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Pablo, el octogenario que mató a un ladrón en su casa: «Hice lo que tenía que hacer»

Cogió la escopeta «de cazar conejos» para que se fueran los atacantes

Se enfrenta a una pena de 4 años de prisión por homicidio

El anciano que mató a un ladrón en una finca de Mallorca deberá comparecer ante el juez

A la derecha, el anciano que mató a un ladrón que asaltó su casa en Porreres en 2018 EP
Mayte Amorós

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Dispuesto a contestar a todo «menos a declararse culpable». El jubilado Pablo Rigo llegó con bastón a la Audiencia de Palma con la determinación de que hizo «lo que tenía que hacer» el 24 de febrero de 2018. Tiene ahora 83 años y aunque le baila la memoria, recuerda perfectamente el miedo que pasó cuando aquel día los hermanos Escobar, dos colombianos de 25 años, le asaltaron al salir de su vivienda. Portaban «una o dos» patas de cabra. Le cogieron del cuello y le taparon la boca para que no gritara. A su mujer la encerraron en una habitación. Arrancaron el cable del teléfono fijo, y lo llevaron al sótano para abrir la caja fuerte. «Creía que nos mataban. No tenía salida».

Pablo sospecha que Freddy y Mauricio eran los mismos ladrones que le robaron dos meses atrás en su casa de campo de Porreres, un pueblo de unos 5.000 habitantes en el centro sur de Mallorca. «Llevaban la cara tapada pero la misma ropa de camuflaje, las mismas voces, la piel negra». En aquella ocasión los intrusos lo amordazaron y se llevaron el móvil repleto de fotos de sus nietos. Quedó abandonado dos horas hasta que volvió su mujer a la casa. No lo denunció por miedo porque «estaba amenazado desde el primer momento».

Este segundo atraco salió mal. Pablo acababa de vender su negocio de las tragaperras, por el que había obtenido unos 700.000 euros de ganancias, no lo recuerda bien. Los ladrones sabían que guardaba una gran cantidad de dinero en su vivienda. Un tal Pep 'Merda' ('Pepe Mierda'), vecino de Campos, conocía a Pablo y «se había ofrecido para poner mis máquinas en bares». «Había estado en la casa y había visto la caja fuerte en el sótano -donde el empresario tenía su oficina», contó Rigo en el juicio que arrancó esta semana, aunque el aludido niega que conociera el interior de la casa.

La fiscal sostiene que Pep Merda era el cabecilla y quien propuso el atraco a otro de los procesados, Marcos Rotger. Los hermanos Fredy y Mauricio Escobar eran los ejecutores, y entre los cuatro dieron el golpe. Los acusados vigilaron la finca en días previos. El plan era que los hermanos entrarían para sustraer el dinero de la caja fuerte, mientras Pep y Marcos esperaban fuera con el coche. «Pero me dejaron tirado», reconocería Fredy a la Guardia Civil cuando se entregó en la comisaría después del suceso.

Los hermanos Escobar se pusieron unos pasamontañas para evitar ser reconocidos y empuñaron dos patas de cabra. Cuando Pau Rigo salió de la casa, Fredy le cogió por la espalda, le tapó la boca para que no gritara y le pidió que abriera la caja fuerte. Mientras, Mauricio entró en el domicilio, donde se encontraba la mujer de Pablo, le dio un empujón y la tiró sobre la cama. El propietario acompañó a Fredy al sótano, le abrió la caja fuerte y regresó con su esposa.

«Al principio estaban normal pero después se pusieron muy violentos. Tanto que me empujaron fuerte y tuve la suerte de que mi teléfono cayó debajo del mueble de la tele y se quedó ahí», rememora el hombre. «Sólo les oía decir '200.000 euros' y que dónde teníamos el resto del dinero, de mala manera».

- ¿Cuándo decidió coger la escopeta?

- Cuando el miedo me superó

Mientras llenaban las mochilas de dinero, Rigo fue a buscar el arma para disuadirlos, una escopeta que usaba «para cazar conejos». «Les indiqué el camino para que se fueran pero nunca pensé que me atacaran», se lamenta. Freddy lo niega y dice que ya se iba con su hermano cuando el propietario les sorprendió con el arma. «Yo no pensaba en disparar. Soy cazador y puedo disparar a los dos francamente bien. Yo me puse lejos para proteger a mi mujer y para que ellos pudieran irse».

Pablo disparó y la bala atravesó el abdomen de Mauricio, que falleció en el hospital ese día a consecuencia de la herida. El propietario de la finca se enfrenta a una condena de cuatro años de cárcel por un delito de homicidio con la eximente incompleta de legítima defensa. La madre del ladrón fallecido solicita hasta 15 años por asesinato. Además, tendrá que indemnizar a la progenitora del fallecido con 100.000 euros. Un jurado popular sentenciará su futuro y el de los otros tres asaltantes. «Me han dicho que cuando se acabe juicio me van a liquidar», advirtió el anciano durante el juicio sin querer dar más detalles.

«¿Cuándo decidió coger la escopeta?»

«Cuando el miedo me superó»

Los recuerdos de Pablo son muy vagos después del disparo. [Fredy] «empezó a pegarme de todas las maneras hasta que perdí el conocimiento». El ladrón le quitó el arma y salió de la vivienda con su hermano en la espalda y una mochila de la que supuestamente se desprendió de camino de regreso a su casa.

Al despertar no había nadie en la vivienda. Malherido, llamó al servicio de emergencias 112 con el móvil que quedó escondido debajo del mueble de la televisión. «Mire me están atracando a mí y a mi mujer. Están armados. Son dos. Nos han hecho mucho daño a mi mujer y a mí. Creo que siguen aquí. No sé dónde esta mi mujer. Estoy herido por la cabeza. Es muy urgente. Yo estoy mal, envíen a alguien». Fueron varias llamadas de ida y vuelta.

El hombre relata el rosario de heridas y secuelas: «Me rompió la columna, la nariz, esta mano ha quedado diferente». Además, necesitó medicación psiquiátrica y a raíz del suceso dejó de vivir en esa casa porque «ya no pude».

- ¿Por qué no presionó el botón del pánico que tenía en la mesita de noche?

- No pensé en la Policía. Pensé en el miedo. Aquí dentro es muy fácil pero nadie espera que si ven al dueño con una escopeta se lancen a él. ¿A quién se le ocurre? Yo quería que se fueran e hice lo posible para que se fueran, nada más. Que se llevaran el dinero como la otra vez».

Cuando llegó la Policía prácticamente no habló. «Estaba en shock». La primera agente que acudió a la casa lo corrobora.

«¿Por qué no presionó el botón del pánico que tenía en la mesita de noche»

«No pensé en la Policía. Pensé en el miedo. Aquí dentro es muy fácil pero nadie espera que si ven al dueño con una escopeta se lancen a él»

'Pep Merda' y Marcos, condenados por un anterior robo en casa de Pau Rigo, descargan toda la culpa en Fredy. La Fiscalía les acusa de estar detrás del plan y pide para cada uno de ellos sendas penas de cinco años de prisión. Ambos ya fueron condenados meses atrás por la Audiencia por participar en el primer robo a Pablo Rigo. «Han vuelto», avisó a su mujer.

El fiscal solicita penas que suman 16 años para los tres presuntos ladrones que asaltaron la vivienda. Cinco años de prisión a dos de los asaltantes y seis al hermano de la víctima, que agredió a Pau Rigo.

«Querían robar en una casa y necesitaban gente. Me dijeron que ya lo habían hecho antes y que no me preocupara de nada, declaró Freddy. «Él no quería matar a mi hermano, lo provoqué yo. Mi hermano no era un atracador, él solo venía conmigo. Es por esto que me entregué, para que se supiera toda la verdad»., declaró en el juicio, exculpando al anciano. Entró en la comisaría desconsolado y diciendo que sus cómplices les habían «dejado tirado». El botín de 12.000 euros nunca se encontró.

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