ha mejorado algo, pero tiene déficit en la parte más oriental de la provincia de Ciudad Real.
Además, hay que tener en cuenta que los dos mayores acuíferos de Castilla-La Mancha, donde tenemos concentrado la mayor parte del regadío, es justamente el de la Mancha Oriental, el de Albacete, y el de la Mancha Occidental en la parte del Alto Guadiana. Pues aquí es preocupante la situación porque no se ha podido recargar bien.
Cultivos en alerta
—¿Hay riesgo de abastecimiento?
—Yo creo que no hay riesgo grave de abastecimiento porque para el urbano todavía hay margen. Pero sí estoy muy preocupado por el regadío y los agricultores que tienen previsto hacer cultivos de primavera-verano: el maíz, la sandía, el melón o la cebada de primavera, que hay que regarla hasta mayo. Es el mes de mayores necesidades hídricas de los cultivos de verano porque se concentran los de finales de primavera y principio de verano. Ahí está el punto más crítico y los agricultores tienen que pensarlo muy bien. Por lo tanto, los cultivos permanentes como la viña, el olivo, el almendro..., hay que mantenerlos, pero para los cultivos anuales hay que ver la superficie que se planta, sobre todo si hay que regar. Hay que ver si hay agua suficiente, porque pueden peligrar si plantamos en una superficie donde antes había más agua y ahora no la hay. Un acuífero tiene un poco de flexibilidad, pero un embalse, ninguna. Con lo cual, recortes siempre habrá, sean o no inmediatos.
—¿Qué pantano le preocupa más?
—Claramente, los del Segura. Están bastante mal. El Cenajo, que es el más grande de la cuenca, está al 14%, pero pensemos que el 10% es prácticamente agua inservible. Y el Segura, al 19 %. El Tajo está razonable al 60%, pero Entrepeñas y Buendía están al 28%, siempre se mueven entre el 23% y el 28% al ser agua trasvasable. Sí que me preocupan el Segura, que está en una situación crítica, y un poco la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía.
—¿Y cuál menos?
—Los embalses del Júcar y del Guadiana. La Torre de Abraham, que es el más grande, está solo al 16%. Peñarroya, que es el que «alimenta» las Tablas de Daimiel, también está muy bien.
—¿Qué deberes tenemos los ciudadanos pendientes en la gestión del agua?
—Creo que tenemos pendiente, y estamos en el camino de incrementar, la concienciación sobre una adecuada gestión y uso de ese agua. Es importante destacar el esfuerzo que está haciendo la Consejería de Agricultura a través de lo que hacemos en el Centro Regional de Estudios del Agua de la UCLM: el desarrollo de herramientas y la ayuda a la optimización del uso del agua en la agricultura para utilizar riego deficitario controlado en los cultivos leñosos tan importantes como la viña, el almendro, el pistacho, el olivo... y optimizar la programación de riego en los cultivos anuales.
Controlando esto, el ahorro puede ser de entre un 10 y un 25%, todo depende de lo bien o regular que lo esté haciendo el agricultor con su conocimiento. De ahí que estemos con un convenio con la consejería para poner a los agricultores y a los técnicos al frente de los regadíos para ayudar a optimizar el uso del agua cada vez más escasa. Estamos ya dando charlas.
Limpieza de cauces
—¿Y las administraciones?
—Es muy importante que tanto ayuntamientos como confederaciones tengan limpios los cauces de salida de los núcleos urbanos, porque van a volver las inundaciones. Pero tan importante es la racionalización del uso del agua como la previsión y prevención para posibles lluvias torrenciales. Es el cambio climático, que ha llegado para quedarse.
—¿Las DANA se convertirán en algo común?
—Muy probable. Habrá más de las que estamos teniendo porque el cambio climático va conduciendo a eso. Estamos calentando los mares, con lo cual aumenta la evaporación, cambian los ciclos atmosféricos y tenemos sequías después inundaciones. Seguro que van a volver las inundaciones, las DANA y las sequías. Por eso es importantísimo la concienciación tanto en el consumo urbano, agrícola y en el mantenimiento del medio ambiente.
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