La abdicación de Don Juan Carlos: diecisiete días para el último gran acuerdo
![Don Juan Carlos firma su abdicación ante la mirada de Doña Sofía el 18 de junio de 2014](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/abdicacion5-U601234558526EpF-U602589310772A9G-1200x672@diario_abc.jpg)
El Rey de la Transición empezó a pensar en su renuncia en 2012 y todo se aceleró en 2014. La dimisión de Rubalcaba desencadenó un proceso impecable, discreto y veloz
Juan Carlos I recibe al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Es 26 de mayo de 2014. Audiencia semanal ordinaria en el Palacio de la Zarzuela. La víspera se han celebrado elecciones europeas, en las que el PP y el PSOE han obtenido un mal resultado. El presidente le sugiere al Rey que es el momento de poner en marcha el plan que una decena de personas lleva unas semanas preparando por decisión del Monarca. El Rey lleva un par de años mascullándolo, pero se acerca la hora de la verdad, la hora de abdicar en su hijo, el Príncipe Felipe. Se trata de un asunto de la máxima relevancia política, sin antecedentes ni legislación que lo ampare. Toca actuar sobre la marcha, y es un tema de Estado.
Tres días después, el jueves 29, Don Juan Carlos convoca una reunión al máximo nivel: su hijo y Heredero; Mariano Rajoy, presidente del Gobierno; Alfredo Pérez Rubalcaba, líder de la oposición; el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno; y Soraya Sáenz de ... Santamaría, vicepresidenta del Ejecutivo. Los asistentes son informados de que la decisión de abdicar se va a hacer pública el lunes 2 de junio. Quedan cuatro días.
En ese momento, nadie en España imagina que el Rey Juan Carlos está pensando en dar un paso atrás. Durante la primavera de 2014 la idea general, tanto en las élites como en el conjunto de la sociedad, es que el Monarca va a tener un reinado largo y prestigioso. Sin embargo, hace ya al menos dos años que esta posibilidad se está fraguando, y en ella anidan motivos políticos y personales. Son razones que se entrelazan hacia un destino común: renunciar.
![LOS NEGOCIOS DE URDANGARÍN. La toma en conciencia de los negocios de el yerno del Rey activó las alarmas sobre los efectos que podría tener para la Casa. El tiempo lo acabó demostrando](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/abdicacion7-ky3C--1150x646@diario_abc.jpg)
«El Rey se lo planteó a finales del 2012 y tomó la decisión en el 14», explica a ABC Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno al que Don Juan Carlos le había contado un par de meses antes que la decisión estaba tomada. Fue en ese mismo despacho el 31 de marzo. Al día siguiente, primero de abril, Rajoy encarga a un selecto grupo del Gobierno la elaboración del itinerario jurídico de un proceso que acontece por primera vez en democracia.
Un proceso de abdicación voluntario es siempre un trauma para el sistema, porque no es lo normal. Cuando el Rey toma la decisión y decide involucrar a una decena de personas, nadie puede imaginar las circunstancias políticas y personales que le han llevado a pensar que ha llegado el momento.
Diez palabras
¿Cuál es el origen de la decisión que toma Don Juan Carlos? Hay un antecedente remoto, que es la toma de conciencia de que algo está pasando con la actividad profesional de Iñaki Urdagarín, el entonces marido de la Infanta Cristina. No obstante, según ha podido contrastar ABC, el verdadero origen está en la crisis de Botsuana, el escándalo surgido cuando el Rey sufrió una caída mientras participaba en una cacería a la que le había invitado un empresario árabe. El accidente, su obligatorio traslado a España y su hospitalización desencadenaron una crisis de reputación sin precedentes. De repente, y por primera vez en ochenta años, la España real y los medios de comunicación estaban criticando al Jefe del Estado. Algo se había roto.
