La izquierda andaluza encara una nueva reconstrucción
La alianza de IU, Podemos y Más País se adapta tras la irrupción de Sumar y la ruptura en Madrid
Adelante busca consolidar su espacio andalucista ya sin Teresa Rodríguez en el Parlamento
Antonio Maillo, Diego Valderas, Inma Nieto, Teresa Rodríguez y José Ignacio García
En las elecciones autonómicas de 2012 el electorado andaluz más a la izquierda del PSOE estuvo representado por IU que logró 438.272 votos, que le sirvieron para obtener 12 diputados y la vicepresidencia del Gobierno andaluz. Diez años después, en 2022, se presentaron tres ... formaciones (IU, Podemos y Más País) en torno a una coalición con otros grupos con un formato improvisado, y una cuarta formación independiente, Adelante Andalucía. En total, sumaron 452.317 votos que sólo les han servido para lograr siete diputados y no tener capacidad alguna de decisión en la conformación del gobierno ante la mayoría absoluta del PP.
Estos dos indicadores, los comicios de 2012 y 2022, reflejan dos cuestiones. Por un lado, que las formaciones más a la izquierda del PSOE tienen una base electoral sólida repartida entre ciudades y el entorno rural, que se mantiene incluso en los peores momentos y en los escenarios de mayor adversidad electoral. Por otro lado, muestra que los procesos permanentes de atomización y división han condicionado su representatividad, su capacidad de influir en Andalucía y su conexión con el electorado.
Ahora, la irrupción en el panorama nacional de Sumar, que encara además el desafío de desplegar una estrategia propia para Andalucía y la ruptura con Podemos que ya ha anunciado su candidatura propia a las elecciones europeas con Irene Montero abren un nuevo escenario de incertidumbre en Andalucía cuya evolución va a estar marcada por los resultados de este nuevo ciclo conformado por los comicios europeos y las elecciones vascas y gallegas. Mientras tanto, en el Parlamento andaluz no hay indicios de que se vaya a producir una mayor división de la que ya hay en el grupo, pero tampoco de que vaya a ser fácil configurar un espacio único de confluencia con el modelo implantado por Sumar a nivel nacional de cara a las próximas elecciones autonómicas. Este mismo fin de semana, IU Andalucía celebró un encuentro de dirigentes andaluces presidido por su coordinador Toni Valero y Adelante Andalucía inició su nuevo congreso en el que se debe definir la continuidad de Teresa Rodríguez al frente de la organización. Todos los grupos empiezan a tomar posiciones.
Los grupos a la izquierda del PSOE tienen ahora mismo siete diputados en el Parlamento, divididos en dos bloques. Por un lado, Con Andalucía, una alianza conformada en las últimas elecciones y con un formato muy frágil entre IU, Podemos y Más País (además de otras formaciones con menor fuerza) que tiene como portavoz a Inmaculada Nieto. Aunque sea un grupo único, la realidad es que funciona como tres compartimentos estancos. Más País Andalucía, que cuenta con una diputada, IU que dispone de otra diputada que además es portavoz haciendo valer su mayor peso territorial, y Podemos con tres diputados que a su vez representan a distintas corrientes dentro del partido. De las más próximas a la posición de distanciamiento con Sumar de Irene Montero o Ione Belarra a las más proclives a la alianza entre todas las formaciones de izquierda sea o no con el modelo que encabeza la vicepresidenta Yolanda Díaz.
De momento, no hay indicios de que se vaya a producir una ruptura que por el reglamento del Parlamento obligaría al diputado o diputada que lo protagonizara a pasar a parlamentario no adscrito. Más bien, se está abriendo un marco de coexistencia en el que cada uno pueda asumir su protagonismo. Esto, al menos, hasta que el nuevo ciclo electoral determine cuál es el rumbo que van a tomar este espacio político. Todos cogen ya posiciones porque si se deja para el final, como ocurrió en las últimas elecciones municipales, puede tener las mismas consecuencias que tuvo en capitales como Cádiz, ahora en manos de una mayoría absoluta del PP.
El segundo bloque lo lidera Adelante Andalucía que intenta consolidar un espacio propio con un perfil marcado andalucista y un liderazgo más colectivo coordinado por su portavoz, José Ignacio García, quien sustituyó a Teresa Rodríguez tras su dimisión, de la que se cumple ahora un año, una vez que cumplió su ciclo de 8 años en un cargo público. Esta formación, que ha iniciado este fin de semana un proceso congresual largo en el que debe definirse su estrategia de futuro, viene principalmente de la corriente anticapitalista de Podemos aunque ampliada con otros ámbitos de izquierda como el SAT y del andalucismo. La organización está convencida de que el escenario político que se abre ahora con el Gobierno de PSOE y Sumar más los acuerdos con formaciones nacionalistas abren una oportunidad para su discurso y para movilizar a un electorado distinto: ideológicamente de izquierdas, con un profundo rechazo a Vox pero disconforme con determinadas decisiones del Gobierno de España y especialmente con las que puedan generar agravios para Andalucía.
De hecho, este arranque de legislatura nacional ha reflejado una pérdida de peso de la izquierda andaluza a nivel nacional una vez que se formalizó la salida de Alberto Garzón. Como las principales voces en el Congreso están la secretaria general de Podemos Andalucía, Martina Velarde, que es diputada por Podemos, pero que al formar parte del núcleo de Ione Belarra está ahora mismo al margen de la primera línea de decisiones , y el coordinador de IU Andalucía, Toni Valero, en las filas de Sumar pero sin cargo institucional. Ese discurso es la base de esa formación que quiere recuperar ese nacionalismo de izquierdas que tuvo en su momento una cierta presencia en el PSA pero que se ha ido diluyendo. Su mensaje es claro: «hay una pulsión andalucista». Si estamos en un periodo donde los grupos nacionalistas tienen cada vez más peso y capacidad de decisión el territorio que no lo tenga pierde. Lo tiene Galicia (BNG), País Vasco (Bildu y PNV), Cataluña (ERC, Junts, CUP), Valencia (Compromis), Canarias (CC) o incluso Navarra con UPN. Este mes la formación logró por ejemplo un pequeño triunfo al liderar la reclamación del traspaso de las competencias del Cercanías a la que luego se sumó el PP.
Si bien no hay indicios de que la ruptura en el Congreso atomice más la realidad del Parlamento andaluz, tampoco hay ninguno de que pueda haber una reconciliación entre estos dos espacios, aunque sí se avanza, aparentemente, hacia un modelo de coexistencia. No va a haber una alianza de todo el bloque a la izquierda del PSOE pero tampoco los principales referentes de cada grupo quieren volver a la tensión que ya se vivió en pasadas legislaturas y que recientemente quedaron reflejados en la sentencia del Tribunal Constitucional que recogió que se vulneraron los derechos de Teresa Rodríguez con su expulsión de Adelante Andalucía en 2020.
Del liderazgo de IU a la irrupción de Podemos
La irrupción de Podemos en el espacio de la izquierda a nivel autonómico, como en todos los territorios, generó una enorme complejidad que en Andalucía estuvo agravada por las propias circunstancias políticas y sociales. La solidez del espacio de IU hasta entonces, con Diego Valderas como último protagonista, se quebró en la etapa de Antonio Maillo con la conformación del nuevo partido liderado por Teresa Rodríguez y con un nuevo referente en la figura de José María González Kichi. En 2015, tras la dura ruptura del Gobierno autonómico y el adelanto electoral, Podemos e IU compitieron en las elecciones alcanzando paradójicamente uno de los mejores resultados al arrebatar votos al PSOE y sobre todo movilizar a electorado con tendencia a la abstención.
Tres años después, en el nuevo adelanto electoral que supuso el fin del ciclo político del PSOE en Andalucía, las formaciones de izquierda lograron cerrar una coalición electoral liderada por Teresa Rodríguez. Pero la unidad fue muy efímera y dio paso a una de las mayores crisis de la izquierda a nivel nacional con la salida de Podemos primero y del grupo parlamentario Adelante Andalucía después de toda la corriente de ámbito más andalucista y anticapitalista. El grupo Adelante Andalucía se lo quedó en la práctica IU con Inmaculada Nieto como portavoz y un debilitado Podemos.
La irrupción de otra escisión de Podemos como Más País complicó algo más esta realidad hasta que se alcanzó el acuerdo in extremis para la alianza de las últimas elecciones autonómicas de 2022 del que sólo se quedó fuera Adelante Andalucía. IU hizo valer de nuevo su presencia y peso territorial y su sólida estructura para encabezar la candidatura y la portavocía aunque en la práctica, en el reparto de escaños, debido al resultado electoral sólo tenga un representante, como es Inma Nieto. El resto se lo reparten Más País y Podemos Andalucía.
De cara al futuro, los líderes consultados ven complejo que la realidad política andaluza dé lugar a una formación única como Sumar. De hecho, la presencia del espacio de Yolanda Díaz en Andalucía ha sido hasta ahora limitada a pesar de grandes actos como el que protagonizó en marzo, durante el lanzamiento de su plataforma, en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Fibes. La fortaleza territorial de IU en Andalucía, la fragilidad del espacio que durante unos años aglutinó Podemos y sobre todo la firmeza en su decisión de autonomía de Adelante Andalucía generan un marco singular andaluz.
De momento, en el mejor de los escenarios para los grupos a la izquierda del PSOE, se avanzaría hacia una coalición por un lado y hacia el espacio propio de Adelante Andalucía por otro. En el peor de los casos, la atomización y la fragmentación no sólo dificultarían que se ampliara su base electoral sino que complicarían la conexión con ese suelo consolidado a lo largo de la última década de más de 440.000 andaluces y andaluzas.