Hazte premium Hazte premium

arando en el mar

El turismo de cruceros bandea la crisis

pablo paz

Desde el último cambio de gobierno y de partido en Las Palmas de Gran Canaria, los responsables políticos se han dado cuenta de que la capital de una isla eminentemente turística como lo es sin duda Gran Canaria, no puede quedarse tan solo en un turismo residual, desaprovechando el crecimiento de otros segmentos que se están produciendo en estos momentos y que, sin duda, lo lidera el llamado turismo de cruceros. Si la actual oferta de la ciudad es el turismo de negocios y el congresual, dada la actual crisis económica, es necesario, urgente más bien, diversificar la oferta y abrirse a nuevas ideas entre las que se encuentran: los cruceros, el denominado city breaks o la forma de atraer turistas desde la Península durante el fin de semana, y las visitas guiadas de visitantes desde el sur de la isla.

Esta idea, que no es nueva, es perfectamente exportable a otras capitales, como por ejemplo Santa Cruz de Tenerife. No olvidemos que el turismo de cruceros ya fue por los años 60 una importante fuente de ingresos para Canarias, hasta que por un cambio de tendencia, dicha actividad se trasladó al Mediterráneo. Pero por paradojas de la vida, dicha tendencia ha vuelto a cambiar poniendo de moda en la actualidad los cruceros por la ruta atlántica, destacando los puertos de Funchal y Canarias. La cuestión ahora es que los barcos son más, y nos visitan más asiduamente; dándose el caso de que en un mismo día puede haber en el muelle hasta cuatro o cinco cruceros de enormes dimensiones.

Precisamente las dimensiones y la frecuencia de estos navíos impone a los responsables políticos y a las autoridades portuarias llevar a cabo las obras de infraestructuras necesarias como para poder recibir varios cruceros de gran tonelaje al mismo tiempo. De hecho, en Las Palmas de Gran canaria, han recibido en poco más de seis meses 450.000 cruceristas, siendo una cantidad algo menor la que se recibe en Santa Cruz de Tenerife. Aún así, la cuestión es no sólo tener unos muelles adecuados para que atraquen los barcos, sino las infraestructuras portuarias necesarias para acogerlos y unos medios de transportes apropiados para trasladarlos hasta la capital, la cual, debería estar dispuesta, sea fiesta o no, para que los comercios, bares y restaurantes puedan acoger a los miles de turistas que han decidido visitarnos.

Estadísticamente, el 33 % de los cruceristas suelen venir con alguna excursión programada; otro 33 % suele desembarcar y visitar la ciudad por su cuenta, mientras el resto de los pasajeros decide quedarse a bordo. Es evidente, pues, que algo debemos hacer para acoger, transportar, divertir, y complacer, en el sentido práctico de fidelizarlos, a quienes están dispuestos, según los últimos estudios realizados, a dejarse más de 61 millones de euros, considerándose el gasto medio por persona en torno a los cincuenta euros. De hecho, si en Las Palmas se prevé un aumento del 14 % en las escalas de estos gigantes del mar, casi la misma evolución debe seguir Santa Cruz de Tenerife con casi un 5 % de incremento con respecto a los datos anteriores.

Si realmente queremos desarrollar acciones dirigidas a dinamizar y crear nuevos productos turísticos en nuestras islas, debemos comenzar por apostar por el turismo de crucero.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación