Fin de fiesta con un violinista en el balcón
Los fastos por el décimo aniversario del reinado de Felipe VI concluyen con un concierto de Ara Malikian y una proyección en la fachada del Palacio Real
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Felipe VI: «A la Constitución y a sus valores me he ceñido y me ceñiré siempre»
Documental | 363 segundos: el discurso más difícil de Felipe VI
![Actuación del violinista Ara Malikian.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/19/ara-malikian-efe-k7iG-U602725345148VcC-1200x840@diario_abc.jpg)
Al atardecer corría un airecillo que resultaba agradable a las pieles quemadas de mañana al sol de la salutación, que es el de junio en la meseta. El público hacía lo suyo, preguntar la hora de las sorpresas, y Ara Malikian, con sus pelos y ... su violín, entraba a eso de las ocho menos cuarto en dependencias reales. El vientecillo del noreste acercaba los sonidos de los ensayos de la Guardia Real, que era como una cacharrería desordenada que se iba a ordenar para deleite de los más melómanos.
Había tranquilidad en los alrededores antes de la ofrenda musical, que la música es una ofrenda de ida y vuelta. Laura y Marina preguntaban a la Policía por los conciertos, se reían con esa risita tonta ya pasados los treinta. Daba igual, la Policía las correspondió con la misma simpatía con que una repartidora consistorial de banderitas, la que sustituyó a la de la mañana, hacía su labor. Faltaba por sonar 'La violetera', con enseñas nacionales en lugar de flores. Todo muy castizo, claro. En los anexos al Palacio Real.
Homenaje musical
A las nueve se presentó brevemente a la Unidad de Música de la Guardia Real, empezando por «los ritmos tranquilos» de 'El viejo almirante' de Francisco Grau. Una acústica perfecta y un 'speaker' didáctico. Hubo un padre que elevó a su hijo a que contemplara los instrumentos. Unos temas más, y en la tarde sonaban clásicos jazzísticos trayendo Nueva Orleans y Nueva York a Madrid. Incluso se rindió tributo de sones marciales a Miguel Ríos, o a Fórmula V o a Celia Cruz. También, y esto tiene más enjundia, se presentó a los oídos patrios la Obertura 'Rey Felipe VI', con ecos clásicos, autoría del alicantino Óscar Navarro. Ecos que tenían, por qué no, algo de John Williams en el ir avanzando los pasajes sonoros de la susodicha obertura.
Las banderitas del ayuntamiento, quizá por la gratuidad, iban teniendo un éxito inusitado en la chavalería extranjera, y así les flameaban. Oscurecía, una luz marmórea de diversos focos preparaba al asistente al videomapping. Fieles a la hora, los Reyes bajaron a la historiada plaza de Oriente. Un balcón se iluminó con el cardado capilar y los líricos quejidos del violín de Ara Malikian. A su término, un vídeo que jugaba con la fachada del Palacio Real como pantalla, y con la voz del locutor Richard del Olmo, mostraba una Monarquía tendente al futuro, cimentada en la Constitución y en el servicio de los españoles. Finalizado el videomapping hubo vítores a los Reyes y quedaba el eco del lema de esta celebración: «Servicio, compromiso y deber» en en la voz aterciopelada de Del Olmo. Había tenido Felipe VI un aniversario más que feliz.
Por otros diez años.
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