Necesidad de referentes y lucha contra los estereotipos para promover las carreras STEAM en mujeres

C. Juárez

Sevilla

18/03/2025
Actualizado a las 11:18h.

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La Galería acogió ayer la última edición del encuentro del ciclo Andalucía en Femenino de la edición 2024-2025. Se trata de una cita organizada por ABC, con el patrocinio de CaixaBank y Persán, que tiene como objetivo reunir a mujeres lideres de toda Andalucía para poner el foco en temas de interés general desde el punto de vista femenino. Con el título 'Nuevas tecnologías', el debate de ayer, moderado por la periodista Isabel Aguilar, se centró en el acceso de las mujeres en las carreras STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics), además de abordar el futuro de tecnologías como inteligencia artificial y realidad virtual.

En la cita participaron Ana Molina, CEO de Odders; Estela Quesada, directora de Responsabilidad Social Corporativa de IBM; Dolores Serrano, responsable del Área de Despliegue de Red de Endesa y Charlotte Trujillo, directora de procesos de Persán. El coloquio comenzó abordando la cifra de mujeres que trabajan en el sector de la tecnología, mucho menor que el de hombres y cómo se desarrollaron las carreras de las participantes en el encuentro. «Se está evolucionando, pero poco, y sobre todo son las mujeres jóvenes las que se dedican a ello», señaló Isabel Aguilar.

«Para mí fue algo fortuito, me incliné por un bachillerato tecnológico y una profesora me habló de las ingenierías y me lancé sin saber muy bien a lo que me iba a enfrentar y enseguida empecé a trabajar en Persán», explicó Charlotte Trujillo sobre sus inicios en el sector. «Los puestos han ido evolucionando, hace quince años el 90% de los puestos de fábrica estaban ocupados por hombres, ahora hay más paridad y el equilibrio es perfecto», añadió. Por su parte, Dolores Serrano también es ingeniera, una carrera que cuando la estudió apenas eran quince compañeras en clase.

La trayectoria profesional de Estela Quesada ha ido derivando desde la carrera de Turismo y Ciencias del Trabajo, hasta vivir un día a día eminentemente tecnológico. «Pensaba que una buena puerta de entrada para conocer el mundo eran los idiomas. Siempre tuve una sensibilidad por la humanización, y creo que al trabajar en una empresa tecnológica me recuerda diariamente que detrás de estas tecnologías hay personas», sostuvo. «Para llegar a ese camino he hecho cosas muy distintas, he tenido interés por las personas y la tecnología, que es fundamental para nuestro presente y nuestro futuro», añadió.

En el caso de Ana Molina, arquitecta de profesión, su trayectoria también ha evolucionado hasta fundar una start up especializada en un sector muy nicho, el de videojuegos para la realidad virtual. «En España somos raros entre los raros», apuntó. «Si volviera atrás lo volvería a hacer, todas las experiencias han venido a enriquecerme y me han ido aportando», aclaró.

Una de las conclusiones a las que se llegó en el debate es que las jóvenes no eligen carreras tecnológicas porque apenas hay referentes. «Es la pescadilla que se muerde la cola. Hay que generar interés por este tipo de carreras porque las mujeres tienen las mismas aptitudes que los hombres para este tipo de profesiones. Hay que fomentar ese interés y luchar contra los estereotipos», argumentó Dolores Serrano.

Estela Quesada reforzó este argumento con la idea de que «todo el mundo tiene una historia que puede ser inspiradora y puede despertar esa curiosidad. Los profesores hacen el esfuerzo para abrir las aulas para que los alumnos conozcan esas realidades. Gracias a la tecnología tenemos acceso a esas realidades». «Conseguiremos la igualdad cuando haya mujeres mediocres en puestos directivos. No se trata solo de talento excepcional, sino de normalizar la presencia femenina en todas las posiciones», añadió.

El emprendimiento también fue uno de los protagonistas del debate. «Emprender desde Andalucía siempre ha sido una gran oportunidad para nuestra compañía. Hay que quitar ciertos estereotipos en el sector del videojuego, porque es preocupantemente masculino. Sólo tenemos dos chicas desarrolladoras en la empresa», describió.

«A veces hay que hacer discriminación positiva porque formar un equipo de hombres y mujeres es muy positivo para la empresa», manifestó. «En el sector del emprendimiento no está mal visto ser mujer, vivimos un momento de enormes oportunidades», recalcó.

Charlotte Trujillo también coincidió en la idea de que un equipo equilibrado es importante, así como el liderazgo femenino. «Tenemos una serie de cualidades, que no son ni mejores ni peores, que se complementan. Equipos con gente talentosa es lo ideal para cualquier empresa», sostuvo. «Cuando entré en Persán lideré la puesta en marcha de una nueva planta, y estaba a cargo de un equipo eminentemente formado por hombres. Aprendí muchísimo porque ellos pusieron en valor ese estilo de liderazgo distinto, más comunicativo», aseguró.

Dolores Serrano refutó la idea de liderazgo femenino, sosteniendo que «a mí me gusta hablar de liderazgo gentil, donde se pone en valor la comunicación, la empatía y el llegar a acuerdos, se busca humanizar las relaciones profesionales. Un liderazgo que se base en el alma y no en el ego, y que busque ayudar a otras personas a llegar a su máximo potencial. Esos son rasgos que tenemos la mayoría de las mujeres líderes, pero también hay líderes hombres capaces de ello».

Estela Quesada defendió que ella cree en «un liderazgo responsable. En mi opinión, el liderazgo femenino creo que nos puede traer algún problema, porque si decimos que de forma natural tenemos algo, también podemos no tenerlo». En ello coincidió Ana Molina: «creo que a veces el liderazgo femenino no tiene connotaciones buenas».

El coloquio también sirvió para abordar el futuro de las tecnologías. «En los próximos diez años vamos a avanzar mucho más rápido que en los últimos cien años. El problema es que en Europa están dedicando demasiado a regular y poco a invertir, la inteligencia artificial no es el futuro, es ya el presente y una herramienta con la que trabajamos en el día a día. Todas las revoluciones entran como elefantes en cacharrería, pero no debemos tenerles miedo», apuntó Ana Molina.

«Todas las tecnologías vienen a ayudarnos y a hacernos la vida más fácil siempre que las usemos bien. Hay que fomentar el espíritu crítico, porque las nuevas tecnologías son un sexto sentido que basculan entre la vida real y virtual, y hay que saber gestionar y moverte, por lo que hay que fomentar ese análisis crítico», apuntó Dolores Serrano. «La clave está en formar y encontrar casos reales donde aplicar esas tecnologías, como predecir cómo van a evolucionar los mercados, en los desarrollos de fórmulas. Pero nos tenemos que basar en el dato, porque sin él no hay inteligencia artificial», añadió Charlotte Trujillo.

«Lógicamente la tecnología sustituye algunos puestos de trabajo, pero siempre hay oportunidades», analizó Dolores Serrano, a lo que Estela Quesada concluyó que «lo importante es la formación y capacitación. Hay que ser inteligentes y precisos en decidir dónde voy a poner el dato. Nuestro punto de vista es que la IA con ética y gobernanza viene para hacer un mundo mejor».

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