La orca «Keto» sí atacó y causó la muerte de Alexis, el adiestrador del Loro Parque

El informe médico forense acredita que el cadáver del joven mostraba la mordedura del cetáceo

M. Á. MONTERO

Aunque el zoológico tinerfeño Loro Parque tratase de aclarar en uno de los comunicados posteriores al trágico suceso que «el comportamiento del animal no se correspondió con la forma en que estos mamíferos marinos atacan a sus presas en la naturaleza, sino más bien con un desplazamiento», el informe médico forense y las diligencias del caso, aún abierto, hablan de la «agresión» y el «ataque» de la orca «Keto» , que causó la muerte al adiestrador Alexis Martínez el pasado 24 de diciembre. La autopsia practicada al cadáver del joven detalla diversas fracturas, lesiones y hasta la mordedura del animal, lo que también descartó —«según los datos preliminares», dijeron— el zoo situado en el municipio del Puerto de la Cruz.

El informe médico forense derivado de la autopsia al cadáver de Alexis Martínez, al que ha tenido acceso ABC, atribuye las características de «violenta» a la muerte del joven adiestrador, de 29 años, a quien las lesiones que le infligió la orca «Keto», una de las cuatro que explota el Loro Parque, le causaron la muerte. Según el análisis, el motivo inmediato del fallecimiento fue un «edema agudo pulmonar», mientras que la causa fundamental tuvo que ver con una «asfixia mecánica por compresión aplastamiento toraco abdominal con lesión de centros vitales».

El examen no solo revela múltiples fracturas —«de toda la parrilla costal anterior», de esternón, costales...— y lesiones —«pulmones contundidos con desgarros de la pleura», «hígado con rotura-desgarro amplio»...—, sino también la mordedura del animal: «Las marcas redondeadas del examen externo son compatibles con las marcas de los dientes de una orca. La morfología puede quedar parcialmente atenuada por el traje de neopreno que lleva el personal durante el trabajo», advierte el informe. El día 26 de diciembre, dos después del suceso, el zoológico distribuye una nota en la que, amparándose en los «datos preliminares», explica que Alexis «no presentaba signos de violencia, ni golpes o mordeduras, siendo la falta de oxígeno la que, al parecer, le causó la muerte, descartándose un ataque».

Sin embargo, ya el informe preliminar de autopsia, fechado el mismo día del fallecimiento del adiestrador, había confirmado que se trató de una «muerte violenta», lo que ratificaría el posterior análisis forense. Tres días después, eso sí, un nuevo comunicado del Loro Parque, que ya habla entonces de lesiones y de la violencia del suceso, expone que, «tras concluir el ejercicio, Alexis fue empujado violentamente por la orca a causa de una reacción imprevista del animal». Además, reza que el entrenador de estos mamíferos marinos «presentaba lesiones por compresión en la caja torácica, siendo la falta de oxígeno la causa más probable de la muerte».

En ese mismo escrito, el Loro Parque precisa que «el estudio de los hechos muestra que el comportamiento del animal no se correspondió con la forma en la que estos mamíferos marinos atacan a sus presas en la naturaleza, sino más bien con un desplazamiento». Por el contrario, el informe de la ambulancia medicalizada del Servicio de Urgencias Canario que trasladó a Alexis hasta el hospital —informe incluido en el parte médico forense— describe a un «varón de 29 años, quien se encuentra en PCR —parada cardiorrespiratoria— luego de sufrir agresión por orca». Más allá, las consideraciones del forense estiman que el entrenador del zoo «sufrió lesiones por una de las orcas que afectan a órganos vitales, lesionándolos gravemente con resultado de muerte».

Los testigos

Asimismo, y según ha podido conocer este diario, las declaraciones de los testigos del suceso, es decir, del resto de la plantilla de adiestradores del Loro Parque, refieren que Alexis fue «atacado» por el animal en el momento en que se disponía a abandonar la piscina. Entre la información que aportaron los compañeros del joven y que forma parte de las diligencias del caso, aparece que «el animal no quería realizar el tercer ejercicio» de la rutina y que mostraba un comportamiento «extraño».

Desde que el zoológico portuense reanudara el show, apenas unos pocos días después del fallecimiento del entrenador, los adiestradores dejaron de zambullirse en el estanque. Solo dos meses más tarde, una orca del «Sea World» de Orlando —al que pertenecen los especímenes del Loro Parque— atacó y acabó con la vida de la también entrenadora Dawn Brancheau, quien había trabado amistad con Alexis tras visitar el zoo del norte de Tenerife.

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