Una Princesa en tiempos difíciles
Leonor, que hoy cumple quince años, será la primera Heredera de la Corona que jure con un gobierno en parte hostil a la Monarquía. Sus padres la han preparado -y siguen haciéndolo- para una vida que no será fácil y estará marcada por el esfuerzo, la renuncia y la soledad. Aún así, o quizá por ello, Leonor es una Princesa convencida que vive «con emoción» el papel que le ha deparado el destino
![La Princesa de Asturias, con su padre, el Rey, el 16 de octubre en Oviedo](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/10/30/Princesa-Leonor-U88142673211ODv-1248x698@abc.jpg)
En el momento en que nació, hoy hace quince años, la entonces Infanta Leonor ya tenía apuntada una cita en su agenda para el día que alcanzara la mayoría de edad. Salvo que sus padres, los Reyes, tuvieran un varón, aquella niña se convertiría en ... Princesa de Asturias y cuando cumpliera 18 años, el 31 de octubre de 2023, juraría la Constitución ante las Cortes como Heredera de la Corona. Lo que nadie se imaginaba en la España próspera de 2005, la que la vio nacer, era que Leonor crecería en un entorno cada vez más hostil .
Nadie podía prever que el país se iría empobreciendo, primero por la crisis de 2008 y después por la pandemia; que la situación política se iría haciendo cada vez más adversa, y que los grandes logros propiciados por Don Juan Carlos -la Monarquía y la democracia- se verían amenazados cuarenta años después. Pero, por encima de todo, lo que nadie imaginó es que un día el propio abuelo de la Princesa tendría que abandonar España tras haber cometido unos errores personales inexplicables.
A la Princesa sus padres la han preparado -y siguen haciéndolo- para una vida que no será fácil y que estará marcada por el esfuerzo, la prudencia, la renuncia, el sacrificio y la soledad. Sabe, por la experiencia de su abuelo, que los errores personales son capaces de arruinar los más grandes logros históricos y que en el camino no podrá bajar nunca la guardia porque siempre estará sometida a altos niveles de exigencia.
Pero, a pesar de todas estas exigencias, o quizá por ellas, Leonor es una Heredera convencida. A sus quince años vive «con emoción» los momentos más relevantes y está muy motivada ante el futuro que le ha marcado el destino. Su padre le ha ido explicando de una forma natural e ilusionante en qué consiste el peculiar oficio de la familia y ha querido que su hija estuviera presente en los momentos cruciales.
«Si lo coges bien desde pequeño»
Cuando Don Felipe cumplió los mismos años que hoy cumple su hija, los periodistas le preguntaron si no era raro eso de prepararse para Rey, y él contestó: «Si lo coges bien desde pequeño, te vas acostumbrando». Y eso es lo que ha tratado de hacer con su hija, una adolescente que acaba de estrenar sus primeros zapatos de tacón y a la que quienes mejor la conocen la describen como «aplicada, meticulosa, concienzuda, responsable, dulce y alegre».
Hace tiempo que la infancia de la Princesa se hizo más difícil que la de su padre. Don Felipe creció en una España que iba a mejor en todos los sentidos : más democracia, más libertad, más tolerancia, más convivencia, más prosperidad y más modernidad. En la corta vida de Leonor, la tendencia se ha invertido.
Don Felipe descubrió que había sectores hostiles y violentos a la Monarquía con trece años. Ese día vio por televisión el incidente que vivió su padre en la Casa de Juntas de Guernica, cuando unos radicales de Herri Batasuna intentaron impedir hablar al Rey, y el Príncipe se llevó «un buen susto». Diecinueve días después, pasó la madrugada en el despacho de su padre, luchando contra el sueño , mientras Don Juan Carlos abortaba el intento de golpe de Estado del 23-F.
La Princesa también ha visto a su padre parar un golpe contra la democracia, el del 3 de octubre de 2017 en Cataluña, y ha sido testigo de violentas protestas contra la Monarquía, como la que le organizaron los separatistas en su primera visita oficial a Barcelona.
Salvo un cambio imprevisto, Leonor se convertirá en la primera Heredera que jure la Constitución con un Gobierno en parte hostil a la Monarquía . También a su padre le llegó la mayoría de edad en un momento inédito en la historia de España, pues en 1986 el PSOE gobernaba por primera vez con la Monarquía, pero el Ejecutivo de Felipe González apoyó sin fisuras la forma del Estado como «la más adecuada y racional».
Tras tomarle juramento, el presidente del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces-Barba , dijo: «Este acto se produce en un momento especialmente significativo de la vida política de nuestro país, con una mayoría socialista y con el presidente que tiene la fortuna y el honor de dirigiros la palabra también socialista, aunque hable institucionalmente en nombre de todos. Los hechos son los hechos, y creo que poner de manifiesto esta realidad ayuda también a entender la solidez de la situación constitucional y el apoyo de todos a la Corona».
Leonor, a secas
Hasta ahora, la vida de la Princesa ha sido muy parecida a la de su padre, aunque con algunas diferencias. Por ejemplo, Doña Letizia es una madre mucho más estricta de lo que fue en su día Doña Sofía. También Don Felipe ha querido proteger a sus hijas de la exposición mediática a la que él fue sometido de niño, cuando los reporteros se metieron en su clase e, incluso, en una ocasión en su dormitorio. Al padre se le empezó muy pronto a llamar Alteza mientras que su hija, salvo en muy contadas ocasiones, sigue siendo Leonor, a secas.
Además, Don Felipe y Doña Letizia se vuelcan en la preparación de cada uno de los actos en los que participa la Princesa, como fueron la imposición del Toisón de Oro, la visita a Covadonga o los ocho discursos en público que la Heredera ha pronunciado hasta ahora. Don Felipe sabe lo que su hija siente porque pasó por lo mismo, y Doña Letizia la enseña con técnicas profesionales a dominar la situación. Su fórmula del éxito es preparación, ensayo y trabajo .
La preparación de la Heredera empezó hace muchos años en casa cuando, al regreso de los actos o viajes oficiales, los Reyes explicaban a sus hijas qué habían hecho y las peculiaridades de su particular oficio. Por la noche, la Reina les leía cuentos en español y el Rey en inglés y, en seguida, las acostumbraron a ver las películas en versión original. Después llegaron las clases de árabe, sin olvidar el catalán, el gallego y el vasco .
Ahora, la Princesa estudia cuarto de la ESO. Este año ha escogido la rama de Ciencias con las asignaturas optativas de Física y Química y Biología, pero el próximo, cuando empiece el Bachillerato, escogerá la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales. Hasta ahora, su formación escolar ha sido igual que la del resto de sus compañeros del colegio de Santa María de los Rosales, pero en los próximos años los Reyes deberán decidir si envían a la Princesa a estudiar un año al extranjero y qué tipo de formación militar recibirá , una cuestión en la que también opinará el Gobierno.
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