![LA CACERÍA. Algo cambió en la sociedad española cuando trascendió que, en los momentos más duros de la crisis económica, el Rey había tenido un accidente en Botsuana durante una cacería. Don Juan Carlos pidió perdón, pero algo había cambiado para siempre](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/juan-carlos-botsuana-kXlC-U602589310772xIF-1150x850@diario_abc.jpg)
«Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir»
Don Juan Carlos
Palabras pronunciadas el 18 de abril de 2012 tras resultar herido en una cacería en Botsuana
Aquel episodio finalizó con Zarzuela difundiendo un vídeo que quedó para la Historia. El Rey Juan Carlos, el político más importante de los últimos cuarenta años, el líder que trajo la democracia a España, pronunciando diez palabras de perdón y arrepentimiento. La puesta en escena también fue insólita. Antes de abandonar el hospital en el que fue intervenido en la cadera derecha, y apoyándose en dos muletas, el Rey se dirigió a la cámara que le estaba grabando: «Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir». Era 18 de abril de 2012. Faltaban 745 días, algo más de dos años, para que toda España conociera la decisión de abdicar en su hijo.
Con el Rey valorando seriamente la renuncia desde ese 2012, llega el momento decisivo: 2014. Ese año, se producen tres hechos que le afectan en lo personal y que apuntalan la decisión de abdicar. El 5 de enero, día de la Pascua Militar, Don Juan Carlos se equivoca varias veces mientras lee su discurso. Se nota que está haciendo un gran esfuerzo en la lectura. En los miles de discursos pronunciados por un jefe del Estado que lleva casi cuarenta años en el cargo, nunca le ha sucedido algo así. El Rey está cansado y se le empiezan a notar los problemas de salud, y este es el segundo elemento clave: en esos meses Don Juan Carlos sufre un gran dolor físico, principalmente en la espalda y en la cadera. En ese contexto se produce otro acontecimiento que le desgasta: la muerte de Adolfo Suárez, el presidente del Gobierno de la Transición política. Hay una generación que se está yendo.
Cuándo: las elecciones europeas
Con todos estos factores emocionales sobre la mesa, llega el momento de pensar en el cuándo. En los últimos años, el contexto político se ha ido poco a poco complicando hasta que en mayo de 2014 se producen dos elementos políticos relevantes.
![Imagen principal - En su discurso en la Pascua militar de 2014, Don Juan Carlos trastabilló en distintos momentos. Se le veía físicamente cansado. En la imagen, junto a la Reina Sofía y los entonces Príncipes de Asturias el 5 de enero de 2014 (arriba). El Rey Juan Carlos saluda a la prensa tras recibir el alta y salir del hospital tras pasar ocho días hospitalizado en agosto de 2019 (a la izquierda). El fallecimiento de Adolfo Suárez, en marzo de 2014, fue otro elemento de desgaste. La generación que le acompañó en los años de la Transición política, casi cuarenta años atrás, estaba desapareciendo. La imagen de la derecha, tomada por Adolfo Suárez Illana, fue el último encuentro de ambos](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/abdicacion1-kPND--954x591@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - En su discurso en la Pascua militar de 2014, Don Juan Carlos trastabilló en distintos momentos. Se le veía físicamente cansado. En la imagen, junto a la Reina Sofía y los entonces Príncipes de Asturias el 5 de enero de 2014 (arriba). El Rey Juan Carlos saluda a la prensa tras recibir el alta y salir del hospital tras pasar ocho días hospitalizado en agosto de 2019 (a la izquierda). El fallecimiento de Adolfo Suárez, en marzo de 2014, fue otro elemento de desgaste. La generación que le acompañó en los años de la Transición política, casi cuarenta años atrás, estaba desapareciendo. La imagen de la derecha, tomada por Adolfo Suárez Illana, fue el último encuentro de ambos](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/abdicacion8-kPND--591x417@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - En su discurso en la Pascua militar de 2014, Don Juan Carlos trastabilló en distintos momentos. Se le veía físicamente cansado. En la imagen, junto a la Reina Sofía y los entonces Príncipes de Asturias el 5 de enero de 2014 (arriba). El Rey Juan Carlos saluda a la prensa tras recibir el alta y salir del hospital tras pasar ocho días hospitalizado en agosto de 2019 (a la izquierda). El fallecimiento de Adolfo Suárez, en marzo de 2014, fue otro elemento de desgaste. La generación que le acompañó en los años de la Transición política, casi cuarenta años atrás, estaba desapareciendo. La imagen de la derecha, tomada por Adolfo Suárez Illana, fue el último encuentro de ambos](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/abdicacion2-kPND--347x417@diario_abc.jpg)
El desencadenante es que hay elecciones europeas: desde que en 2011 Mariano Rajoy consiguió una amplia mayoría absoluta (186 diputados), en España poco a poco se ha ido imponiendo un desgaste del bipartidismo, circunstancia que salta de las calles a la política en esos comicios de la UE: Podemos consigue cinco eurodiputados y Ciudadanos, dos. El segundo asunto es consecuencia del primero, y es determinante: la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE tras la derrota electoral.
