Comienza la temporada de atún fresco
El apogeo del atún rojo salvaje de almadraba impone listas de espera a sus ventas
Después del verano la compra a través de internet para particulares se paralizó por su alta demanda
Los pescadores llevan tres años consecutivos con la misma cuota, 1.068 toneladas por campaña
No tiene competencia. La grasa infiltrada en la carne del atún rojo salvaje de las almadrabas de Cádiz lo ha convertido en un producto gourmet que ha tocado techo por su excelencia. Su ultracongelación a 60 grados bajo cero sin que pierda cualidades ... organolépticas hacía que estuviera disponible todo el año. Hasta ahora. Porque lo que ocurrió después del verano pasado, en octubre, rompió los esquemas de Gadira, la comercializadora exclusiva de las tres atuneras agrupadas en la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP51) . La alta demanda de atún a través de su página web obligó a establecer numerus clausus y apuntarse en unas listas de reserva o de espera. Ahora mismo sólo se puede comprar por internet piezas de fresco.
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El pasado martes la almadraba de Conil, Punta Atalaya, dio el pistoletazo de salida con 45 ejemplares. El atún rojo fresco vuelve a las tiendas hasta que se acabe la temporada, algo que dependerá del estado del mar y del clima. Como muy tarde llegará durante la primera o segunda semana de junio. O antes si se alcanzan pronto las 1.068 toneladas asignadas como cuota por Iccat, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico . Este límite es el mismo de los últimos tres años. La OPP51 quiere que se revise. Ahora toca un Informe del Comité Permanente de Investigación y Estadísticas (SCRS), crucial para que se cambie ese tope. Curiosamente, la almadraba más antigua de Cádiz, la de Sancti Petri, en Chiclana, que estuvo activa hasta 1973, está pendiente de la reactivación de la licencia y permanece inoperativa.
Tres fases de pesca
Cada almadraba da trabajo a unas cien personas de forma directa. Si contamos los indirectos se multiplica por cinco. Este arte de pesca tiene tres fases de unos dos meses cada una: calamento, tanto en tierra como en mar; pesca o «levantá», como les gusta llamar a los almadraberos; y leva o desmontaje. La minuciosidad y artesanía de las miles de piezas que componen este puzzle sólo se puede apreciar cuando la arquitectura de este engaño marino está a la vista . Para hacerse una pequeña idea, entre las dos raberas, la de tierra y la de fuera o de mar, pueden tener seis kilómetros de longitud. Cables, boyas pequeñas o naranjas, amarillas grandes o perros, anclas, bolinas... Un auténtico laberinto de paredes visten las costas de Cádiz de abril a junio en las cuatro almadrabas activas, Tarifa, Zahara de los Atunes, Conil y la de Barbate, esta última fuera de la OPP51.
Miguel Malia es redero . Y sus dos hijos también. O almadrabero. O las dos cosas. Entre sus manos y con una aguja naranja de plástico va cosiendo esos miles de kilómetros de redes que no se ven porque están ancladas al fondo del mar. Él no se acuerda cuando empezó, —«de chico»—, pero es fácil que lleve en esto más de 50 o 60 años, calcula. Miguel emplea toda la mañana en ajustar el copo mientras sus compañeros de faena están en la mar dando los últimos retoques al calamento, que es el anclaje de la almadraba al fondo marino. El copo es la última parte de las redes de engaño, la única que tiene suelo y que será izado mediante unas poleas mecánicas en un cuadrilátero donde los barcos son las gradas y unos atunes de 250 kilos de peso medio darán sus últimos estertores de plata al recibir un balín en la cabeza por los buzos. Los arpones forman parte ya de la historia. Luego serán introducidos en el único barco con bodega y el más grande, el copero. Entonces, los atunes tatarabuelos descansarán sobre hielo picado para no perder su frescura. Conocían cinco o seis veces el Paso del Estrecho por las migraciones gaméticas, del Atlántico al Mediterráneo, en busca de aguas más cálidas para desovar. Los atunes sólo tienen un enemigo mortal, las orcas. Por instinto natural nadan lo más pegados a la costa y así las evitan en las zonas más profundas.
Los atuneros del Estrecho de Cádiz fueron los primeros en dar la voz de alarma cuando vieron que cada vez caían menos y más chicos
Las primeras redes de la almadraba tienen una luz de metro y medio para que los atunes chicos puedan atravesarlas sin problema. Sólo quedan atrapados los grandes. Por eso esta pesca trimilenaria —data de época fenicia—, tiene todas las bendiciones de los ecologistas al ser cien por cien sostenible. Es más, fueron los atuneros del Estrecho de Cádiz los primeros en dar la voz de alarma cuando vieron que cada vez caían menos y más chicos.
Ahora los problemas son otros. El alga asiática invasora está afectando y de qué manera a todo el sector. Ana Santos es la bióloga de la OPP51. «Tenemos un convenio con la Universidad de Sevilla desde 2019 para estudiarla. Estamos muy preocupados porque no sabemos cómo van a reaccionar los atunes cuando en vez de ver una fina malla de redes vean un muro de ribazones de alga asiática. Hemos comprobado que se adhiere menos al polietileno que al nailon, pero lo peor es la leva, cuando al final subimos las redes; muchas se rompen y destrozan los aparejos por el peso excesivo», concluye Santos.
Aniversario
Este 2022 la OPP51 está de aniversario. Con dos años de retraso por la pandemia van a celebrar su 20 cumpleaños, por eso lo han titulado 20+2 . Exposiciones itinerantes por todos los pueblos almadraberos gaditanos, concursos escolares, libros para que los niños de la zona asimilen que detrás de esta industria con un volumen aproximado de 12 millones de euros también hay una cultura histórica arraigada que se hereda de padres a hijos.
Pero la tradición no está reñida con la modernidad. Al revés. Los almadraberos saben que su supervivencia está siempre en juego. Gadira se convertirá en la primera empresa europea alimentaria que sustituye el gas refrigerante R23 para producir el ultracongelado por el etano, un gas natural sostenible, según la propia compañía. La comercializadora exclusiva de los almadraberos de la OPP51 estrena además sede. Sus nuevas oficinas, más de 7.000 metros cuadrados se ubican en la antigua conservera barbateña El Rey de Oros. Allí se instalarán las nuevas cámaras frigoríficas y toda la zona de corte y envasado de los atunes rojos a -60 grados de temperatura. La fábrica antigua se queda para salazones.
El sacerdote llega con el alba blanca al puerto de Barbate y con una escobilla de esparto asperje el agua bendita sobre los barcos y las redes antes de empezar esta campaña. No hay puerto pesquero ni grande ni chico en Cádiz donde la patrona de los marineros, la Virgen del Carmen, no vele por ellos. En Conil de la Frontera el primer atún es para su hermandad.
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