El hermano de Jesús María, el empresario hallado muerto en un pozo después de cuatro años: «Es un demonio quien lo ha hecho»
manzanares
La víctima fue descuartizada en la caseta próxima al pozo y sus restos, envueltos en bolsas de plástico
Miguel dice que «es una buena noticia» que hayan aparecidos restos de su hermano «porque se deja de sufrir»
Encuentran nuevos restos humanos en el pozo de sondeo de Manzanares donde hallaron un húmero del empresario

«Que se hayan descubierto restos es una buena noticia porque se deja de sufrir», decía a ABC Miguel, hermano de Jesús María González Borrajo, el empresario desaparecido el 19 de junio de 2019 en Manzanares, la localidad ciudadrealeña de 18.000 habitantes donde vivía.
Después de seis días de muchas complicaciones, la Guardia Civil halló el martes un húmero de la víctima en una finca agrícola, concretamente en un pozo de sondeo de apenas 40 centímetros de diámetro y cerca de 80 metros de profundidad. Este miércoles se encontraron más huesos humanos en el mismo agujero, aunque se estaba a falta de confirmar si son de Jesús María, que tenía 57 años cuando desapareció, medía 1,80 metros de altura y pesaba 75 kilos.
Debido al reducido diámetro del pozo, difícilmente habría entrado el cadáver completo. Por eso su hermano Miguel habla de que Jesús María tuvo que ser descuartizado, a tenor de los restos hallados y de la última declaración de Gaspar Rivera. Este septuagenario ludópata está implicado junto con Antonio Caba en la desaparición y muerte de este empresario hace casi cuatro años. Declaró que, cuando llegó a la zona, los restos de la víctima estaban ya repartidos en bolsas de plástico y que luego ambos los arrojaron al pozo.
En esa caseta, además, se han encontrado suficientes rastros de sangre como para pensar que el empresario fue descuartizado allí mismo, según las fuentes del caso consultadas por ABC. Sobre la implicación del septuagenario, las mismas fuentes explican que él solo admite que ayudó a deshacerse del cuerpo, pero no que participó en el crimen. Este testimonio podría ser parte de una estrategia de defensa.
«Es un demonio quien ha hecho eso; Caba es un demonio», repetía Miguel, quien afirmaba que a su hermano «lo trocearon, no sé si el mismo día de su muerte o al día siguiente».
Aunque la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real dio por identificados los restos, las fuentes de la investigación consultadas por ABC aseguran que no se conocen aún los resultados de la prueba de ADN porque no ha dado tiempo para ello. «Estamos convencidos de que esos huesos son de la víctima, pero hay que esperar a las pruebas científicas,que aún tardarán algunas horas», precisaron.
El húmero, que une la articulación del hombro con la del codo, y otros restos humanos fueron recuperados a decenas de metros de profundidad. Estos hallazgos han sido posibles gracias a una nueva maquinaria diseñada por una empresa y que se ha empleado esta semana. Esto permitió avanzar, sacar varias piedras de grandes dimensiones y dar con los huesos.
Los agentes llevan en el lugar desde el 31 de mayo, Día de Castilla-La Mancha. La exploración del pozo se hace con la presencia de los sospechosos de la muerte de Jesús María. Además, Antonio Caba y Gaspar Rivera están en prisión como autores del homicidio de otro empresario, Juan Miguel Isla Fernández, de 58 años. Sus restos fueron encontrados en marzo también en el fondo de un pozo.
Dedicado a las máquinas tragaperras y vecino de esta localidad manchega de unos 18.000 habitantes, Jesús María tenía automóviles a la venta y el día de su desaparición, a las 14.40 horas, terminó la conversación telefónica con su pareja, Claudia, porque llegaba el comprador de un segundo coche. Pero al empresario ya no se le volvió a ver con vida.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete