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Fiesta sorpresa para el duro 14 cumpleaños de Izan, cuyos padres están desaparecidos por la DANA en Letur

Como no tenían tarta, sus amigos improvisaron una con una caja de bombones y una vela encendida para que el chaval soplara. «Estuvo genial porque le dimos un rato bueno dentro de la desgracia», cuenta emocionado el padre que ayudó a organizarlo

Raquel y Moisés vuelven a reír al tener luz y agua en casa al sexto día: «No le damos importancia a cosas tan básicas»

La tarta de cumpleaños improvisada para el chaval ABC
Manuel Moreno

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Entre tanta tristeza, unas risas en Letur, azotada duramente por la DANA. Las que Izan, el hijo adolescente del matrimonio desaparecido desde el martes, pudo compartir en una fiesta sorpresa que le organizaron sus mejores amigos el día que cumplió 14 años. Fue el sábado en una casa enfrente de la de sus abuelos maternos, con los que el chaval vive ahora porque su vivienda se la llevó la riada en este municipio albaceteño de 900 habitantes.

Ángel, el promotor de este detalle que Izan tardará en olvidar, pidió a su padre, Pepe, si podía ir antes de las cinco de la tarde a por ocho amigos a Elche de la Sierra, a 30 kilómetros. Para que no pudiera echarse atrás, el chaval sacó toda la leña de la furgoneta de 9 pasajeros, metió los asientos y Pepe cumplió el deseo.

«Pasa muchas horas con mi hijo en mi casa y estaban cogiendo algo de beber de la nevera cuando me presenté con ochos chiquillos más, de sus mejores amigos. Al abrir la puerta, al crío le dio mucha alegría», relata Pepe emocionado.

Como no tenían tarta, improvisaron una con una caja de bombones, a la que le pusieron una vela encendida. Le cantaron el cumpleaños feliz, «aunque ya sabíamos la situación que está viviendo», y el chaval aplaudió y sonrió antes de soplar.

Como era de día, todos se fueron a la calle, a jugar, a correr y regresaron ya anochecido. Pepe les puso para merendar todo lo que tenía en la nevera, se quedó sin suministros para darles de cenar y se fue a comprar. Se encontró con las tiendas cerradas, pero vio el local donde están depositando todas las donaciones que llegan a Letur. Allí contó lo que pasaba y le dieron «de todo lo que necesitase para los chavales», que disfrutaron con su amigo.

Tuvo hasta un regalo: un juego de colonia, desodorante y crema que el padre de Ángel encontró. «Estuvo genial porque le dimos un rato bueno dentro de la desgracia», recuerda este buen hombre, a quien no se le olvidará lo que Izan le dijo al despedirse mientras lo abrazaba: «Pepe, eres un grande».

Las tareas continúan para localizar a los empleados municipales Juan y Manolo. También para encontrar a Jonathan y Mónica, los padres de Izan, que celebró su cumpleaños sin ellos. Pero estaban los colegas.

Ya lo decía Eurípides: «Los amigos muestran su amor en tiempos de problemas, no en la felicidad». Izan, cuyo nombre significa «el que tiene una larga vida», tiene muchos de esos.

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