Hazte premium Hazte premium

Muere el pez diablo negro descubierto en aguas de Tenerife

El animal murió poco después de ser avistado, confirmando las hipótesis de los expertos de que podía deberse a una enfermedad

El pez diablo negro se deja grabar por primera vez en la costa de Tenerife

El cadáver del pez abisal Redes sociales

Laura Bautista

Las Palmas de Gran Canaria

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El equipo de investigadores que localizó la pasada semana con un diablo negro, en un avistamiento único en el mundo de este «monstruo marino negro», ya sabía que este acontecimiento era tan extraño como preocupante. El pez abisal localizado murió poco después, confirmando las hipótesis de los expertos de que esta especie de las profundidades tan cerca de la superficie podía deberse a una enfermedad.

Esta hembra de pez diablo negro se dejó ver en sus últimos días de vida, y han sido los mismos investigadores que lo descubrieron quienes han comunicado que el ejemplar ha muerto. El cuerpo, de apenas unos centímetros, ha sido trasladado al Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife, donde se analizará detalladamente y ayudará a conocer más sobre esta especie abisal tan desconocida.

Normalmente solo se han registrado larvas o ejemplares en estado deteriorado cerca de la superficie y la hembra es mayor que el macho, llegando hasta los 18 centímetros.

Distintas hipótesis sobre su muerte

Este pez legendario de la familia Melanocetus ha sido visto muy pocas veces con vida, y mientras aún la comunidad científica estaba conmocionada por haberlo localizado, murió. Los científicos barajan varias causas de la muerte, como los cambios radicales en las corrientes oceánicas, condiciones ambientales adversas o una enfermedad que le llevó a alejarse de su hábitat en el fondo del mar para mostrarse en estas extrañas circunstancias.

El organismo de este pez posiblemente no habría soportado las condiciones de la superficie, ya que este es un entorno muy diferente a su hábitat extremo, apuntan.

El fotógrafo David Jara, el equipo de Jara Natura, los científicos Laia Valor y Marc Martín, Antonio Sabuco y el equipo de investigación Condrik - Tenerife fueron quienes captaron este hecho tan insólito como histórico de este pez diablo «emergiendo de las profundidades abisales en natación vertical, frente a tan solo 2 kilómetros de la costa de Tenerife» concretamente junto a la playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora. Pero los motivos de tener a este depredador de las profundidades tan a la vista eran preocupantes. El equipo planteó que el pez diablo pudiera estar huyendo de un depredador o que hubiera sido arrastrado por una corriente, pero finalmente la enfermedad es la teoría más plausible.

Ahora, se estudiará al detalle las causas del fallecimiento del animal, que sin duda será recordado por el equipo y la tripulación para siempre.

El pez diablo está ampliamente distribuido, habita los mares tropicales y subtropicales de todo el mundo, siendo citado por primera vez en las costas de Madeira. Habita en el fondo marino entre los 200 y los 2000 metros de profundidad» y que utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes a modo de cebo para atraer a sus presas, de la misma forma que en la popular película de 'Buscando a Nemo'.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación