Pablo Paz - Arando en el mar
La seguridad como reclamo turístico
En Canarias nos estamos jugando diariamente nuestra credibilidad como «destino seguro» y, por extensión, la calidad de nuestro sistema de exportación turística y de servicios
No todo vale a la hora de “vender” nuestro “destino Canarias” en el escenario turístico internacional y, menos aún -aunque sea, de momento, real-, abusar del término seguridad para atraer más turistas aprovechándonos de las circunstancias convulsas que padecen otros destinos, principalmente los situados en el norte de África.
O, incluso, aquellos otros destinos de ciudades europeas que últimamente se han visto salpicados por la sangre derramada de cientos de inocentes , porque nunca se sabe dónde puede aparecer un “perturbado” ungido por el dedo de la locura mesiánica y nos puede hacer aparecer, en cuestión de minutos, como noticia luctuosa en las primeras páginas de los informativos de todo el mundo.
Es cierto que la seguridad que ofrece nuestras islas es, hoy por hoy, nuestro principal atractivo y, por añadidura, constituye el verdadero y primordial valor añadido a una oferta turística donde, además, se ofrece sol y playa en un entorno paradisíaco . Canarias, pues, constituye hoy en día el destino vacacional preferido de los europeos y de cuantos desean encontrar un clima de confort, excelencia y seguridad.
Una seguridad que debe estar basada en el profundo conocimiento de una realidad que terminará constituyendo, quiérase o no, en el factor de decisión del cliente a la hora de viajar o de elegir un destino concreto para sus vacaciones.
Pero, para ello, tanto los responsables políticos como los empresarios e incluso los ciudadanos, debemos entender que la seguridad turística, como así la entiende la Organización Mundial del Turismo (OMT) , es una continuación de la seguridad ciudadana que debe ser analizada dentro de un mismo sistema de seguridad integral, pero con sus propias indicadores entre los que destaca el hecho de que, en relación al turista, su seguridad debe ser aquella que le proteja no sólo la vida y la salud sino que debe velar también por su integridad física, psicológica y económica. Aunque últimamente tan sólo tengan repercusión mediática los hechos relacionados con la violencia terrorista.
Canarias es, además, un destino "seguro" porque cumple con todas las garantías legales y con los compromisos internacionales ya que, según todos los indicadores políticos, jurídicos, policiales y económicos, es una de las comunidades autónomas donde se registra un mayor número de comisiones rogatorias, que constituyen un auxilio judicial internacional muy apreciable. Es decir, facilita la labor de comunicación entre tribunales de justicia de diferentes países, con el fin de que se practiquen las diligencias oportunas en los distintos procedimientos judiciales.
En Canarias nos estamos jugando diariamente nuestra credibilidad como “destino seguro” y, por extensión, la calidad de nuestro sistema de exportación turística y de servicios, que no hay que olvidar que constituye nuestra principal –y, por desgracia, casi única–, industria.
Y es por ello que debemos de superar los momentos de desgracia e inestabilidad emocional que las instituciones y el sector turístico soportan serenamente cuando conviven con hechos de esta naturaleza, para, seguidamente, potenciar en lo posible el personal y el material destinado a velar por dicha seguridad que debe contemplar las denominadas cuatro calamidades que aquietan al turista: el terrorismo, los conflictos bélicos, las revueltas políticas y las enfermedades no controlables.
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