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Castilla-La Mancha se conjura contra el riesgo de incendios forestales

En la región, existen 8 millones de hectáreas de masa forestal y desde el Gobierno autonómico pide colaboración a ayuntamientos y particulares para desbrozar y prevenir incendios ante el crecimiento de vegetación después de las abundantes lluvias

Baja un 90% la superficie quemada por incendios en Castilla-La Mancha

Quemas prescritas llevadas a cabo por el personal del Plan Infocam del Gobierno de Castilla-La Mancha Infocam
Mariano Cebrián

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Las importantes lluvias caídas entre invierno y primavera, aparte de llenar los embalses de Castilla-La Mancha, han dejado bellas imágenes con abundante vegetación que ha crecido en los campos y montes, coloreando de verde el paisaje de muchos lugares de la región. Sin embargo, estas escenas bucólicas pueden tornarse en un peligro en las próximas semanas hasta el verano si las autoridades competentes no proceden al desbroce de esos arbustos y malas hierbas que se extienden sin control, ya que pueden servir de material inflamable para posibles incendios forestales durante los meses de sequía y altas temperaturas.

No hay más que dar una vuelta por el entorno natural de muchas ciudades y zonas rurales o forestales, para comprobar ese posible riesgo, aunque desde el Gobierno de Castilla-La Mancha hacen un llamamiento a la tranquilidad, sin perder de vista esta realidad. Así se lo ha manifestado a ABC Nicolás López Medina, director del Centro Operativo Regional de Incendios Forestales, que informa de que desde su departamento realizan una planificación a largo y medio plazo de los trabajos preventivos contra incendios, y cada año se prepara un plan anual ante posibles contingencias, algo que se prepara ya desde el 1 de enero.

Para ello, según indica, dentro del Plan Infocam, que es como se llama el grupo de trabajo del Gobierno de Castilla-La Mancha dedicado a la lucha contra los incendios forestales, hay una parte del personal contratado los 12 meses del año que se destina a las tareas de prevención y otra parte a la extinción. Gracias a ello, los datos de la campaña del último año fueron inferiores a los de años anteriores, ya que del 1 de enero al 31 de diciembre de 2023 se registraron 969 siniestros en el medio natural, de los que 860 fueron conatos –incendios de menos de una hectárea– y 109 incendios. Es decir, el 89% de los siniestros se apagaron en fase de conato, lo que supone una reducción del 37% en el número de siniestros con respecto a 2022, periodo en el que se registraron 1.538 siniestros.

Por otro lado, en cuanto al número de hectáreas afectadas por incendios forestales en el medio natural, durante el pasado año los incendios forestales afectaron en Castilla-La Mancha a 1.427 hectáreas de masa forestal, cuando en el mismo periodo de 2022 fueron 14.337 hectáreas. Ello supone una reducción del 90% en 2023 con respecto a la campaña anterior. Además, según la media del decenio, se registran unos 800 incendios al año que afectan a unas 5.000 hectáreas forestales cada año en Castilla-La Mancha.

Este lunes, de hecho, se presenta la campaña contra incendios forestales donde se explicará la planificación de la extinción así como la prevención para próximas fechas. «Este año, por suerte, las precipitaciones -apunta López Medina- han ayudado a mitigar la sequía que teníamos acumulada y ha ayudado bastante, salvo en determinadas zonas de la provincia de Albacete o de la cuenca del río Júcar, en el sureste de la comunidad autónoma». Así, explica que «esa vegetación, que ahora todavía mantiene el verdor, tiene la humedad suficiente para no propagar incendios, pero luego, cuando se seque, en la primera o segunda ola de calor que llegue, sobre todo en el caso de los leñosos, dificultará más la contención y la propagación puede ser más rápida».

Plan de autoprotección

El responsable de la lucha contra incendios de la Junta señala que su departamento lo que hace es «reforzar los medios de extinción en función del riesgo que vamos determinando día a día, pero no hacemos una labor de esas herbáceas porque la prevención es una responsabilidad de todos». En este sentido, pide la colaboración de los ayuntamientos y de otras administraciones, así como de los propietarios privados de terrenos para esos trabajos. «En Castilla-La Mancha -subraya- existen 8 millones de hectáreas. Nosotros no podemos abordar todas. Trabajamos en público y en parte en privado cuando es necesario, pero son los propietarios los que tienen que tener su plan de autoprotección con medidas preventivas».

López Medina cree que «la sociedad está cada vez más concienciada en cómo tiene que actuar tanto en el caso de la prevención como en la extinción de incendios forestales, ya que muchos de ellos pueden afectar a sus bienes o incluso a ellos mismos». Para ello, cita el teléfono del servicio de emergencias de Castilla-La Mancha, el 112, al que llama mucha gente para dar una información detallada y atender ese siniestro. «La gente, normalmente, es muy respetuosa y permite que trabajemos con mucha seguridad», concluye.

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