Las vacaciones en Marivent, junto a los mallorquines

Angie Calero

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14/06/2024
Actualizado 17/06/2024 a las 11:50h.

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El 4 de agosto de 1973, unos jovencísimos príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía pisaban por primera vez el Palacio de Marivent, que se convertiría desde entonces en la residencia donde la Familia Real pasaría todos los veranos.

Aunque Felipe VI tenía cinco años, conserva recuerdos muy bonitos de aquellos primeros veranos en la isla de Mallorca; incluso algunas imágenes algo borrosas de los años previos, antes de que sus padres se instalaran en Marivent, cuando toda la familia se alojaba en los icónicos apartamentos Victoria, en el paseo de Palma.

«El tiempo pasa muy rápido. Guardo muchos recuerdos de aquellos inicios», apuntó el Rey el verano pasado en los jardines de Alfabia, en la localidad de Buñola, a propósito de aquellas primeras veces en Mallorca. La Reina Letizia asintió a su lado, mientras la Princesa Leonor reconocía tener «muchas ganas» de ingresar en la Academia General Militar de Zaragoza y la Infanta Sofía se preparaba para viajar a Gales, donde comenzaría primero de Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College. Definitivamente, el tiempo vuela.

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Mallorca y la ciudad de Palma han cambiado mucho en cincuenta años. También España, que entonces era todavía un Reino sin Rey. Todo es distinto también en Marivent. Lo único que no ha cambiado en esta residencia de verano es la empresa que fabrica el coche que lleva el Rey. Si Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron por primera vez al Palacio en un Seat 1400, Don Felipe y Doña Letizia se desplazan por la isla en un moderno Cupra gris metalizado.

Si Marivent sirvió de escenario para que Don Juan Carlos y Doña Sofía se dieran a conocer entre los españoles hace más de cincuenta años, esta finca ubicada en Cala Mayor ha permitido también que Don Felipe y Doña Letizia proyecten en Mallorca desde hace diez años esa imagen de renovación de la Monarquía que el Rey anunció en su discurso de proclamación.

Marivent y la isla han servido para mostrar el relevo al frente de la jefatura del Estado. En 2014, dos meses después de la proclamación, los Reyes recuperaron el tradicional posado familiar en los jardines de Marivent, que llevaba sin producirse desde 2007, cuando se disparó la última imagen de la Familia Real al completo en el Palacio. Durante el curso escolar siguiente se anunció el «cese temporal de la convivencia» de la Infanta Elena y Marichalar y Don Juan Carlos y Doña Sofía decidieron cancelarlo.

Aquel verano de 2014, los Reyes recuperaron esa sesión de fotos en Marivent, con la que transmitieron que su compromiso con la isla de Mallorca seguía intacto. Este vínculo sigue siendo, año tras año, la mejor campaña de promoción para la isla. Pero ese espíritu de renovación y modernidad también se ha visto en estas fotografías familiares, que en estos diez años no han sido sólo en Marivent: los Reyes y sus hijas han convocado a los medios, a través de la Casa de S.M. el Rey, en distintos enclaves de Mallorca, como en el Monasterio de Lluch, el histórico pueblo de Valldemossa, los jardines de Alfabia, o el Palacio Real de la Almudaina.

Antes, durante aquellos años en los que no hubo posado de la Familia Real siendo Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, Don Felipe y Doña Letizia organizaron sesiones espontáneas con sus hijas en el Real Club Náutico de Palma, en Sóller o en la granja de Esporles.

El hecho de que Don Felipe y Doña Letizia hayan querido organizar los posados familiares fuera del Palacio de Marivent, responde también a una iniciativa del propio Rey, quien desde 2014 ha tenido la sensibilidad de escuchar las voces que pedían abrirlo al público. Desde mayo de 2017, tras un acuerdo entre el Gobierno balear y la Casa de S.M. el Rey, los jardines se pueden visitar todos los días del año, a excepción de Semana Santa y el mes de agosto, que es cuando la Familia Real disfruta de Marivent. Esta salvedad, además de por unas obvias razones de seguridad, tiene también que ver con el hecho de que durante los días en que el Rey se encuentra en su residencia de verano, Marivent tiene la capacidad de asumir las funciones que la Casa del Rey realiza durante el resto del año en el Palacio de la Zarzuela.

