Política
Ciudadanos, el rocoso flanco débil del Gobierno andaluz
La verdadera trascendencia del episodio de la grabación a Marín no está en la excusa que le ha dado a PSOE y Vox para escenificar una salida ¿digna? de la negociación del presupuesto sino en la debilidad en la que deja a uno de los socios de un Gobierno sustentado sobre un pacto de lealtad
![Juan Marín, vicepresidente del Gobierno andaluz y líder del partido Ciudadanos en Andalucía](https://s3.abcstatics.com/abc/sevilla/media/andalucia/2021/11/21/s/juan-marin-kLtB--1248x698@abc.jpg)
La filtración del audio de la reunión interna del grupo parlamentario de Ciudadanos en la que su líder marcaba este verano estrategia y hablaba de la «estupidez» que suponía aprobar un presupuesto con recortes en un año electoral, o de que era preciso evitar ... que el PSOE dé sensación de utilidad durante su intrincada renovación, no tiene trascendencia por su contenido; primero, porque Marín dijo públicamente lo del presupuesto varias veces -hemeroteca frente a posverdad- y segundo, porque si pudiéramos oír todas las reuniones internas de los partidos ésta no nos sorprendería.
La verdadera trascendencia de la grabación es que evidencia la debilidad de uno de los partidos que sustentan el Gobierno andaluz. Marín ya no puede hablar con los suyos en privado sin pensar que lo puede publicar al día siguiente un matinal de la SER...en Madrid.
Con independencia de la bilis de la estrategia diseñada para desgastar la imagen política de Marín, que retrata la calaña de sus enemigos más íntimos, las consecuencias colaterales son más importantes. Ofrecer al PSOE y Vox una excusa, por burda que sea, para romper una negociación del presupuesto en la que Moreno había puesto tanto énfasis y expectativas, eleva la onda expansiva de la jugada. La cuestión es si el ideólogo quería llegar tan lejos como para poner a prueba la clave de arco de un Gobierno cuya solidez radica en la demostrada lealtad inquebrantable de Moreno y Marín.
De ahí que el vicepresidente reaccionara señalando como objetivo final de la maniobra el adelanto electoral. Y por eso el órdago de sospechar públicamente de Fran Hervías como urdidor de la filtración y a Génova como cooperador necesario. El relato, plagado de indicios y antecedentes, es más propio de un drama que de ciencia ficción: Hervías fue «contratado» por el PP para dinamitar a Ciudadanos y mientras siga ahí al Gobierno andaluz le pueden ocurrir toda clase de catastróficas desdichas, vino a decir el vicepresidente para poner el objetivo en lo mollar de la operación y de paso eludir dar más explicaciones sobre lo superficial.
Mientras García Egea y Montesinos se afanaban en difundir el desmentido oficial , «sectores del PP» daban cobertura al guión de Marín al insistir desde Madrid (siempre Madrid) en lo oportuno que para sus intereses supone adelantar las elecciones (lo mismo opina Vox) por dos motivos obvios:el PSOE andaluz está en plena recomposición y la falta de expectativas electorales de Ciudadanos le convierte en un socio inestable, como prueba lo ocurrido con la grabación.
Es evidente que Marín no puede asegurar en el ámbito orgánico del partido la cohesión interna que Ciudadanos demuestra en el Gobierno, a pesar incluso de su consejera ‘crítica’, Rocío Ruiz . Tanto como que le queda menos tiempo para reivindicar la utilidad de su marca política. Cada vez más voces del partido naranja critican en privado su inmovilismo para marcar un sello propio y divergente en la gestión del Gobierno andaluz que tan bien rentabiliza el PP con Moreno.
Frente a la desmemoria de las encuestas -un enemigo no menos letal que Hervías-, Marín reivindica el poder del histórico cambio politico andaluz . Ese que fue posible gracias a los 21 diputados naranja. Sabe de la miseria que generaría abrir ahora la discrepancia en el Ejecutivo. Ya convenció a Arrimadas de lo que de verdad está en juego tras el fracaso electoral de Madrid. «Nos ha costado 40 años llegar aquí como para tirarlo todo por la borda» dijo en junio la lideresa para frenar a los cainitas.
El juramento de «el cambio» es más fuerte que la conjura de los que buscan dinamitarlo. Después de tres años, todos saben que en San Telmo se comparten hasta las hipótesis.
Esa foto de Moreno y Marín sentados juntos en el congreso del PP horas después de que acusara a Génova de la maniobra de desestabilización es prueba suficiente de cuánto poder atesora «el cambio» como un concepto que trasciende a la política partidista. Fue en Granada, donde las intrigas acabaron con la pérdida de la Alcaldía. Tras la escena del diván de Bendodo y Marín, el filtrador puede tener la completa certeza de que ha contribuido a aumentar aún más el vínculo que sostiene el compromiso de Marín y Moreno para llevar a término la legislatura y, además, con el mismo Consejo de Gobierno.
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