La caída de Javier Ortega Smith obliga a reajustar la cúpula de Vox

Ortega Smith explicó en la Cámara Baja que no se trata de una destitución, sino de una renuncia «por responsabilidad» para centrarse en su candidatura a la Alcaldía de Madrid, ratificada este jueves por el Comité Ejecutivo Nacional y, por ahora, la única confirmada para las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo. El partido lo anunció en un comunicado sorpresa –no se esperaba conocer candidatos hasta después del Viva22– y el diputado puso rostro a las palabras en los pasillos del Congreso.

Según él, cuando le propusieron «un reto tan importante» como ser el cabeza de lista de Vox al Ayuntamiento de Madrid, tras unos minutos de reflexión, optó por plantearle a Abascal dar un paso a un lado consciente de la carga que supone el puesto de secretario general, que llevaba ocupando siete años. Dicho y hecho. Tanto tardó Abascal en consentir su renuncia como Garriga en aceptar el cargo.

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El argumento esgrimido choca con el hecho de que en 2019, cuando fue por primera vez alcaldable en la capital de España, Ortega Smith ya era secretario general. Entonces, ni siquiera la «responsabilidad» le hizo dar un paso a un lado. El diputado y concejal en el Ayuntamiento de Madrid, no obstante, replicó a la prensa que por aquella época todavía no era concejal y podía compaginar las dos tareas: secretario general y candidato.

Ahora no se ve capaz, pero sí asume un puesto en el Comité Ejecutivo Nacional como vicepresidente y se hace cargo del área jurídica en el Congreso, otrora en manos de Olona y que ahora ostentaba de forma interina José María Figaredo, secretario general del Grupo Parlamentario Vox. Ortega Smith controlaba esa parcela cuando Vox era una fuerza extraparlamentaria y se personó como acusación popular en el juicio del 'procés'. Pero fue Olona, y no él, quien lideró esta materia en la etapa que coincidieron en la Cámara Baja.

A nadie se le escapa, en este contexto, el enfrentamiento soterrado que mantenía Olona con figuras como el propio Ortega Smith y como Jorge Buxadé. El ya ex secretario general de la formación derechista asumía este jueves que no era «el mejor momento» para esta decisión, pero que era necesaria para revertir, defendió, «el Madrid de las multas y de políticas de la izquierda». Olona, en una entrevista en ABC que precipitó que Vox le cerrase la puerta a un posible regreso, denunció «falta de democracia interna» y «trato sin respeto». Un malestar interno creciente hacia Ortega Smith, como publicó ABC el 23 de septiembre.

Este jueves, nada más trascender la noticia, hubo tuit de Abascal de respaldo a su «compadre» y otro de Olona abierto a interpretaciones: «Hoy solo deberíamos tener palabras de agradecimiento. Gracias por tu servicio, Javier Ortega Smith. España, lo primero».

Horas antes, Ortega Smith concedía una entrevista a esRadio en la que ni siquiera confirmó si iba a ser el candidato al Ayuntamiento de Madrid y en la que negó tajante que hubiese existido crisis alguna en Vox. Un asunto de «panfletos», según él. Respecto a Olona, avisó de que un «experimento» suyo –la conformación de un nuevo partido político– podría traducirse en votos residuales estériles que impidiesen a PP y Vox sumar para desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa.

El anuncio de la renuncia de Ortega Smith pilló por sorpresa, sobre todo por la proximidad del Viva22, que arranca este sábado, en el que Vox quiere sacar músculo tras meses de bajón demoscópico. Por la mañana, todavía como secretario general, Ortega Smith aún defendía que los resultados en Andalucía –Vox subió apenas dos escaños– fueron «buenos», a pesar de no cumplir las expectativas –la dirección daba por hecho que iba al menos a doblar sus resultados y a gobernar en coalición con el PP–.

El final de su etapa provoca también un pequeño efecto dominó en el Comité Ejecutivo Nacional. Al margen del nombramiento de Garriga, Ortega Smith pasa a ser vicepresidente y esto hace que Víctor González sea relegado a vocal. Pero es que además las vicepresidencias pierden su 'apellido' para dar encaje al ex secretario general. Buxadé era vicepresidente político; González, económico; y Reyes Romero, social. Pero ahora, los tres, Buxadé, Ortega Smith y Romero, son vicepresidentes a secas. Sin área.

«Desde hace años, en la travesía del desierto, he sentido a mi lado a mi amigo, compadre y compañero Javier Ortega Smith. Me alegra saber que lo seguiré teniendo, ahora en la Vicepresidencia, y espero que muy pronto en la Alcaldía de Madrid», tuiteó este jueves Abascal, en el momento en el que su partido lanzaba el comunicado anunciando la renuncia de Ortega Smith y su doble designación como vicepresidente del partido y como candidato a la capital de España.

La noticia, de paso, corta también rumores sobre su futuro que lo habían asociado con una candidatura en distintas autonomías. «Mis mejores deseos y apoyo para el nuevo secretario general», dijo Ortega Smith. «Es un honor tomar el relevo», correspondió Garriga. El cambio abre una nueva etapa, tras el paso del huracán Olona.