Desde allí el Rey puede compaginar la actividad institucional con tiempo de asueto, que invierte en salir a navegar con amigos o para competir a bordo del Aifos en la Copa del Rey Mapfre de vela, a la que no falta ningún año. Marivent ofrece también a la Jefatura del Estado la opción de otro escenario –más relajado y distendido–, desde donde puede continuar con su función institucional. Y, además, esta finca de Cala Mayor está dotada con todo tipo de sistemas de información y telecomunicaciones, incluso tiene un antiguo búnker.

Desde hace dos veranos, además, la Casa de S.M. el Rey se esmera en los preparativos de la recepción de los Reyes a la sociedad balear, que ahora tiene lugar en la explanada del Palacio de Marivent en lugar de en el Palacio Real de la Almudaina. En las mismas históricas escaleras de piedra donde presidentes del Gobierno, mandatarios extranjeros y representantes de otras casas reales posaban junto a miembros de la Familia Real, ahora se hacen fotografías oficiales de las autoridades del Gobierno balear y representantes de la sociedad civil saludando a Don Felipe, Doña Letizia y Doña Sofía, quien sigue pasando todo el tiempo posible en Mallorca.

Unas 1.000 personas han sido invitadas en los dos últimos años a esta recepción en Marivent, donde se sirve un cóctel de un catering mallorquín en mesas altas, bajo los pinos que hay en la explanada. Es la forma de acercar el Palacio a la sociedad civil, que se va de allí después de haber charlado en corrillos distendidos con los Reyes y de haberse hecho más de un selfi con ellos. Habrá que esperar para ver si este verano se une a ellos la Princesa Leonor, que siendo mayor de edad y habiendo jurado la Constitución ante las Cortes como Heredera, sus compromisos oficiales empiezan a ser mayores. En este sentido empieza también una nueva etapa de veranos en Mallorca para la Familia Real, en la que quizá se vea a la Princesa disfrutar de las noches de ocio en la isla, como lo hacía su padre cuando tenía su edad.

Lo que no va a cambiar es la necesidad de los Reyes por intentar preservar algunas parcelas de su vida para que sean totalmente privadas, algo que en muchas ocasiones han sentido que no podían hacer durante sus vacaciones en Mallorca. De ahí que su estancia en la isla se haya ido reduciendo. Los Reyes suelen pasar allí unos quince días, lo que duran sus vacaciones oficiales, con compromisos de agenda.

Días después de la entrega de premios de la Copa del Rey Mapfre, Don Felipe y Doña Letizia viajan con sus hijas hasta un destino que no trasciende a la prensa. Suelen ser escapadas fuera del país, que les han llevado a surcar las aguas de las islas de Croacia o Grecia. En alta mar se sienten alejados de todo, también de los objetivos de los paparazzi, y disfrutan de un tiempo de calidad, los cuatro solos, que no tienen el resto del año.

Esta necesidad del núcleo de la Familia Real por tener un espacio privado propio, no se ha entendido bien durante algunos veranos en Mallorca, sobre todo cuando la Reina ha llegado más tarde que el Rey y sus hijas a la isla; o cuando en 2010 un grupo de periodistas le preguntó por sus vacaciones y ella les contestó con una pregunta –«¿Tú te crees que esto son vacaciones privadas?»–, que llevó a pensar que a Doña Letizia no le gusta la isla. Eran otros tiempos, cuando la Familia Real era otra, y la relación de Doña Letizia y Don Juan Carlos no era la mejor. Los tiempos también han cambiado en Marivent.

Si a la Reina Letizia no le gustase Mallorca, el Palacio de Marivent hubiera dejado de ser la residencia de verano de la Familia Real. Tanto ella como el Rey Felipe consideran Marivent como su casa de vacaciones y eso no parece que vaya a cambiar. Allí establecen su campamento base y desde allí se mueven si deciden pasar unos días en la más estricta intimidad.

En Mallorca tienen también días de tranquilidad con planes discretos, como el verano pasado, cuando Don Felipe alquiló una lancha a motor para poder irse a calas recónditas o para que sus hijas pudieran disfrutar junto a sus amigos. Por eso, tal y como pudo saber este periódico hace un par de años, en Mallorca y en Marivent, los Reyes se sienten «en casa». «El Rey aquí no cumple y se va, viene porque le gusta y porque quiere», afirmó un íntimo amigo suyo. Y añadió: «Igual que la Reina. Si a ella no le gustase Mallorca, como tantas veces se ha dicho, no vendría. Y, en ese caso, lo más seguro es que Marivent hubiera dejado de ser la residencia estival de los Reyes».