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El Festival de Teatro de Almagro baja el telón con 65.000 espectadores y medio millón de recaudación
FESTIVALES DE TEATRO
La directora Irene Pardo ha destacado que el certamen se ha consolidado como referente del Siglo de Oro, con una ocupación media del 80% en todas las actividades
Irene Pardo: «Me gusta que la gente sienta que Almagro es su festival y que venga a disfrutarlo»
La celebración 'El Picao', un montaje para rendir homenaje a las encajeras de Almagro
«Estoy muy contenta y agradecida por los resultados que hemos conseguido este año», responde a ABC, Irene Pardo, directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, que ha reconocido «sentirse muy feliz por el apoyo recibido por parte del público, los almagreños y los visitantes que han llegado hasta la localidad. No solo para disfrutar del teatro sino para ver arte y degustar nuestra rica gastronomía«, ha respondido.
Irene Pardo se ha referido a que las buenas cifras obtenidas son fruto del trabajo que han realizado las 600 personas que durante 25 días han estado aportando para que el Festival de Teatro Clásico de Almagro se haya consolidado como una cita ineludible en el ámbito cultural veraniego y sea ya un referente internacional de la cuna del teatro del Siglo de Oro.
Este año han participado 65.000 personas, diez mil más que el año pasado. «Es decir, un pueblo de Almagro más porque esta localidad tiene 9.000 habitantes», ha respondido entre risas la responsable del festiva.
Presencia teatral
Pardo ha destacado que este año se han vendido 37.000 entradas y se ha contado con la presencia de 52 compañías de Castilla-La Mancha, de otras ciudades españolas, así como de países como Portugal, Colombia, Chile, Argentina y Uruguay, que han ofrecido 104 funciones. En total ha habido una recaudación que ha rondado los 540.000 euros, un 9,5% más que el año anterior.
La directora ha agradecido el apoyo del público, que no solo ha llegado a Almagro de otras comunidades autónomas sino también de otros países. En este sentido, ha avanzado que en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha se está elaborando un estudio de impacto económico y social a través de entrevistas realizadas al público asistente. «A partir de septiembre podremos tener datos más concretos», ha vaticinado.
Ha considerado que uno de los grandes logros es haber logrado que muchos asistentes hayan pernoctado cuatro días en la ciudad manchega, para disfrutar de esa experiencia inmersiva y de las diferentes actividades: como exposiciones, presentaciones y degustaciones. «Almagro es vivir una experiencia en torno al teatro clásico, pero también descubrir otras propuestas artísticas que preparamos en torno al certamen».
Un festival basado en la calidad artística
Ha insistido en el festival ha estado muy imbricado en el territorio con un modelo basado en la calidad artística, en la colaboración, en la participación del público. «Hemos trabajado para que todas las personas tengan acceso a la cultura. Apostamos por la inclusión y la accesibilidad y hemos reconocido el trabajo de las mujeres creadoras», ha puntualizado Irene Pardo, que ha mencionado que ha habido mucho teatro de calle. «La plaza ha sido el centro neurálgico del festival y entre la plaza Mayor y el Corral de Comedias se ha generado un auténtico huracán».
Irene Pardo durante la rueda de prensa para hacer balance del Festival de Teatro Clásico de Almagro
Mención especial ha hecho de 'El picao', una celebración de arte que no ha dudado en considerar como la pieza «que se me ha quedado clavado en el corazón y ha sido uno de los momentos más bonitos del festival y también de mi vida«, ha dicho para remarcar que este homenaje ha sido para las mujeres encajeras, las mujeres trabajadoras e invisibles que han sostenido muchas veces la economía familiar. »Les hemos dado voz y ellas se han reivindicado. Fue un montaje muy poético», ha rememorado para dar las gracias a Irati Morán y Salma Amrani, que estuvieron trabajando con todas ellas durante semanas en Almagro.
Teatro en la calle
En cuanto a los siete espectáculos de calle celebrados, han superado los 9.000 espectadores en sus 11 funciones, asegurando que este espacio siga siendo el centro neurálgico del festival. También se ha referido a la clausura en la que más de 1.200 asistentes se dejaron sorprender por la danza tradicional coreana del siglo XVI teatralizada en 'Talchum-nori' (gracias al apoyo del Centro Cultural Coreano).
En una edición en la que se han visto coproducciones con Chile y Colombia ('El conde Partinuplés' y 'Los bandos de Verona'), la mirada internacional al teatro barroco ha causado un hondo impacto con la revolución del gesto y el humor que ha vuelto a proponer la portuguesa Chapito, esta vez revisando 'Julio César'; la japonesa Ksec Act, que incendió el Teatro Municipal con su colosal 'El burlador de Sevilla y convidado de piedra'; o la trepidante adaptación del cuento shakespeariano 'Sueño', de la Compañía Criolla de Buenos Aires, que resultó ganadora del certamen Barroco Infantil.
Finalmente, ha reconocido que el festival vive un momento extraordinario y puede seguir creciendo mirando a futuro, para lo que ha pedido a las Administraciones, a las empresas patrocinadoras, que incrementen los recursos destinados al que ya presume de ser uno de los eventos culturales del verano de referencia nacional.
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