Pedro Sánchez elude un apoyo expreso a Espadas: «Gracias por este congreso. Andalucía volverá a ser socialista»
El presidente del Gobierno se fija como objetivo del PSOE el nuevo ciclo electoral, que arranca en Andalucía y Castilla y León en el año 2026
Ferraz decide no zanjar la crisis interna y la tensión aumenta de cara al próximo congreso de febrero
La presencia andaluza en el comité federal refuerza la posición de Espadas
![Juan Espadas con Diana Morant en la mesa del congreso](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/12/01/WhatsAppImage2024-12-01at13.18.30-RvoSQig5R8teP3BQhRuPjYO-1200x840@diario_abc.jpeg)
El 41 congreso federal debía tener dos protagonistas. Andalucía, como comunidad organizadora y territorio que albergará las próximas elecciones autonómicas. Y Valencia, que viene de sufrir la mayor tragedia natural en décadas en España. Los secretarios generales de estas dos federaciones, Juan Espadas y Diana Morant, ambos en la oposición intervinieron en la primera jornada del Congreso. Y en el acto de clausura entraron juntos como miembros de la mesa que ante un aforo de más de 7.000 personas en Fibes contabilizaron los votos de la ejecutiva y el comité federal.
Los gestos de Pedro Sánchez con Valencia fueron muy claros. Sobre todo el nombramiento de la delegada del Gobierno en la Comunidad como nueva secretaria de Igualdad de la Ejecutiva, una de las pocas novedades de la nueva dirección. Pero también sus palabras de apoyo a la población valenciana («no os vamos a olvidar») o la ovación a Ximo Puig.
Pero los cargos y militantes andaluces aguardaban cuál sería el mensaje dirigido a Juan Espadas y a Andalucía ante las dudas y la incertidumbre existentes en torno al futuro y los movimientos críticos que promueven un relevo. Las palabras de Pedro Sánchez no fueron una ratificación ni un intento de zanjar la crisis. Y eso incrementó aún más una incertidumbre que viene creciendo durante los últimos meses y que ha estallado ante la mirada de más de un millar de delegados del PSOE llegados desde toda España.
No obstante sí mostraron dos cuestiones. Por un lado, el agradecimiento del secretario general socialista a Juan Espadas, que ha mantenido una relación de confianza y lealtad en todo momento con la dirección federal, incluso en temas delicados como la financiación, la amnistía o las investigaciones judiciales: «Querido Juan, presidente de este congreso por la hospitalidad que nos brindan a Andalucía cada vez venimos a esta tierra que volverá a ser socialista». Pedro Sánchez nombró a Espadas portavoz en el Senado, eligió Andalucía para el congreso federal y lo situó como presidente. Es decir más allá de que vaya o no a tener su apoyo como candidato hay un cierto respeto y agradecimiento.
En segundo lugar, Sánchez fijó como objetivo el próximo ciclo electoral que, si no hay adelanto (opción que ni se menciona públicamente), arrancará como proceso clave con las elecciones andaluzas y continuará con las municipales: «Vamos a ganar las elecciones municipales, autonómicas y generales, y las andaluzas. Vamos a gobernar de nuevo en la ciudad de Sevilla, en la Junta de Andalucía y en todos los territorios del país. Quiero decirle a la derecha y a la ultraderecha que este partido va a trabajar duro en 2027 para conseguir que llegue el cambio progresista allí donde hay gobiernos negacionistas».
Sin embargo, no hubo alusiones expresas a Juan Espadas vinculadas con ese próximo proceso electoral. Desde su entorno subrayan que no se esperaban y que el presidente no iba a interferir en un proceso interno cuando existe ya tanta división y debate interno. Pero lo cierto es que su 'frialdad' sobre la situación andaluza ha aumentado la fractura y el desconcierto interno tras un congreso especialmente complejo.
En buena medida ya no se trata sólo de una situación que afecte a los sectores que podían ser tradicionalmente más críticos con Espadas. Este congreso también ha generado dudas en núcleos afines al secretario general que asumen que podía ser una oportunidad para relanzar el proyecto y que, detalles como la intervención ante el plenario, han evidenciado que no se ha aprovechado. Y esto provoca que la división haya aumentado, que haya más sectores en dudas y que se hayan reforzado las posiciones más críticas.
Las dudas se han evidenciado incluso en direcciones provinciales clave. Javier Fernández trató de disiparlas con un apoyo expreso, pero Francisco Reyes aún sigue con su posición en el aire a la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos. Agradece a Juan Espadas, a quien apoyó desde el principio, su labor de oposición, pero se abre a que se produzcan cambios.
Todo esto a las puertas de unas primarias y de un congreso ya formalmente convocados para febrero en Granada. En las próximas semanas se abren tres escenarios: que Juan Espadas se presente y continúe como secretario general, que sea derrotado en unas primarias, o que se encuentre una solución de consenso y probablemente provisional para tomar las riendas del partido hasta decidir quién será el próximo candidato.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete