Suscríbete a
ABC Premium

El Gobierno de Aragón adquiere su obra número 14 de Francisco de Goya

El Museo de Huesca incorpora a su colección un retrato de José de Cistué y Coll por el que se han pagado 3,6 millones de euros

Una exposición cultural que pulveria todos los récords: Goya entra por primera vez en La Alfajería

Jorge Azcón presenta la adquisición de la obra de Francisco de Goya y Lucientes Retrato de José de Cistué y Coll, barón de la Menglana en el Museo de Huesca fabián simón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Museo de Huesca ha incorporado una nueva obra a su colección, el retrato de José de Cistué y Coll, barón de la Menglana, pintado por Francisco de Goya en 1788. De esta forma, el Gobierno de Aragón enriquece su catálogo del genial pintor de Fuendetodos con esta adquisición por 3,6 millones de euros y, al mismo tiempo, «hace justicia« al devolver este cuadro »al lugar que le corresponde« y para el que fue concebido.

Así lo indicó ayer lunes 20 de enero el presidente del Ejecutivo autonómico, Jorge Azcón, durante la presentación del retrato que pasa a formar parte del Museo de Huesca.

El retrato, que podrá verse en la institución museística oscense a partir de hoy supone la recuperación «para Aragón y Huesca de una pieza fundamental», según Azcón, puesto que «nos vincula con nuestro pasado, pero que también nos vincula al futuro». Confía en que será «un revulsivo» para la capital altoaragonesa.

La pintura, que se encontraba en una colección particular, muestra a José Cistué y Coll, barón de la Menglana, de cuerpo entero. Este óleo sobre lienzo pintado por Goya en 1788 presenta unas dimensiones de 210x140 centímetros, se encuentra en buen estado de conservación y se ha constatado su autenticidad, así como adecuación a los precios de mercado. El interés en la misma radica en que forma parte del patrimonio de la antigua Universidad Sertoriana de Huesca.

De hecho, sobre su autoría se puede demostrar documentalmente el pago por este cuadro al pintor, dado que se conserva y se exhibe el recibo firmado por Goya, que establece de forma incontestable su trazabilidad desde el encargo y pago de la Universidad Sertoriana hasta su paso posterior a los descendientes del retratado, que lo han poseído hasta la actualidad.

Con esta pintura, «devolvemos al lugar para el que fue realizada una obra importante del patrimonio cultural de Huesca», indicó el presidente, ya que el Museo de Huesca se encuentra alojado, desde 1967, en el inmueble donde tuvo su sede la Universidad Sertoriana durante casi 500 años.

Desde el punto de vista artístico, este retrato es una pieza significativa de un momento de transición hacia la mejor época de Goya como retratista, una pintura de cuerpo entero que, además, hace pareja con el que ya conserva el Museo de Huesca, otro encargo de la Universidad Sertoriana en el que Goya pintó, también de cuerpo entero, a Antonio Veián y Monteagudo, en 1782.

A lo largo de su historia, la institución académica encargó una serie de pinturas que retrataban a personajes ilustres relacionados con la universidad y a quienes se rendía homenaje al colocarles en el teatro, lugar donde se celebraban los actos más relevantes de la institución.

Uno de los artistas a los que se contrató para ello fue a Francisco de Goya, que llevó a cabo dos óleos con retrato de cuerpo entero: el del catedrático Antonio Veián y Monteagudo, en 1782, y el del jurista José de Cistué y Coll, segundo barón de la Menglana, en 1788.

El primero, el retrato de Antonio Veián, no ha salido del museo salvo en contadas ocasiones relacionadas con préstamos con destino a exposiciones temporales. Se encuentra expuesto en la sala VII del Museo de Huesca, en el ámbito dedicado a las figuras de Goya y los hermanos Bayeu.

Por su parte, en una fecha indeterminada comprendida entre 1842 y 1864, el retrato de José de Cistué y Coll fue retirado del Salón del Trono y entregado a los familiares del retratado por la institución que entonces se alojaba en el edificio, el Instituto de Enseñanza Secundaria de Huesca. Desde entonces, la obra ha permanecido en posesión de la familia del retratado.

En 2003, formó parte de la exposición 'Yo soy Goya. La Zaragoza que viví 1746-1775', celebrada en la Lonja. Sin embargo, «estos dos cuadros podrán volver a lucirse juntos para que cualquier oscense o visitante que lo desee pueda apreciar su majestuosidad», señaló Azcón, que ha invitado a aprovechar la festividad de San Vicente Mártir, que conmemora mañana miércoles la capital altoaragonesa, para contemplarlo.

Asimismo, Azcón recordó que el último Goya adquirido por el Gobierno de Aragón fue 'La letra con sangre entra', en 2008, es decir, «hace 17 años», por lo que con esta nueva pintura, la comunidad autónoma tiene en propiedad 14 obras del pintor.

El bicentenario del fallecimiento del pintor« y sus fastos en Aragón tendrán lugar en 2028. De acuerdo con las palabras del jefe del Ejecutivo autonómico: »Si algo tenemos claro es que para conocer a Goya es necesario venir a Aragón«. »Francisco de Goya es historia de Aragón, pero es también parte de su presente y su futuro. Su legado artístico es indudable y en su arte, como los aragoneses, era innovador y ansiaba ser cada día mejor«.

¿Quién era?

José de Cistué y Coll, segundo barón de la Menglana, nacido en Estadilla (Huesca), en 1725, estudió Filosofía en la Universidad de Zaragoza y Leyes en la Universidad Sertoriana de Huesca. Allí pasó 14 años como colegial en el Colegio Mayor de San Vicente Mártir, del que fue rector, recibió los grados de bachiller en Leyes (1745) y Cánones (1746) y ocupó diversas cátedras.

Desarrolló su carrera de magistrado en América y en 1787 fue nombrado fiscal del Consejo y Cámara de Indias en Madrid, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1802. El rey Carlos III le concedió una Cruz pensionada de la orden en su nombre y le encomendó el cargo también ministro de la Junta y Comercio y Moneda de la Junta para el Arreglo de las Ordenanzas Militares. Fue socio de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y académico de honor de la Real Academia de San Luis.

La pintura adquirida por el Gobierno de Aragón muestra al personaje de cuerpo entero, con un gran detalle en la plasmación de los rasgos faciales. Viste con la indumentaria y atributos propios de su cargo, magistrado, y porta la cruz de la Orden de Carlos III sobre su pecho.

La figura destaca sobre un fondo neutro, con un cortinaje y un tapete que le confieren volumen y plasticidad al retratado. Es una obra muy interesante del Goya asentado en Madrid, donde aborda sus primeros retratos de cuerpo entero, como es el caso de las dos obras que realizó para la Universidad Sertoriana.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación