Hacienda pone su lupa en el «entramado» de empresas del exministro Bernat Soria
El antiguo científico de cabecera de la Junta de Andalucía afronta ocho inspecciones fiscales, según advierte un acreedor
![Susana Díaz junto al científico Bernat Soria, durante la audiencia en San Telmo en 2018](https://s2.abcstatics.com/abc/sevilla/media/andalucia/2022/05/01/s/susana-bernat-U52313871873dtE-1248x698@abc.jpg)
El que fuera ministro de Sanidad entre 2007 y 2009 con José Luis Rodríguez Zapatero, Bernat Soria (Carlet, Valencia, 1951), no ha hecho otra cosa que entrar y salir de los juzgados en los últimos meses, a medida que han ido cayendo ... sobre su vida los pleitos, juicios, condenas y sentencias en su contra. Las salas de vistas se han convertido casi en su segundo hogar, justo después de los laboratorios que le dieron fama por utilizar células madres para curar ratones con diabetes.
Pero la Justicia no representa el único de los problemas para el científico estrella de los anteriores gobiernos socialistas en Andalucía. La Agencia Tributaria ha puesto en su punto de mira al exdirector del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) por no cumplir con sus obligaciones con el fisco. Así lo recoge una querella presentada contra él por uno de sus acreedores, la sociedad Vegetal Green S.L., que ha desencadenado otra investigación por supuesto alzamiento de bienes .
Entre los meses de junio y julio de 2019, Hacienda inició « hasta ocho inspecciones , tanto a nivel personal, como en casi todas y cada una de sus empresas». Éstas se saldaron a finales de 2019 «con abultadas liquidaciones y sanciones, todo ello debido a las múltiples irregularidades fiscales cometidas por el querellado», detalla la denuncia. El exministro figura como administrador, apoderado o consejero en «un entramado societario» integrado por una decena de empresas y fundaciones.
La sociedad acreedora aporta un requerimiento que la Agencia Tributaria le remite para probar la apertura de una inspección sobre una de las sociedades vinculadas al médico, Al-Andalus Biopharma S.L. Por entonces a Soria se le acumulaban las deudas porque en octubre de 2018 había pedido un préstamo de 200.000 euros a un banco con un año de carencia que empezó a devolver en octubre de 2019.Tras su despido como científico, Soria reclama a la Junta por vía judicial los derechos millonarios sobre una decena de patentes
Le sucedió como al perro flaco de la fábula, una desgracia le acarrea otra. En mayo de ese mismo año acababa de perder su trabajo como fichaje galáctico de la Junta. El nuevo Ejecutivo andaluz del PP y Ciudadanos lo había despedido tras descubrir que Soria compatibilizaba su contrato de alta dirección en la Fundación Progreso y Salud con sus negocios privados. Había incumplido una cláusula de exclusividad de su contrato suscrito en 2009, por el que la entidad estuvo pagándole un sueldo de 150.000 euros brutos al mes durante una década, más del doble de lo que cobraba el presidente de la Junta.
Un pleito de 40 millones
El Juzgado Social 3 de Sevilla declaró procedente su despido y negó que sufriera acoso ni difamación , desestimando la demanda de Soria contra el cese. No escarmentado con el último revés judicial, ha acudido de nuevo a los tribunales, esta vez para exigir 40 millones de euros a la fundación que lo mantuvo en nómina por los derechos que tendría sobre diez patentes que se registraron cuando era investigador de la Junta. La Justicia aún no se ha pronunciado sobre esta última reclamación.
El científico regresó a los juzgados de Sevilla el pasado jueves. La juez María Núñez Bolaños lo había citado por tercera vez para declarar como investigado por supuestos delitos de alzamiento de bienes o de frustración de ejecución de una sentencia. Otro juzgado lo había condenado a saldar de manera solidaria una deuda de 516.000 euros (intereses y costas incluidas) correspondiente a un préstamo concedido a una empresa de su propiedad, Newbiotechnic S.A. Esta sociedad entró en concurso de acreedores en 2017.
Al pedir la ejecución de la sentencia, se percataron de que en septiembre de 2019 el científico había donado a sus hijas todos bienes, valorados en 1,2 millones de euros. Lo hizo, según declaró ante la juez, no para eludir un posible embargo, sino para cumplir con una «tradición» de su pueblo en la que los padres que se jubilan traspasan su patrimonio a sus herederos.
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