Aragonés aboga por «aprovechar la actual capacidad de influencia» para acordar una financiación singular para Cataluña
El presidente de la Generalitat cree que la «composición del parlamento» ayuda a que lleguen nuevos acuerdos
El presidente catalán revela que su plan es que la Comunidad deje de aportar recursos a otras regiones en unos años
Aragonès pide un cupo a la catalana para recaudar todos los impuestos: «Tendríamos la llave de la caja»
Un día después de que presentara su proyecto de financiación singular para Cataluña, con la que pretende que el Gobierno le conceda a esta comunidad autónoma un régimen económico que le permita gestionar todos los impuestos, Pere Aragonès aterrizaba en Madrid para explicar su propuesta.
Cerrado a su juicio el asunto de la amnistía, el presidente de la Generalitat puso su foco este martes en el aspecto económico, anunciando un proyecto de 'hacienda catalana' que había encargado hace un año a su consellera de economía, Natalia Mas. Y para conseguirlo, Aragonès aboga por «aprovechar la actual capacidad de influencia» de ERC y Junts en el Gobierno. Una especie de chantaje que el propio presidente resumía advirtiendo que «solo se harán nuevos acuerdos si se cumplen los anteriores».
La propuesta de ERC para la financiación catalana se basa en un modelo de soberanía fiscal plena, lo que implicaría la asunción, por parte de la Generalitat, de la gestión y recaudación de todos los impuestos que se pagan en Cataluña al margen de los tributos locales. Esto incluiría a las grandes figuras tributarias como el IVA, el IRPF, el impuesto sobre sociedades o los impuestos especiales. Un asunto sobre el que María Jesús Montero, ministra de Hacienda, pasó este martes de puntillas y que el propio Aragonès repitió durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Europa Press.
«Nosotros vamos a plantear esta propuesta de negociación de manera bilateral. El Gobierno español se comprometió a abordar esta negociación durante la investidura y tendrá que cumplir. Tendrán que sentarse a la mesa», señaló antes de reconocer que el fondo de solidaridad con otras comunidades, al que Cataluña aportaría una cuota anual, sería «limitado en el tiempo». Novedad que no se había apuntado en la presentación del modelo hecha por Mas este martes.
Aragonès se refirió a esta financiación como un «nuevo paso en el camino para la resolución del conflicto, que tiene su meta en que la ciudadanía pueda decidir en un referéndum de independencia».
Un hito que el presidente catalán advirtió que parece «imposible», antes de referirse a otros muchos que tenían ese calificativo y que son ahora una realidad tras la negociación con el Gobierno.
«No entendemos de imposibles»
«En Cataluña no entendemos de imposibles. Nos decían que era imposible que hubiera un gobierno que reconociera la existencia de un conflicto de soberanía en España y ya no lo es. Decían que era imposible sentarse en una mesa con un gobierno independentista y ha sido posible; que sería imposible que no se cumplieran las penas integras de los condenados por el 'procés' y los indultos fueron posibles; nos dijeron que derogar la sedición era imposible y no lo fue; y nos decían hace 11 meses que la amnistía era imposible y la amnistía es una realidad que nos permite superar la judicialización del conflicto, que los exiliados puedan volver y los amenazados con penas de cárcel puedan recuperar su plena libertad. Que se acaben las multas y el espionaje. Nos han dicho tantas veces que era imposible que nos toca entrar ahora en el conflicto de fondo, que es el de soberanía», relató Aragonès, haciendo un repaso de todas las cesiones del Gobierno de Sánchez, que hubiera sonrojado al propio Ejecutivo que llegó al poder en 2018.
Pero desde entonces, la aritmética parlamentaria y el ansia de poder ha llevado al PSOE a pactar cesiones y la de la financiación singular es la siguiente que ERC tiene en su punto de mira. Modelo que, según explicaban fuentes republicanas, «sería muy similar al que apoyaría Junts», a los que pidieron que se sumen pase lo que pase en las próximas elecciones.
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Sobre los comicios del 12 de mayo, Aragonès pidió al PSC que aclare si está con los catalanes o con el resto de España y dijo que Junts debe poder presentar al candidato que quiera. «Todo el mundo es libre de presentarse y hablar del futuro de Cataluña. Nuestra propuesta es un referéndum acordado para la independencia», dijo.
No quiso entrar en posibles alianzas postelectorales, pero sí de una relación «bilateral» total con el Gobierno. «Una relación de tú a tú», en la que Aragonès deslizó la idea de contar con mediadores internacionales para verificar los acuerdos que se alcáncennos incluido el referéndum.
«La gente tiene que poder decidir sobre la independencia. Estoy dispuesto a hablar de condiciones reforzadas, de fechas… pero si en una democracia no se puede resolver este conflicto de soberanía, ¿dónde lo vamos a hacer? Es muy difícil entender una democracia que mantenga a una mayoría de ciudadanos de una región en contra de su voluntad formando parte de un territorio. Dios no fijó como mandamiento la unidad de España. Y mantener a una mayoría de catalanes formando parte de España contra su voluntad no va a generar más que conflicto», resumió.
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