La última pirueta de María Jesús Montero: da a Cataluña la llave de la caja de impuestos que le negó hace 15 días
La ministra de Hacienda rechazó de plano la propuesta de la consejera catalana de Economía el pasado 15 de julio: «No estoy de acuerdo con el concierto económico»
El PSOE andaluz apoya el cupo fiscal de Cataluña aunque estará vigilante
![Pedro Sánchez y María Jesús Montero, en la Ejecutiva Federal del PSOE celebrada el pasado martes](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/08/01/montero-ROrhCr9SZ1CpMTBsGU1aCPL-1200x840@diario_abc.jpg)
Desde que ERC anunció el pasado lunes por la tarde el pacto con los socialistas para que Salvador Illa presida la Generalitat catalana, a cambio de que el Estado le ceda el control de todos los impuestos que se pagan en el territorio, la ... poseedora de la llave que abre la caja de la financiación, María Jesús Montero, no se ha manifestado públicamente. Algo raro en una ministra de Hacienda que si destaca por algo es por defender con celo su parcela. Ahí pocos le ganan. De eso puede dar fe el presidente andaluz, Juanma Moreno (PP), que pocos meses después de anunciar la bonificación total del impuesto de Patrimonio en su territorio se encontró con que la vicepresidenta del Gobierno creó un tributo para gravar a las grandes fortunas y neutralizar así la iniciativa autonómica.
Ahora que son los independentistas los que se disponen a dar un paso hacia la independencia fiscal, copiando el modelo del País Vasco y Navarra, la ministra de Hacienda guarda silencio, mientras vota a favor del cupo fiscal catalán —denominado con el eufemismo de «concierto económico solidario»— en la Ejecutiva Federal del PSOE de la que es vicesecretaria general y mano derecha de Pedro Sánchez.
«Se pueden incorporar singularidades, pero no vamos a impulsar debates de regiones concretas», dijo Montero el 15 de julio
Es la última pirueta de una dirigente que hace apenas dos semanas rechazaba de plano una propuesta parecida que partió de la consejera de Economía de la Generalitat en funciones, Natàlia Mas, en el Consejo de Política Fiscal y Finaciera (CPFF) celebrado el pasado 15 de julio. «Es una suerte de concierto económico [como el del País Vasco o Navarra] para Cataluña con el que no estoy de acuerdo». Y, para que nadie se llamara a engaño, añadía: «Se pueden incorporar singularidades, que ya existen. Pero el Ministerio de Hacienda no puede impulsar debates de comunidades concretas».
Si algo ha demostrado de sobra María Jesús Montero en su larga trayectoria es su habilidad para los virajes y las cabriolas. En el Gobierno andaluz actual del PP están acostumbrados a las contorsiones de sus discursos, capaz de defender una cosa y la contraria, dependiendo del momento y el lugar que ocupe. Cuando era consejera de Hacienda en el Gobierno andaluz (2013-2018) reclamaba un día sí y otro día también que Cristóbal Montoro, titular de Hacienda en el Ejecutivo de Mariano Rajoy, pusiera coto al «maltrato» en el reparto de los fondos del Estado que padecía Andalucía. La culpa era de un sistema de financiación que había pactado en 2009 el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero precisamente con ERC.
Como consejera andaluza denunció en 2018 que la Junta está infrafinanciada. Tras seis años como ministra, no ha resuelto este «maltrato»
«El Gobierno no tiene el más mínimo interés en promover una reforma del modelo de financiación autonómica que permita que la recuperación económica llegue a los ciudadanos en forma de mejores prestaciones», se quejaba Montero en marzo de 2018. El Parlamento andaluz acababa de aprobar, a iniciativa suya, un dictamen de un grupo de trabajo que marcaba al Gobierno central el camino para modificar el reparto.
La resolución, que contó con el apoyo de todos los partidos —PP incluido— menos Ciudadanos, reclamaba «redefinir las variables y ponderaciones que determinan la población ajustada» sobre la que se basa el sistema de financiación, lo que beneficiaría a Andalucía pero perjudicaría a Cataluña. El cálculo de la entonces consejera de Susana Díaz era que Andalucía recibía al año 4.000 millones de euros menos de los que le correspondía debido a que 200.000 andaluces no estaban computados en el cálculo de la dotación que se recibe.
Tres meses después, gracias a una moción de censura que desalojaba a Rajoy de La Moncloa, Montero pasaba a ocupar el despacho oficial de Montoro. En sus manos estaba remediar la «infrafinanciación» de Andalucía. Seis años después, no solo no ha resuelto el problema, sino que ahora accede a romper la mesa de negociación colectiva entre todos los territorios para cederle a Cataluña la gestión total de los impuestos que allí se pagan.
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