Quien con niños se acuesta...

No, no voy a escribir sobre las lamentables aficiones amatorias de Sánchez Dragó, líbreme Dios, sino sobre la abrupta salida de Rafael Velasco de la dirección del PSOE andaluz, una decisión inesperada tras la que también se vislumbra, según parece, la mano amantísima de Cupido. La mano o la pata, vaya usted a saber, que todo amor puede convertirse en un estropicio. La cuestión es que en el PSOE todos relacionan la crisis en el partido con la excesiva apuesta por la juventud que acometió Griñán en el congreso extraordinario que le aupó a la dirección del partido. Lo ha dicho el mismísimo Pepe: «Yo no habría dimitido», apuntó el viernes en los micrófonos de la Ser. En la intimidad del pasillo y con mi escoba como único testigo, otros dirigentes socialistas desarrollan esta idea con más detalles. « Esto pasa por dejar el partido en manos de jóvenes sin experiencia en la primera línea política . Gente trabajadora y válida, prometedora, pero con la piel todavía por curtir. Un vicesecretario general no puede caerse a la primera guantá, sobrellevar las acusaciones de los periódicos es algo que va en el cargo. Lo sabía él cuando aceptó el cargo y lo tenía que saber su mujer. Mira a Chaves, lo de de su hija fue infinítamente peor y ahí ha estado todo el tiempo, sin que se le mueva un músculo de la cara...»

Descontrol. En cualquier caso, si algo ha demostrado la crisis del «caso Velasco» es que en el PSOE andaluz, otrora máximo ejemplo de orden y jerarquía casi militar, es hoy una entidad sin criterio. La gestión de la marcha de Velasco ha sido un auténtico despropósito, tanto la comunicación por capítulos de la dimisión como la reconstrucción de la Ejecutiva, anunciada el jueves para el comité director del día 5 y cerrada de improviso al día siguiente por la mañana. A propósito de la decisión eliminar la Vicesecretaría General, me comentan que Griñán ha dado prioridad a los equilibrios internos, desechando la estrategia de Zapatero de recuperar a experimentados dirigentes de la vieja guardia. Ha aprovechado la coyuntura para contactar con todos los secretarios provinciales y pedirles apoyo en estos momentos difíciles , limar diferencias con los menos afines —Almería, sobre todo— y solventar el conflicto gaditano con la incorporación de Luis García Garrido.

El diputado ausente. Tampoco falta en el PSOE quien destaca la tibieza del presidente andaluz con el dimitido Velasco. «¿No te parece curioso, Jere, que la defensa más vehemente haya sido la de Chaves?» , me dice un amiguete socialista. En el pleno parlamentario, y ante las preguntas de Javier Arenas, Griñán evitó nombrar a su ex número dos, y se refirió a él como «un diputado ausente». No ocurrió lo mismo con la Mesa de la Cámara, que a la hora de votar la Ley de Víctimas del Terrorismo llamó a Velasco a depositar su voto, para estupecfacción del auditorio.

Exito inesperado. El adiós de Rafael Velasco ha eclipsado un hecho sin precedentes como la monumental pitada a la consejera de Hacienda en pleno Torretriana, el Vaticano de la Junta. Si bien es cierto que se trató de una acción organizada, los propios responsables se sorprendieron ante el espontáneo entusiasmo con el se sumaron a la protesta funcionarios que pasaban por allí. Por cierto, hablando de enchufes en la Junta, una adivinanza para terminar: ¿Qué alto cargo de la Junta, malagueño de origen, se ha traido a su mujer como asesora personal con un puesto de nivel 30, ganado el doble de sueldo que funcionarios que se han ganado la plaza en una oposición?

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