VIOLENCIA DE GÉNERO
El desgarrador relato de Asha Ismail: «Mi nieta sabe que sufrí mutilación genital, pero por suerte para ella solo será una historia»
Ha contado su historia en el congreso 'Justicia y Sostenibilidad Democrática: La respuesta contra la Violencia de Género'
![Asha Ismail en foto de archivo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/12/16/asha-Rf2bgLkWmHVs4FIeXOgOLCN-1200x840@abc.png)
Asha Ismail apenas tenía 5 años cuando el que pensaba iba a ser un día feliz para ella se convirtió en una pesadilla que la marcaría para siempre. Pensaba que era algo bueno, le hicieron creer que era así, y esa pequeña niña de 5 años se sentía especial. «Me desperté ansiosa, como los niños españoles en la noche de Reyes», ha recordado. Nunca imaginó que detrás de ese día se escondía la «purificación», una agresión sexual brutal que aún se practica en cerca de 100 países.
Le cortaron sus genitales con unas cuchillas que ella misma había comprado, por orden de su madre y su abuela. «Escucho aún el sonido del corte en mis genitales cada vez que recuerdo esta historia».
«Mi nieta sabe que me practicaron la mutilación genital, pero por suerte para ella solo es algo de la historia«, confiesa.
La presidenta de 'Save a girl, save a generation', Asha Ismail, ha compartido con el público grancanario en el congreso 'Justicia y Sostenibilidad Democrática: La respuesta contra la Violencia de Género' su experiencia de vida y su lucha contra la mutilación genital femenina, que le practicaron a ella y a muchas niñas de su país.
«A pesar de mi edad me acuerdo perfectamente como ocurrió todo, me dijeron mañana te vamos a purificar y yo, sin saber lo que me iba a pasar, estaba muy contenta», ha rememorado Asha. Toda la ilusión y los nervios se acabaron cuando comenzaron a realizarle la mutilación con unas cuchillas que ella misma había comprado. «Yo gritaba y gritaba« pero lejos de servir de algo »me metieron un trapo en la boca para que no se me escuchara«. Recuerda el lugar, la sangre, sus gritos, y como lo que quizá fueron unos minutos »para mí fue una eternidad«. Con una sala que la escuchaba emocionada, recordó con dolor a aquella niña de 5 años que gritaba, »yo solo pensaba, que se acabe«, lo que le hicieron fue infibulación» (el estrechamiento de la abertura vaginal mediante sutura).
Después de esa experiencia Asha Ismail fue vendida a un hombre de Somalia. «Me compró y se casó conmigo, y la primera noche me llevó a un hotel en la capital de Somalia donde me violó repetidamente», manifestó la presidenta de 'Save a girl, save a generation'.
«Yo sabía que 'Las niñas locas' es como llamaban a las que se prendían fuego la noche de boda, aquella noche yo lo entendí» relató.
Después de esas noches dijo que no quería volver a «esa habitación del terror» y logró que le dieran una habitación aparte, ella cerraba la puerta con unas sillas y dormía con un cuchillo en la habitación. Su 'esposo' insistía en entrar en la habitación.Corría el año 1988, ha recordado para el público de la sala, también en retransmisión online, y tras dos meses se enteró que estaba embarazada. «Yo no quería tener una niña, no quería que sufriera lo mismo que yo«, pero nació una niña y cuando se la pusieron en los brazos cambió la vida de Asha Ismal.
«Pensé que a esta criatura la voy a proteger, no quiero que pase por la mutilación genital femenina ni que la obliguen a casarse, esa promesa me dio vida» y la fuerza para no volver a ver al padre de la niña. «Se lo dije a mi hermana mayor, mi niña no pasará por esto, y me dijo, la mía tampoco«, y se sumaron sus amigas, primas, cómplices... así nace 'Save a girl, save a generation'.
Mi niña es madre de dos niñas, le contarán lo que le pasó a su abuela. Pero para ellas «eso ya es historia». La sala se puso en pie para respaldar la lucha de Asha y su ejemplo de vida, que ha abierto los ojos sobre una realidad brutal que a pesar de vivir en pleno siglo XXI es parte del día a día de cerca de un centenar de países del planeta.
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