Del poder al destierro político: qué fue de los principales condenados por el fraude de los ERE

Juicio de los ERE en la Audiencia de Sevilla - POOLLa investigación del caso ERE puso fin a las dilatadas carreras políticas de quienes gobernaron la Junta de Andalucía durante casi cinco lustros. Lejos de ver restituida su reputación, la aplastante sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla, que condena a 19 de los 21 ex altos cargos por delitos de prevaricación y/o malversación, ha prolongado el destierro político y institucional de exministros, exvicepresidentes del Gobierno, expresidentes federales del PSOE, exsecretarios de Estado y ex eurodiputados. El expresidente de la Junta Manuel Chaves y su sucesor, José Antonio Griñán, tuvieron que renunciar a sus escaños en el Congreso y el Senado y romper el carnet de militancia del PSOE en 2015 antes de la apertura del juicio oral. Susana Díaz, que hizo carrera política bajo su sombra y llegó en 2013 a la presidencia de la Junta gracias a la dimisión de Griñán por el caso ERE, pidió la dimisión de ambos. Ciudadanos puso esta condición a cambio de votar a favor de su investidura al carecer de mayoría absoluta. El 7 de noviembre de 2014, Manuel Chaves, ex presidente de la Junta, levantó el teléfono para llamar a Griñán, su antiguo amigo con el que no hablaba desde hace tiempo, para expresarle su disgusto porque Susana Díaz había declarado a los periodistas que ambos renunciarían a sus escaños si eran imputados. «Pepe, Susana nos ha matado, es como si nos hubiese clavado un cuchillo», le comentó dolido, cuenta el periodista Manuel Pérez Alcázar en su libro «Delfines y Tiburones, la lucha por el poder en el PSOE».Desde hace un año, cuando se les notificó la sentencia de la pieza política del caso ERE, quienes fueron las grandes figuras del socialismo andaluz viven alejados de los focos y sin agenda social. Sólo se les ha visto juntos en una ocasión. Fue con motivo de una conferencia del primer presidente de Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, sobre el referéndum del 28F de 1980 celebrada en la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla. En la primera fila del público se sentaron José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Faltaba Susana Díaz, de baja por maternidad. Escuredo no se retrató con los demás expresidentes a pesar de que los fotógrafos que cubrieron el acto le pidieron un posado. Habían pasado sólo tres meses de la condena por la Audiencia de Sevilla, que no es firme y han recurrido ante el Tribunal Supremo. Manuel Chaves, expresidente andaluz (1990-2009)Cada uno afronta su exilio político de manera diferente. Manuel Chaves, que fue ministro de Trabajo con Felipe González y vicepresidente del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido el presidente más longevo de la autonomía. A sus 75 años, ya jubilado, ha pasado de ser un tótem del partido a sufrir exilio político. A diferencia de Griñán, mantiene contactos con destacados miembros del partido, sobre todo de la vieja guardia que se sentaba con él en los Consejos de Gobierno, así como el personal de la Junta y el del Parlamento. Chaves, que dio clases en la Facultad de Derecho de Córdoba durante unos meses tras dejar el Congreso, también ha acudido a la biblioteca en busca de algún libro de consulta.José A. Griñán, expresidente andaluz (2009-2013)Exministro de Felipe González, exconsejero de Hacienda y sucesor de Chaves hasta que el caso ERE le obligó a renunciar, primero, a la Presidencia de la Junta y después al acta de senador. Está jubilado de su puesto como inspector de Trabajo y retirado por completo de la vida social y del partido. Nunca estuvo muy familiarizado con la vida orgánica. Tras la condena de la Audiencia renunció a su abogado durante todo el proceso, el reputado jurista José María Mohedano, y contrató al letrado afincado en Sevilla José María Calero Martínez, que ha redactado el recurso de casación ante el Supremo para evitar la pena de prisión. Vive recluido en su vivienda con su mujer y un hijo de ambos en Mairena del Aljarafe. «Él no tiene mucha relación social allí y está metido en su casa», aseguran fuentes cercanas al político.Gaspar Zarrías, exvicepresidente de la JuntaEn la Junta de Andalucía no se movía un varal sin que lo supiera el consejero de la Presidencia y mano derecha de Chaves (1996-2009). Tras dimitir como diputado del Congreso en 2015, Gaspar Zarrías abrió un despacho en Madrid especializado en Derecho administrativo, Zaño Sociedad Consultora.Magdalena Álvarez, exconsejera de Hacienda (1994-2004)Ha sido dos veces ministra con Zapatero, luego eurodiputada y, finalmente, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, cargo que le reportaba 11.500 euros al mes y que tuvo que dejar por los ERE. Esta antigua inspectora de Hacienda, que dejó frases para la historia como «antes partía que doblá», está jubilada.Antonio Fernández, exconsejero de Empleo (2004-2010)Fue el alto cargo de mayor rango que ha entrado en la prisión por el caso. Consejero desde 2004 a 2010, fue incluido en un ERE subvencionado que renunció a cobrar. Está investigado por el caso Formación. Actualmente ha vuelto al banquillo de los acusado en el juicio por las ayudas irregulares de los ERE a la envasadora de aceitunas Acyco. También está jubilado.Francisco Javier Guerrero, exdirector de Trabajo (1999-2008)Como director general de Trabajo desde 1999 a 2008, era quien despachaba las ayudas, a veces siguiendo indicaciones de sus jefes. Condenado por la pieza política de los ERE y el caso de enchufismo de la empresa Umax, falleció en octubre a causa de una neumonía. Fue quien habló por primera vez de la existencia de un «fondo de reptiles» en la Junta de Andalucía para socorrer a «criaturas necesitadas de ayuda sociolaboral», entre ellas su propia suegra y amigos de su pueblo. Luego se arrepintió de sus declaraciones ante la Policía Judicial y la juez Mercedes Alaya.

Del poder al destierro político: qué fue de los principales condenados por el fraude de los ERE

Chaves y Griñán, ya jubilados, no tienen vida social y sólo han asistido a un acto público desde la sentencia

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