La pregunta está en el aire: ¿Quién va a coger el mando del Partido Socialista en el congreso socialista convocado para el mes de julio? En un partido con unas bases declaradamente republicanas, ¿alguien puede asegurar que el futuro líder socialista cerrará filas en un proceso de abdicación?
Ese es el momento en el que Rajoy llama a Rubalcaba, con quien habla de vez en cuando con lealtad institucional, y ambos acuerdan trabajar conjuntamente en absoluta coordinación y con absoluta discreción.
Fue, según explica Rajoy a ABC, el último gran acuerdo de Estado: desde el anuncio hasta la proclamación del Heredero tan sólo transcurren 17 días: «Lo más importante de la abdicación es la normalidad con la cual se produjo. Nunca en los dos últimos siglos hubo un proceso de sucesión en la Corona tan normal como aquel. Nadie se intranquilizó por lo que pudiera pasar. Y nadie tuvo la sensación de que hubiera un vacío de poder y de que iniciábamos una etapa de incertidumbres».
El jefe del Ejecutivo considera que fue un proceso «muy importante» porque dejó «claras» dos cosas: la estabilidad del sistema político español y la solidez de las instituciones constitucionales. En realidad, añade Rajoy, «este proceso de sucesión fue un triunfo de los que hicieron la Constitución española».
![La dimisión de Rubalcaba abría un escenario de incertidumbre que favoreció la decisión ya tomada de abdicar](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/abdicacion3-kPND--1150x646@diario_abc.jpg)
Diez años después, Rajoy reconoce como esencial el apoyo de Alfredo Pérez Rubalcaba, y lo pone como modelo de que España avanza cuando se apoya en los grandes consensos entre el PP y el PSOE: la entrada en Europa y en el euro, los estatutos de autonomía salvo el catalán, la política exterior… La pregunta es inevitable:
–¿Con este PSOE habría sido posible?
–No, francamente. Me duele decirlo, pero no.
Un Heredero preparado
Y en el fondo de la decisión y tras un proceso de abdicación sosegado y sereno, una pregunta: ¿Está el Heredero convenientemente formado para asumir la Jefatura del Estado? Además de las funciones no escritas que el Príncipe desempeña a partir de su juramento de la Constitución ante las Cortes se ha compatibilizado adecuadamente con el pertinente proceso de formación.
![Mariano Rajoy pilotó desde el Gobierno y en plena coordinación con Rubalcaba el proceso de elaboración de la ley que amparó la abdicación](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/02/abdicacion6-kPND--1150x646@diario_abc.jpg)
«Este proceso de sucesión fue un triunfo de los que hicieron la Constitución Española»
Mariano Rajoy
Presidente del Gobierno entre 2011 y 2018
El hoy Rey de España está preparado. En sus años como Príncipe de Asturias se formó para ese día, aunque la ocasión se presentara antes de lo previsto; aún así, la proclamación le llegó a los 46 años, ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Y en el día de su abdicación, el Rey Juan Carlos lo expresó con claridad: «El Príncipe de Asturias tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesarios para asumir con plenas garantías la Jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación». Palabra de Rey. El hoy Rey está preparado.
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