Imanol Pradales: el ataque con espray a colocarse el traje de lendakari

'A priori' podría parecer que dentro del propio PNV podía haber habido algún candidato mejor. Prueba de ello es que Pradales no destacó demasiado en la primera parte de la campaña. De hecho, los sondeos que le venían dando una ligera ventaja sobre Bildu se fueron tornando favorables para la formación soberanista. Pero entonces llegó el martes. El mismo día en que Otxandiano no condenó la violencia de ETA, el candidato nacionalista sufrió un ataque -sin motivaciones políticas- de un hombre que le lanzó espray de pimienta en la cara tras salir de un mitin en Baracaldo (Vizcaya).

El candidato tuvo que ir de urgencia al hospital y el debate que estaba previsto para esa misma noche estuvo en el aire hasta el último momento. Quizá lo más sencillo habría sido para él haberlo cancelado y haber aparecido ante la sociedad vasca como la víctima. Pero, no solo no hizo eso, sino que, aún dolorido, se cambió la ropa informal con la que había ido al mitin de la localidad de la margen izquierda del Gran Bilbao, y se vistió con el traje institucional, como si ya hubiera sido elegido lendakari.

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Invirtió el orden de las cosas, cambió el percal por la seda, dejó la cazadora casual en el Hospital de Cruces, y se enfundó el 'traje de lendakari', porque como tal se comportó en aquel debate. Y, en adelante, en los últimos días de campaña, que suelen ser los más decisivos, a la par que el aura de la que parecía estar revestido Otxandiano se derretía como un helado en pleno verano, Pradales resurgió.

A partir de ahí empezó a recordar más a su 'maestro' Urkullu en sus inicios al frente de la Lehendakaritza. Y quizás en ese momento, en el PNV pensaron que habían dado con la tecla, que habían encontrado al 'miniyo' de Urkullu. Aquel que les puede ayudar a ganar el pulso con Bildu y mantener la Presidencia. Al menos cuatro años más.