La Princesa celebra como una cadete más su primer mes en la Academia
En el centro no recibe el tratamiento de Alteza Real y se le exige lo mismo que al resto de sus compañeros
Jurará la Constitución ante las Cortes Generales como Heredera al Trono el próximo 31 de octubre
Ha pasado más de un mes desde que la Princesa Leonor ingresara en la Academia General Militar de Zaragoza. Aquel día cambió los vaqueros blancos, la camisa azul y las zapatillas de deporte por el uniforme y los zapatos del Ejército de Tierra, y ... recogió su larga coleta en el moño reglamentario. La Heredera de la Corona entró en «La General» con «muchas ganas» y «convencida» del paso tan importante que daba.
Como futura Reina y jefa de las Fuerzas Armadas, a la Princesa de Asturias no se le exige a día de hoy ninguna responsabilidad ni cometido concreto, más allá de formarse lo mejor posible para cumplir el día de mañana con sus obligaciones constitucionales. Aún así, la joven ha seguido el ejemplo de su padre y ha dado prioridad a su formación militar, que durará tres años y aprenderá de los tres ejércitos.
Desde el pasado 17 de agosto, la Princesa Leonor se encuentra inmersa en una nueva realidad que ha tenido que asumir, aunque no le resulta desconocida porque Felipe VI ha contado a su hija su experiencia en la Academia. Ha superado las primeras dos semanas, que consisten en la adaptación a la vida militar y un módulo de formación básica, y ha recibido la boina grancé junto a sus compañeros tras concluir el módulo básico del combatiente y el sable que representa la obtención del título de dama cadete.
La Princesa Leonor está muy contenta y feliz por todo lo que está viviendo. Ha sido un primer mes duro. De hecho, para ella ha sido tan intenso que le parece como si hubiera pasado mucho más tiempo. Su familia y sus amigos del colegio sienten un orgullo muy especial al verla seguir la estela de su padre y afrontar tantos retos. Y ella también. Y es que los ha encarado con decisión, entereza y mucha fuerza de voluntad. Esto le ha llevado a ganar en arrojo y determinación, y, por tanto, también en seguridad.
La madurez de la Princesa, que a finales de mes cumplirá 18 años, se refleja también en las imágenes que esta semana distribuyó la Casa de S.M. el Rey y que resumen su primer mes en la Academia General Militar. En las fotografías se puede ver a la cadete Borbón Ortiz junto a sus compañeros de primer curso formando filas, con el fusil en mano, orientándose con mapas y cargada con el equipo arrastrándose bajo un alambre de espino. También ha resistido a nadar en el agua con el peso añadido del equipo empapado.
![Imagen principal - La Heredera realiza diferentes ejercicios en la Academia](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/23/Leonor3hor-U66403416780TJu-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - La Heredera realiza diferentes ejercicios en la Academia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/23/Leonor4hor-U11546053768rKb-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - La Heredera realiza diferentes ejercicios en la Academia](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/23/Leonor2vert-U56673346246ubI-278x329@abc.jpg)
En el cuartel de Zaragoza la Princesa Leonor es una soldado más. No recibe el tratamiento de Alteza Real y se le exige lo mismo que al resto de sus compañeros, con quienes está perfectamente integrada y se relaciona como cualquier joven cadete más. Sus padres pudieron acompañarla el primer día de Academia igual que al resto de alumnos, pero inmediatamente después todos fueron encuadrados en el I Batallón de Cadetes y conocieron a los mandos militares al frente de su instrucción.
Estas primeras semanas de instrucción militar se consideran claves en su formación, ya que suponen el primer encuentro real con las Fuerzas Armadas, sus exigencias y particularidades. De hecho, no son pocos los alumnos que deciden no seguir con la instrucción en esa primera fase de adaptación e integración a su nueva forma de vida en el Ejército de Tierra. Según los últimos datos oficiales, de 2018, las bajas en esos primeros días se sitúan entorno al 10%. Por eso tiene tanto simbolismo la ceremonia en la que los aspirantes participan en la entrega de sables y reciben el título de Caballero o Dama cadete.
La disciplina y jerarquía son dos de las estrictas normas que rigen el día a día de la Academia y que la Heredera debe respetar fielmente igual que el resto de sus compañeros. De hecho, el centro ya lo avisa en su carta de presentación: «La vida diaria del cadete está marcada por la exactitud en todos los actos y la observancia de las reglas de disciplina, jerarquía y unidad, características éstas indispensables para conseguir la máxima eficacia de las Fuerzas Armadas». Esta exigencia lleva a la vez a los alumnos a forjar una estrecha intimidad que les ayuda a afrontar las estrictas pruebas físicas que también deben superar y que han podido entreverse en las fotografías de la Princesa distribuidas por la Casa del Rey. Las normas para los nuevos alumnos se resumen en una serie de «virtudes militares» compendiadas en el 'Decálogo del Cadete', que reúne las que se consideran reglas fundamentales para los futuros miembros de las Fuerzas Armadas.
En el primer módulo de adaptación a la vida militar, la Princesa y sus compañeros fueron alojados en camaretas compartidas entre dos, cuatro o hasta doce personas; después pasaron por la peluquería, recibieron el equipo militar básico y comenzaron con las primeras sesiones. El régimen en la Academia es de internado, con un programa habitual que se desarrolla de lunes a viernes y los fines de semana libres a no ser que los alumnos estén de maniobras o arrestados.
Preparación física
Dentro de esta instrucción, la preparación física se considera uno de los aspectos fundamentales de la formación de los militares. El objetivo es «crear hábitos deportivos en los alumnos e iniciarles en diferentes deportes militares», como orientación, patrullas de tiro o pentatlón militar. Prueba de ello son las imágenes que se han podido ver de la Princesa Leonor, mapa en mano o campo a través con sus compañeros.
Ahora, la Heredera superará otro de los momentos más emotivos para todo cadete, la jura de bandera el 7 de octubre, y pasará entonces a recibir lecciones de segundo curso dentro de la Academia. El próximo año continuará sus estudios en Marín (Pontevedra) con la Armada -donde tendrá oportunidad de embarcarse en el crucero de instrucción Juan Sebastián Elcano- y finalizará la instrucción militar con uniforme del Ejército del Aire en San Javier (Murcia). Pero antes, el próximo 31 de octubre, tiene una de las citas más importantes de su calendario, la jura de la Constitución ante la Cortes Generales coincidiendo con el día de 18 cumpleaños, igual que ya hizo su padre al cumplir la mayoría de edad el 30 de enero de 1986.
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