Las «criaturitas», de una en una

El escándalo de los ERE fraudulentos en la Junta de Andalucía crece a un ritmo frenético. En sólo una semana la propia Administración autonómica, a través de su consejero de Empleo, Manuel Recio, ha tenido que reconocer que los intrusos se han multiplicado. Si hace dos jueves eran 19 los intrusos y 77 las empresas investigadas, el pasado iban ya por 59 los intrusos en 146 casos aunque el consejero matizaba que, de ellos, sólo 59 eran intrusos y el resto, hasta 87, eran «discrepancias».

En cualquier caso, como hasta ahora solo la juez instructora Mercedes Alaya, tiene todos los papeles (los que le ha mandado la Junta y los que la Policía Judicial ha ido recopilando en los numerosos registros que ha ya hecho), lo que parece claro es que cada vez son más las «criaturitas», como las definió el propio ex director general de Trabajo y Seguridad Social, Francisco Javier Guerrero, que se «colaban» en los ERE para beneficiarse de una paga.

Durante el mes largo que ha pasado desde que saltó el escándalo, raro es el día en el que la Junta de Andalucía no se haya desayunado con un nuevo sobresalto, en este caso en forma de nombre de un nuevo intruso que estaba cobrando un ERE sin haber trabajado en la empresa de turno.

Aunque sólo Alaya sabe hasta donde pueden llevar las ramificaciones de esta trama, de momento ha salpicado a un puñado de pequeños cargos del PSOE (la mayoría de ellos de la campiña sevillana). Pero también a militantes de base, familiares de ex altos cargos del PSOE y hasta sindicalistas. He aquí los nombres de algunos de esos intrusos entre los que no incluimos los dos primeros nombres que salieron del ERE de Mercasevilla: el de Antonio Rodrigo Santoyo y Carmen Fontela, que pusieron a la juez sobre la pista de lo que parece ser una práctica extendida en la Junta y que luego el propio Guerrero confirmó cuando habló de la existencia de un «fondo de reptiles».